Objetivo: La Meca

La invitación de su homónimo saudí llegó hace más de un mes. Los responsables de ese país ya han visitado España en más de una ocasión por este mismo motivo y ahora era el turno de Ana Pastor. La ministra se desplaza el próximo viernes a Arabia Saudí para supervisar las obras de la futura línea de alta velocidad que unirá La Meca y Medina, conocido también como el AVE de los peregrinos. Es el otro gran proyecto de la Marca España, y en los últimos años ha servido como carta de presentación del buen hacer de las constructoras, ingenierías y consultoras del país.

El consorcio Al Shoula, ganador en 2012 del concurso al que optaron corporaciones de todo el mundo, está formado por 14 empresas, dos saudís y el resto españolas. Se adjudicaron por 6.736 millones de euros la segunda fase del proyecto Haramain, que no solo consiste en la construcción de la línea del AVE sino también incluye la puesta en servicio de la misma, el suministro de los trenes y el mantenimiento de los mismos por un plazo de 12 años. Esa es justamente la gran diferencia con el proyecto de Panamá, explicaban ayer  fuentes del consorcio. En las últimas semanas, desde que estalló la crisis en el país latinoamericano, se han alzado algunas voces que ponen en el mismo saco una y otra iniciativa. Y el anuncio del viaje de la ministra Pastor en los próximos días ha contribuido a relacionarlos.

El cese de la obra del canal de Panamá amenaza con judicializar el conflicto

«No tiene nada que ver Arabia con Panamá. En el AVE de La Meca está la garantía del grupo Fomento, de la Administración pública española, que avala lo que se hace», razonaban las mismas fuentes. El viaje de la ministra Pastor, a quien no le duele tomar un avión para ir a cualquier crisis en cuanto esta se produce, se ha hecho coincidir además con un estado más avanzado de los trabajos en el desierto.

Trabajo en 100 kilómetros

La responsable de Fomento visitará los trabajos que ahora se concentran en los primeros 100 kilómetros de los 444 que tiene todo el trazado de alta velocidad, por el que viajarán trenes a 300 kilómetros por hora y pondrán las dos ciudades árabes a menos de tres horas. Se prevé que en los momentos de máxima afluencia haya 160.000 viajeros en un día en la línea. Todo un escaparate.