Un combinado de factores

¿Por qué Barcelona es la capital mundial de la coctelería?

Varios expertos explican el porqué del efervescente momento que están viviendo los bares de la ciudad

El mejor bar del mundo vuelve a estar en Barcelona

Sips: el bar de dos 'cracks' mundiales

Bubble, cóctel de Sips con vodka, fruta de la pasión y vainilla.

Bubble, cóctel de Sips con vodka, fruta de la pasión y vainilla. / El Periódico

Rosa Molinero Trias

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Por segundo año consecutivo, el mejor bar del mundo está en Barcelona. Esta vez, se trata de Sips, la coctelería de Simone Caporale, Marc Álvarez y su equipo, y lo dice la lista The World’s 50 Best Bars 2023, que también ha situado en la cuarta posición a otro local barcelonés, Paradiso, que el año pasado había sido coronado como número uno. No cabe duda: la coctelería en la ciudad sube como la espuma en un Ramos Gin Fizz. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

“Barcelona es la capital, tanto hoy como ayer”, opina Simone Caporale. “La alta calidad de los bares y el esfuerzo para internacionalizar de forma mediática la propuesta de la ciudad ha hecho que todo el mundo conozca nuestros bares”.

Echando un vistazo al pasado, el 'bartender' y empresario recuerda que la historia de la coctelería barcelona comienza hace más de 90 años durante los que se han instaurado bares ya históricos, “como la coctelería Boadas [hoy de su propiedad], Dry Martini o Ideal. Y en los últimos 10 años han abierto muchos más bares. El ciudadano de Barcelona tiene curiosidad por probar cosas nuevas en los bares y esto es un factor muy importante que, por ejemplo, falta en mi país, Italia”.

Barcelona es una ciudad que tiene una larga tradición de coctelería, una de las que más en toda Europa, y es hoy una de las capitales mundiales de la coctelería”, dice François Monti, asesor de coctelería y autor de 'Mueble Bar' (Abalon Books, 2022). “El triunfo no se ha construido sobre la nada, sino sobre una base preexistente, y en cuanto ha sido tendencia en todo el mundo, la coctelería de la ciudad ha despegado. Hay una demanda global del público y cada vez más personas viajan para ver específicamente bares y eso se refleja en la lista”.

El turismo, fundamental

Por supuesto, las grandes cantidades de turistas que la ciudad acoge durante todo el año han marcado de una manera que hoy parece indeleble al sector. “El turismo ha sido fundamental para la supervivencia y el éxito de muchos bares de Barcelona. Sin lugar a dudas, el turista que visita Barcelona sale de coctelerías y, aunque sea una fracción mínima de la cifra global, es suficientemente importante”.

Javier Caballero, 'bartender', formador y asesor en coctelería, reflexiona que la coctelería ha seguido el camino marcado por la cocina vanguardista catalana. “Aún siendo una ciudad mucho más pequeña que otras capitales mundiales de la coctelería, Barcelona ha seguido aprovechando la inercia del auge de la gastronomía. Hace unos 15 años ya teníamos una feria de coctelería y una revista especializada e internacional, 'Barforum', que fue la primera en España y de las pioneras en todo el mundo. Todo ese sustrato ha hecho que el nivel hoy sea altísimo”.

El impacto de los cócteles se ha reflejado también en otras esferas de la hostelería como es el caso de los restaurantes. Las nuevas y más sonadas aperturas incorporan un espacio de coctelería para tomar el aperitivo o rematar la velada.

“El hecho de que a los bares les haya ido bien y hayan sabido captar la atención de un público no ha sido ignorado por los restaurantes, que han pensado que incorporar una barra y un 'bartender' les añadiría atractivo”, comenta Monti. Además, la coctelería, de por sí vistosa, concuerda con una oferta de platos estéticamente apetitosos, algo que se potencia en esta era de Instagram en la que vivimos”. Asimismo, el experto señala la motivación económica: el cóctel tiene una rentabilidad mucho mayor que un vino y, por supuesto, que un plato de comida.

De la misma forma, Caballero opina que la relevancia que ha adquirido la coctelería en todo el mundo la ha llevado también a los restaurantes. “Que se hable más de cóctel significa que el cóctel ha salido de las coctelerías y se encuentra también en restaurantes. La fuerte demanda -que en parte llega por la petición de alternativas al vino- no pasa percibida para el empresario y hoy se ha apostado por la coctelería y, en ocasiones, por mano de obra especializada”.

Pero, como decíamos, todo esto no es nada nuevo. Antiguamente, los restaurantes de alta gama estaban lo suficientemente dotados para ofrecer buenos cócteles a sus clientes. “Desaparecieron y ahora están volviendo, tal vez por este disfrute de la gastronomía donde el cliente busca la experiencia por encima del comer y el beber”, arguye Monti.

“La coctelería, altamente 'estetizante', encaja muy bien en esto y lo acelera. Ya lo estamos viendo: las nuevas generaciones beben menos pero, cuando lo hacen, quieren beber algo especial, y eso lo da su coctelería con su ritual y su impacto visual que, además, tiene la virtud de que no requiere de formación para disfrutarla”.

A Giacomo Gianotti, propietario de Paradiso, no le cabe duda de que Barcelona es una de las principales capitales de la coctelería. “La 'mixología' ya no se limita a Londres y Nueva York, sino que hay muchas otras ciudades, tanto en Europa como en Asia y Latinoamérica que están distinguiéndose y diseñando nuevas tendencias”.

El 'bartender' destaca que la coctelería de España vive un buen momento con tres bares (Salmón Gurú, en Madrid, ocupa el puesto número 16) en el 'top 20' mundial de este 2023.

El estilo de vida de la ciudad, el clima apacible y el cosmopolitismo, así como la asociación de Barcelona con el arte y, por supuesto, con una extensa historia coctelera, son los factores de peso que Gianotti señala como causantes del éxito de la coctelería local. “La coctelería se ha convertido en parte integrante de la cultura de Barcelona. Y también es muy importante la gastronomía de la ciudad: los productos de calidad elevan el nivel gastronómico de la ciudad y esto revierte en todo. Además, Barcelona es un gran ejemplo de una buena fusión de tradición y evolución, ya que ha sabido nutrirse de una y abrir sus puertas a influencias internacionales: hoy puedes pasar de una coctelería clásica llena de cócteles tradicionales a un bar 'speakeasy' muy moderno con los cócteles más creativos, pasando por un 'cocktail bar' más minimalista”.

No obstante, el sector de la coctelería se enfrenta al mismo problema que vive toda la hostelería: la falta de personal especializado. Para Monti, esta explosión de la demanda de mano de obra ha ocurrido tras la pandemia, una demanda que aún no se ha podido suplir adecuadamente. “No todos los restaurantes cuentan con el asesoramiento o perfiles necesarios para dar buenos resultados. Tendremos que ver el efecto a medio plazo de esto”.

En cambio, para Gianotti, la solución está al caer. “A Barcelona llegan trabajadores de todo el mundo dispuestos a aprender y a crecer como 'bartenders', lo cual es una gran ventaja”.