Tras la muerte de una joven

Barcelona tala 540 palmeras y cortará todas las datileras que superen los 10 metros "con defectos o no"

La auditoría por la caída del ejemplar del Raval no aclara cuál fue la razón que causó el accidente que mató a una chica

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La única palmera que ha quedado en pie en la plaza Trilla, en Barcelona, tras talarse ocho en los últimos días.

La única palmera que ha quedado en pie en la plaza Trilla, en Barcelona, tras talarse ocho en los últimos días. / MANU MITRU

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

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El Ayuntamiento de Barcelona se plantea acelerar la retirada de datileras y sustituirlas por otros árboles, tras el el desplome de una palmera que mató a Shamira, una chica de 20 años, en el Raval el pasado agosto. Parques y Jardines ha explicado este viernes que la auditoría solicitada tras el accidente mortal no ha sido capaz de aclarar el motivo que provocó la caída del ejemplar de la plaza Emili Vendrell.

"Nos preocupa, porque no podemos intervenir ni saber qué podemos hacer ni cómo detectar que a otras palmeras vaya a pasarles lo mismo. Por eso, hemos decidido acelerar la sustitución de este tipo de palmera", ha señalado el gerente del Instituto Municipal de Parques y Jardines, Francesc Jiménez. Por ahora, el Ayuntamiento ha optado por talar 540 datileras de unas 2.500 inventariadas en la ciudad. Las sentenciadas acreditan rasgos similares a la que se derrumbó.

No obstante, es previsible que el número acabe siendo superior, dado que se prevé tirar abajo también todas las que superen los 10 metros de altura, "tengan defectos o no", ha indicado el jefe de área de gestión del arbolado, Joan Guitart. En todo caso, ha matizado que no se arrasará con todos los ejemplares de la especie, entre los que se cuentan algunos catalogados. Aun así, se irá prescindiendo de todas las que presenten algún defecto.

Por ahora, se han cortado 308 y el resto se echarán abajo en el próximo mes. "Hemos de tomar medidas extraordinarias para que no vuelva a pasar algo que no sabemos por qué pasa", ha resuelto Jiménez.

Los dos responsables de Parques y Jardines han comparecido un mes después de que el siniestro mortal desencadenara la revisión de 1.224 datileras. El percance precipitó un chequeo inusitado de una de las clases de palmeras más comunes de ver en Barcelona, hasta ahora sometidas a examen cada dos años.

'Autopsia' incierta

En cuanto al análisis a modo de autopsia practicado a la datilera del Raval, Jiménez ha explicado que el viento no influyó, ni se observaron defectos en el tronco. Tampoco la inclinación ni la oscilación de la palmera hizo sospechar al personal de Parques y Jardines. "Crecía bien sin defectos visuales y hemos constatado que no tenía defectos internos", ha evaluado el gerente.

Sí ha apuntado como hipótesis que la palmera pudo resentirse al dejar de funcionar una fuente ornamental cercana que contribuía a humedecerla. Dejó de manar agua a finales de 2022, con motivo de la sequía. "Los únicos factores factibles serían una copa pesada y asociado con un estrés hídrico importante por desadaptación en un período de sequía elevada", ha diagnosticado Jiménez.

Riego extraordinario

Las datileras que han pasado la inspección compartían algunas o todas las características que las asimilaban a la que se derrumbó: están potencialmente desgastadas por la sequía, las coronan nidos que pueden cargarlas de sobrepeso y lucen estrechamientos en el tronco. Pocos días después del contratiempo que segó la vida de Shamira, Parques y Jardines decidió que todas las datileras incluidas en las comprobaciones se regaran una vez por semana

Los jardineros no las rociaban antes de la desgracia ocurrida en el Raval. La política en Barcelona -y común en otras ciudades españolas- es que solo se remojan los ejemplares que lleven en pie menos de cuatro años, identificables por las estacas que los flanquean mientras crecen. La capital no planta nuevas datileras desde 2014. Parques y Jardines justificó el viraje por el hecho de que el estrés hídrico por falta de agua debido a la sequía se erigiera como la principal hipótesis que explicara el trágico suceso.

Jiménez ha señalado que el riego de las datileras se mantendrá durante "la temporada de calor". La misma medida no se extiende a otras especies con ejemplares con más de cuatro años de antigüedad, solo en casos "puntuales" e "insostenibles", ha definido Guitart. "Problemas como los de la datilera, a día de hoym no se ha dado con ninguna otra especie", ha esgrimido.

A su vez, el Ayuntamiento ha explicado en las últimas semanas que ha endurecido los requisitos para decidir si mantiene o sacrifica datileras después del accidente. En ese sentido, admite que parte de las palmeras que se han arrancado tras el siniestro no se ha debido a que se diagnosticara que el estado fuera incorrecto, sino porque no se ajustaban al grado de tolerancia más exigente que el consistorio marca desde el mes pasado.

Aparte del caso de la palmera, se han producido otros desplomes recientes de árboles en Barcelona. Un almez (‘lledoner’, en catalán) se vino abajo en la calle Borrell, en el barrio de Sant Antoni, sin provocar heridos. Una copa de un plátano también se derrumbó en el paseo de Gràcia, sin que tampoco causara daños personales.