Debilidad azulgrana

El Barça se condena por su vulnerabilidad defensiva: seis partidos seguidos encajando

El Barça avanza y sufre otro sobresalto en la Copa

Raphinha pide fuera de juego de Adrià de Mesa, el delantero del Barbastro, cuando él está habilitando al rival con su posición.

Raphinha pide fuera de juego de Adrià de Mesa, el delantero del Barbastro, cuando él está habilitando al rival con su posición.

Joan Domènech

Joan Domènech

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Sólo en 9 de los 26 partidos oficiales el Barça ha sido capaz de mantener la portería a cero. El campeón de Liga, que hizo virtud de su seguridad defensiva para alzarse con el título, se está condenando a sufrir en todos los compromisos que va disputando esta temporada. Aunque sea contra un rival de cuarta categoría como era el Barbastro, de Segunda RFEF.

No cabría considerar una sorpresa que la primera ronda copera fuera angustiosa. Es una tradición. La temporada pasada el equipo de Xavi pasó por el trago de tener que superar una prórroga para batir al Intercity de Alicante (3-4). Aquella noche les flageló Oriol Soldevila, un delantero catalán que había pasado por la cantera azulgrana y que fue empatando cada vez que el Barça marcaba: 1-1, 2-2, 3-3. El triplete del delantero, de entonces 21 años, estiró el duelo hasta los 120 minutos.

Iñaki Peña despeja con los puños un centro del Barbastro.

Iñaki Peña despeja con los puños un centro del Barbastro. / Javier Cebollada / Efe

La Copa garantiza apuros: prórroga con el Intercity (3-4) el año pasado, como en 2021 en Cornellà (0-2), y victoria mínima sobre el Linares (1-2) en 2022.

A balón parado

El año anterior se había eliminado por la mínima al Linares (1-2) y en la anterior (2021) se llegó a la prórroga con el Cornellà (0-2) después de dos penaltis desperdiciados por Pjanic y Dembélé. "No es serio fallar dos penaltis, es inaceptable", musitó Ronald Koeman aquella noche.

En Barbastro marcaron Adrià de Mesa (32), que participó en la Kings League jugando con el Ultimate Móstoles, y autor del 1-2 que reabría la incertidumbre, y Marc Prat (23), que transformó el penalti del 2-3 en el tiempo añadido. Dos acciones a balón parado gratuitas, cuando el Barça se había relajado creyéndose ganador antes de tiempo y empezó a repartir caramelos.

Lewandowski engaña a Arnau para anotar el momentáneo 1-3 en Barbastro.

Lewandowski engaña a Arnau para anotar el momentáneo 1-3 en Barbastro. / Javier Cebollada / Efe

El rey João Félix

Primero fue el rey João Félix, que regaló un córner. El comentario fue mucho más que un inciso. Xavi lo repitió reiteradamente en la rueda de prensa posterior. Sin citar el nombre del portugués, quedó acusado, encabezando la lista de "errores individuales" que costaron un fastidio, no un disgusto en esta ocasión. "Por un córner puedes perder un título", sugirió el entrenador, dando carácter de gravedad a esa concesión.

Pero en el lanzamiento de ese córner, los defensas del Barça quedaron vencidos en la disputa y el balón cayó a los pies de De Mesa, solo ante Iñaki Peña, con todas las facilidades para fusilarle. A un par de metros, Raphinha levantaba la mano pidiendo fuera de juego cuando era el propio extremo quien validaba la posición del jugador del Barbastro.

Sentenció el Barça de penalti a dos minutos del final (o eso parecía) y reabrió el melón el cuadro aragonés con otra oportunidad. Otro regalo con el penalti de Fermín al derribar a Antonio Crespo. "No lo vi venir", admitió el autor del primer gol azulgrana. Prat acertó y cultivó la tensión en los instantes finales.

Sergi Roberto intenta frenar un avance del Barbastro.

Sergi Roberto intenta frenar un avance del Barbastro. / Javier Cebollada / Efe

Cambio tras el clásico

Ni una noche en paz se regala para sí el Barça, que encadenaba el sexto partido seguido encajando goles (un total de 10), una deriva que multiplica las dificultades que se amontonan en su camino. Los "errores individuales" defensivos agravan sus consecuencias porque también se cometen errores individuales ofensivos.

El Barça ha ganado por la mínima 14 de las 17 victorias que ha sumado esta campaña. Resultados ajustados que, por accidente, pueden desembocar en un empate (cinco acumulados) o pueden evitar derrotas (cuatro). Sin la cobertura de una mayor cantidades de goles a favor que salvaguarde la tranquilidad ni de un sistema táctico compacto que minimice los fallos, el equipo pasa penas en cada encuentro. Sólo ha vencido por un mayor margen al Cádiz (2-0) y al Betis y al Amberes (5-0).

Oriol Romeu trata de frenar el avance de Souleymane Sidibe en barbastro.

Oriol Romeu trata de frenar el avance de Souleymane Sidibe en barbastro. / Javier Cebollada / Efe

Desde el 19 de septiembre no respira relajado el equipo, que ha ido perdiendo seguridad. El 3 de diciembre (1-0 ante el Atlético de Madrid) fue el último día que conservó la portería a cero. A principios de temporada se sucedía con cierta frecuencia: siete ceros en los primeros 13 partidos.

Pasó el Madrid por Montjuïc (1-2), ganó sin merecerlo y socavó la confianza de los azulgranas, que desde entonces solo han estado dos partidos de los siguientes 13 sin encajar: el citado ante el Atlético y en San Sebastián, donde salió victorioso (0-1) de una noche que pintó a catástrofe.