Infraestructuras

La L2 de metro hasta Montjuïc y otras ampliaciones del suburbano pendientes en Barcelona

El ayuntamiento reclama al Govern desempolvar el viejo proyecto para llevar el subterráneo desde Sant Antoni hasta la Zona Franca, pero la lista de planes ferroviarios en barbecho es mucho más larga

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La tuneladora de la L9: así perfora el suelo de Barcelona

El Govern arranca las obras para conectar las estaciones de Plaça Espanya y Gràcia de Ferrocarrils de la Generalitat

Tuneladora de la línea 9 de metro, el pasado marzo

Tuneladora de la línea 9 de metro, el pasado marzo / Ferran Nadeu

Carlos Márquez Daniel

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Laia Bonet, teniente de alcalde de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona, dijo hace un par de semanas en una entrevista en Betevé que tenía la intención de reclamar a la Generalitat la ampliación de la L2 de metro, de manera que esta línea suba hasta Montjuïc e incluso conecte con los barrios de la Marina y la zona Franca. La propuesta recupera el anhelo del consistorio de los años 80, cuando Pasqual Maragall intentó que el Govern asumiera el proyecto para que los Juegos del 92 tuvieran subterráneo en el rellano de la anilla olímpica. No pudo ser.

Este proyecto aparece en el plan director de infraestructuras (PDI) 2021-2030, que recoge las actuaciones en infraestructuras previstas para la presente década en Barcelona y su entorno, una zona de influencia que aglutina 5,5 millones de habitantes, 314 municipios y 15,5 millones de desplazamientos diarios. La historia y la experiencia, sin embargo, han convertido este documento en una mera declaración de intenciones. Cero vinculante. A pesar de ello, esto es lo que promete sobre ampliaciones de metro.

La L2 hasta la Zona Franca

La L2 hasta la Zona Franca

Como ya hemos visto, este es un proyecto que lleva décadas sobre la mesa. El PDI contempla la prolongación de la línea hasta Parc Logístic, creando seis estaciones nuevas desde la parada de Sant Antoni, que es la penúltima antes del fin de trayecto que marca Paral·lel. Esta última quedaría anulada, con lo que el intercambio con la L3 se produciría en Poble Sec. Además de esta, se crearían las estaciones de Montjuïc, la Foixarda, Foc (L10), Pedrosa-Fira y Parc Logístic. En total, 6,3 kilómetros de longitud y una demanda captada aproximada de 57.000 personas. Todo, por una inversión aproximada de 900 millones de euros, lo que incluye, además de la infraestructura y la explotación anual, la compra de siete trenes.

El proyecto constructivo está terminado y el propio PDI admite que la actuación "no está programada", con lo que su construcción "se prevé para más allá de 2030". Puede que la presión municipal acelere las cosas, pero demasiado carne hay en en el resto de asadores (<strong>línea</strong> <strong>L9</strong> y prolongación de la L8 de FGC desde Espanya hasta Gràcia, sobre todo) como para destinar financiación a la ampliación de la L2.

La parada de Tetuan de la L2

La parada de Tetuan de la L2 / Jordi Cotrina

La L1 hasta Badalona, al fin

La L1 hasta Badalona, al fin

La ampliación de la L1 desde Fondo (Santa Coloma) hasta Badalona es uno de los planes más encarados. A principios de julio, Territori licitó la <strong>redacción del proyecto constructivo de la prolongación desde Fondo hasta Lloreda-Sant Crist</strong>, con una estación intermedia en Montigalà y unas cocheras con talleres para que TMB pueda tener otra central de puesta a punto de los trenes. El estudio informativo se había licitado en 2007, para que calibren lo despacio que van las cosas en el palacio de las infraestructuras. Esta primera fase tiene un coste de 422 millones de euros.

Quedaría para una segunda etapa (otros 310 millones) el tramo entre Lloreda-Sant Crist hasta la estación de la R1 de Rodalies de Badalona, que es, de hecho, el trazado que más viajeros podría generar porque atraviesa el centro del municipio. Está en curso la licitación del estudio informativo y el estudio de impacto ambiental. Según el calendario del PDI, en 2025 deberían empezar las obras de la primera etapa, con tres años de piqueta. A partir de 2028 está previsto que arranque la construcción del segundo bloque hasta la costa. Otro trienio de polvo y máquinas hasta que esté todo terminado. Las cinco nuevas estaciones (añadan a las citadas, las de Bufalà, Badalona-Pompeu Fabra (L2) y Estació de Badalona, sumarán 4,5 kilómetros a la red de subterráneo, con una previsión de 44.500 nuevos viajeros.

En el otro extremo de la línea (Hospital de Bellvitge) está previsto sumar una parada más, la de El Prat Estació, para la que es necesario perforar por debajo del Llobregat con esta nueva parada que conectará con Rodalies y con la L9 que lleva al aeropuerto. Tiene un presupuesto de 250 millones de euros y la previsión es que el proyecto constructivo esté listo en 2028. Luego tocaría concurso público para la ejecución e inicio de las obras. No apuesten para antes de 2030.

Parada de la L1 de Catalunya, el pasado 23 de agosto

Parada de la L1 de Catalunya, el pasado 23 de agosto / Ricard Cugat

El abrazo de la L4 a la Sagrera

El abrazo de la L4 a la Sagrera

La ampliación de la L4 de metro desde La Pau hasta La Sagrera (L1, L5, L9, R3 y R4), con dos estaciones intermedias, Santander y Estació de la Sagrera (L9, Rodalies, alta velocidad), aparece en el PDI con la promesa de que esta actuación pueda estar lista en 2024, es decir, el año que viene. Ya les avanzamos que eso no tiene pinta que vaya a suceder, a pesar de que parte del túnel ya está excavado porque coincide con el de la línea 9 y la obra civil de las dos últimas paradas ya está ejecutada (falta la aquitectectura).

La única noticia hasta la fecha, informa Territori, es que el 15 de mayo finalizó el periodo de exposición pública del nuevo estudio informativo y de impacto ambiental. Para este otoño está previsto licitar el correspondiente proyecto constructivo, con un presupuesto de 130 millones de euros.

Estación de Barceloneta de la L4 del metro de Barcelona, el pasado julio

Estación de Barceloneta de la L4 del metro de Barcelona, el pasado julio / Manu Mitru

L9, la gran obra pendiente

L9, la gran obra pendiente

Tras más de 10 años de parón, las obras de la L9 volvieron a retomarse en su tramo central a mediados de 2022 tras un <strong>cambio en el sistema de financiación</strong> del proyecto. Si nada lo evita, el túnel estará totalmente perforado (faltaba el <strong>tramo Camp Nou-Lesseps</strong>) en 2024, de manera que los trenes podrán hacer toda la línea en 2027 (sin parar en las estaciones en obras) y todo debería estar terminado antes de 2030. Faltan por ejecutar 925 millones de euros, que permitirán abrir los cuatro kilómetros pendientes de galería y construir las 12 estaciones que faltan. Según informa Territori, todos los trabajos están redactados, a falta de algún asunto menor vinculado a la arquitectura y servicios de alguna estación.

Cuando estén terminadas las líneas 9 y 10 aportarán un total de 48 kilómetros a la red de metro de Barcelona, Por ahora ya están operativas 23 estaciones del ramal sur (27 kilómetros que generan 13 millones de validaciones anuales) y 12 del tramo norte (11 kilómetros de vías y 10 millones de viajes). Según las previsiones del Govern, con el tramo central se pasará de los 23 millones de billetes actuales a 113, cinco veces más. Con estas cifras, la Generalitat espera sacar de la calle cerca de 8.100 vehículos al día.

Obras del tramo central de la L9

Obras del tramo central de la L9 / El Periódico

L3: hola, Baix Llobregat

L3: hola, Baix Llobregat

Este es uno de los proyectos más gordos, junto con el de la L9. También es uno de los más discutidos, pues la coincidencia con el Tram, que también tiene previsto llegar a Sant Feliu de Llobregat cuando se soterren las líneas del tren, hace pensar a algunos que esta prolongación no es del todo necesaria. Según el PDI, desde Zona Universitària se crearían nueve estaciones nuevas que pasan por el Hospital Sant Joan de Déu, Esplugues y Sant Joan Despí hasta desembocar en Sant Feliu.

El coste total se acerca a los 1.200 millones de euros y se espera seducir a 70.000 viajeros diarios nuevos. La programación está por definir. <strong>En 2017 se dijo que empezarían en 2021</strong>, pero en octubre de 2023 lo cierto es que está en redacción el proyecto constructivo de infraestructura, vía y catenaria del primer tramo (400 millones de euros), hasta hasta Esplugues Centre. El segundo tramo, en cambio, se prevé, reza el PDI, que tenga diseño en 2029.

En la otra punta, el Govern también prevé añadir una estación nueva, de manera que de Trinitat Nova se cruce la Meridiana para llegar a Trinitat Vella (L4 y L11), una obra con una elevada carga de justicia social. Esto permitiría conectar con la L1, línea con la que la L3 no se encuentra hasta 13 paradas después, en Catalunya. Coste: 93 millones de euros. Calendario: en 2026 debería estar redactado el proyecto constructivo.

Un vagón de la L3, en octubre de 2020, cuando la mascarilla era obligatoria

Un vagón de la L3, en octubre de 2020, cuando la mascarilla era obligatoria / Manu Mitru

FGC, la unión de las líneas

FGC, la unión de las líneas

La prolongación de la línea L8 de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) desde Espanya hasta Gràcia, creando dos paradas nuevas, Hospital Clínic y Francesc Macià, es, junto al tramo central de la L9, el único proyecto que ya tiene las obras en marcha. Empezaron en noviembre de 2022 y la idea es que los trenes puedan unir las líneas del Anoia-Llobregat con las del Vallès, Sarrià y Tibidabo a partir de 2030. Todo, por una inversión (siempre sin IVA) de 435 millones de euros, y una demanda generada de 70.000 nuevos viajeros diarios. En una fase posterior, reza el PDI, se planea ir más allá y llegar incluso a Joanic, donde se conectaría con la L4 de metro.

También Ferrocarrils, aunque en este caso no hay calendario concreto pero sí presupuesto (190 millones de euros), tiene prevista la ampliación de la L12 desde Reina Elisenda hasta Finestrelles, donde conectaría con la futura prolongación de la L3 hacia el Baix Llobregat, creando las paradas intermedias de Pedralbes y Eulàlia d'Anzizu.

Más allá de líneas concretas, el Govern también ha incluido en el PDI la posibilidad de crear un nuevo túnel ferroviario que una Barcelona y el Vallès atravesando Collserola. Se contemplan dos opciones: desdoblamiento a partir de Gràcia, subir por Lesseps y entrar en la montaña a la altura de la plaza de Alfonso Comín, o incrementar la cobertura territorial e ir desde el Bogatell hasta la UAB a través de Llars Mundet, al lado del velódromo de Horta. La factura de la infraestructura asciende a 900 millones de euros y la previsión es iniciar los trabajo en 2029.

Por último, FGC prevé una variante de dos kilómetros en su tramo de Sant Boi, de manera que los trenes no solo ladeen sino que también entren en el núcleo urbano (por unos 250 millones de euros). Este mismo proyecto incluiría el estudio de una prolongación de la línea de 12 kilómetros hasta Castelldefels. Este 2023 debería haberse iniciado el estudio informativo.

Viajeros de Ferrocarrils, en diciembre de 2022, en la parada de Terrassa Rambla de la línea S1

Viajeros de Ferrocarrils, en diciembre de 2022, en la parada de Terrassa Rambla de la línea S1 / Anna Mas

Más allá de todas estas ampliaciones, previstas o en ejecución, Territori destaca que hay muchas más intervenciones de mejora de la red que ya se están llevando a cabo. Son, asegura el Govern, 150 millones de euros que se están ejecutando estos momentos en proyectos como la adaptación de los intercambiadores de Maragall, Espanya y Clot (con obras a partir de noviembre); la mejora prevista en los intercambiadores de Passeig de Gràcia, Catalunya y Sants, y otros proyectos aún en licitación, como la renovación de vías de la L2, la ampliación de las cocheras y talleres de Sant Genís (L3) o la adaptación de la estación de Ciutadella-Vila Olímpica (L4), cuyas obras están previstas para la próxima primavera.

En cualquier caso, y para terminar también con actualidad local, si el alcalde Jaume Collboni, como dijo el martes en la sede de Foment, aspira a vertebrar la gran Barcelona antes de 2030, será muy complicado que el proyecto sea creíble si antes no se ha conseguido una movilidad que acorte los tiempos para ningunear las distancias. Y eso implica más metro, pero también más carriles bus-VAO, redes de carril bici supramunicipal, mejores buses interurbanos, 'park&rides', buenas Rodalies...