¿Colega, dónde cargo mi coche? Catalunya debe multiplicar por 20 su red de repostaje eléctrico antes de 2035

Catalunya debe multiplicar por 20 su red de cargadores eléctricos antes del 2035, cuando por directiva de la UE los fabricantes de automóviles tendrán que dejar de vender coches con motor de combustión. El camino por delante es largo y tanto la Administración como las empresas del sector ya van atrasadas con sus deberes, pues actualmente ya se incumple la hoja de ruta marcada por Bruselas y en Catalunya hay un 52% menos de puntos de carga de los que previstos, según un informe publicado este miércoles por la patronal de fabricantes Anfac.

No es la primera vez que las empresas del sector reprenden a las administraciones por su lentitud a la hora de ampliar las redes de repostaje eléctrico. Y es que esa escasez de puntos retroalimenta un círculo pernicioso, ya que, según interpretan los fabricantes, se venden pocos vehículos eléctricos porque hay pocos puntos de carga y hay pocos puntos carga porque no se acaban de vender más coches eléctricos.

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"Como país es un error pensar que solo es un problema de oferta [...] Incluso Grecia crece a mayor ritmo de venta de coches eléctricos que España", criticó el presidente de la patronal Anfac y Seat, Wayne Griffiths, en un acto organizado por la Generalitat, el marzo pasado, en apoyo al sector del auto. Según los datos de Anfac, en España hay 382 puntos de recarga eléctrica por cada millón de habitantes, frente a los 745 de Portugal o los 1.053 de Alemania.

Los objetivos europeos, conocidos como ‘Fit For 5’, marcan que en 2030 el 60% de los coches que se vendan deben ser eléctricos y en 2035 ya el 100%. Actualmente, según los datos de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos, solo el 5% de los coches vendidos son eléctricos. 

Despliegue

Para invertir esa rueda y acelerar la electrificación del parque de vehículos en España, la patronal de los fabricantes le pide a las administraciones que suba varias marchas en su estrategia de despliegue de cargadores. Y es que los actuales puntos de repostaje eléctrico catalanes deben convertirse en 50.787 para el 2030 y en 102.896 para el 2035. Para toda España, los actuales 45.063 puntos de recarga deben ser 613.077, una cifra 13 veces superior a la actual.  

La UE va apretando a sus estados miembros para que reconviertan su infraestructura y contribuyan así a la descarbonización, pues en 2050 el objetivo es que el 'Viejo Contiente' sea neutro energéticamente hablando. A finales de julio la UE dio su visto bueno final al acuerdo que obligará a que haya al menos un punto de recarga para vehículos eléctricos cada 60 kilómetros en la red básica de carreteras de la Unión Europea y cada 100 kilómetros en el resto de vías de la red integral transeuropea (RTE-T).