La Supercopa mide al preocupado Xavi e irregular Barça

Es un torneo menor, se dice. Y es cierto. Ocupa el tercer lugar en orden de importancia española por detrás de la Liga y la Copa del Reu. El cuarto, por lo tanto, si se incluye la Champions. Aunque va vinculado en los cuatros años a Xavi.

Por ausencia (en enero del 2020 viajaron Eric Abidal y Òscar Grau a Catar para ficharlo como sustituto de Valverde) o presencia cuando hace un año alcanzó su primera corona dejando un partido para el recuerdo, la victoria sobre el Madrid, que servía de lección y, a la vez, espejo de lo que le gustaría ser siempre: un equipo reconocible y fiable.

"Necesitamos el clic", ha admitido el técnico azulgrana en la rueda de prensa previa al duelo contra Osasuna.Es un torneo menor la Supercopa, pero de imprevisibles consecuencias en la historia reciente del Barça. Tanto en lo bueno, ese último triunfo contra el Madrid, como en lo malo, donde Valverde, que iba hace cuatro años líder en la Liga, fue despedido de mala manera por Josep Maria Bartomeu para darle el banquillo del Camp Nou a Quique Setién.

"Las expectativas son tremendas. Estamos en el camino de la excelencia. Muchas cosas han cambiado en estos dos años, entiendo que para bien. Creo que el equipo ha mejorado"

Xavi

— Técnico del Barça

Se quiso contratar de forma precipitada a Xavi, pero en una negociación transmitida casi en streaming todo se torció. Justo cuando se ponían en una mesa de Doha a charlar Abidal, Grau y Xavi vibraban sus móviles con mensajes llegados desde Barcelona. Ya se sabía de esa cita que debía ser secreta y fue, en cambio, más pública de lo que imaginaban.

En busca de la estabilidad

Es un trofeo inventado por Núñez en la década de los 80 para generar más ingresos a los clubs. Un torneo que defiende el Barça, obligado a encontrar la estabilidad y el juego que ha perdido en los cuatro últimos meses. "Haciendo un diagnóstico, creo que estamos reencontrando el juego. La segunda parte del Almería, Las Palmas... Estamos en la situación del año pasado. Necesitamos el clic para reencontrarnos", ha dicho Xavi.

"Las expectativas son tremendas. Estamos en el camino de la excelencia. Muchas cosas han cambiado en estos dos años, entiendo que para bien. Creo que el equipo ha mejorado", ha comentado el técnico azulgrana. "Entiende lo que queremos. Falta la continuidad, pero estoy contento. Ojalá podamos encontrar esa excelencia que nos hará ganar los títulos", ha añadido-

"Haciendo un diagnóstico, creo que estamos reencontrando el juego. La segunda parte del Almería, Las Palmas... Estamos en la situación del año pasado. Necesitamos el clic para reencontrarnos"

Xavi

— Técnico del Barça

Mide, al mismo tiempo, a Xavi. Y al equipo. Mide a Xavi porque no ha encontrado el ecosistema adecuado, ni en lo táctico ni en lo emocional, para tener una obra redonda. Más bien es todo lo contrario. Está vivo, como recuerda en todas las competiciones, pero se ha acostumbrado a una irregularidad que daña todas las expectativas.

El técnico, consciente de esa delicada situación y de lo que se juega en Riad, no puede ocultar el nerviosismo que se ha apoderado de él en las últimas semanas. El Barça no avanza.

Da un paso adelante y otro atrás, sumergido en un laberinto de indefinición que le hace estar lejos en la Liga y aferrarse a este trofeo como trampolín para impulsarse. Así sucedió hace justamente un año. "Es un título. No hay títulos menores. El año pasado ganamos dos títulos y uno fue este", ha recordado Xavi.

"Favorito" ante Osasuna, pero no en el torneo

Mide también la Supercopa al equipo, que llegó a Riad tras iniciar el 2024 como terminó 2023. Con agonía, tras encadenar tres victorias consecutivas llenas de sufrimiento: Almería (3-2), Las Palmas (1-2) y Barbastro (2-3). Tres triunfos que marcan lo que es realmente el Barça. "¿Qué supone la Supercopa? Pues, un título. Tal vez a nivel mediático no tiene tanta importancia, pero para nosotros sí. Claro que nos gustaría repetir lo de la temporada pasada", ha admitido el técnico azulgrana.

Poco certero arriba –necesita generar muchas ocasiones y le lastra su "falta de efectividad", como recuerda el técnico- y vulnerable atrás: solo ha mantenido la portería a cero en un encuentro, ante el Atlético en Montjuïc. No para, como diría Xavi, de cometer "regalos defensivos". Una frase que volvió en repetir en varias ocasiones en Riad.

"Hay que admitir que somos favoritos ante Osasuna. Cogemos el cartel de favoritos para mañana, pero no para la competición", ha precisado Xavi,

La calma perdida

Es un equipo desfigurado, que busca en Riad la calma perdida. Y rastrea en la pizarra el módulo que le defina en este curso marcado por la irregularidad. Hace un año, era ‘el Barça de los 4 centrocampistas’, con Gavi ejerciendo de imprescindible bisagra para dotarle de dinamismo, fiereza y, sobre todo, equilibrio. Ahora, esa indefinición queda simbolizada en la apática figura de João Félix.

Venía el portugués para ser el elemento dinamizador del ataque del Barça, aprovechando su indiscutible talento. Y tras un inicio esperanzador ha entrado en un período oscuro, situado en el centro de las críticas porque no decide partidos como se esperaba y tiene hasta el chándal de suplente que le ha otorgado Xavi.

El 'factor Pedri'

Osasuna, sin Chimy Ávila lesionado, emerge esta noche como la primera prueba que debe superar el Barça para mantener su corona y reconquistar, sobre todo, la personalidad que se ha ido dejando. Y el técnico apela al ‘factor Pedri’, al que ha hecho viajar a Riad, a pesar de que no tener aún el alta médica, para rescatar esas señas que se han ido descomponiendo.

Tiene opciones de jugar el canario. No así Iñigo Martínez, totalmente descartado. Y es difícil que João Cancelo, con una distensión en la rodilla izquierda, que viajó a Arabia Saudí, pueda jugar. 

Xavi espera contar con Pedri para que tenga efecto inmediato en su equipo y encienda la luz del ataque. Apenas lo ha tenido (Pedri solo ha jugado esta temporada el 32% de minutos posibles) y su ausencia ha eclipsado al Barça. Un Barça y un entrenador, Xavi, que se juegan más que un torneo menor. Se juegan su credibilidad y no perder uno de los cuatro títulos a los que aspira. No es poco en tiempos extraños.