Protesta frente al Ayuntamiento de Barcelona contra la tala de árboles en Can Raventós

La tala de 22 árboles para edificar viviendas de lujo en la última masía virgen de Sarrià mantiene movilizados en contra del proyecto a parte de este vecindario de Barcelona. Un grupo de manifestantes ha partido este lunes desde la puerta de la finca de Can Raventós, donde prosiguen los trabajos preliminares de las obras, y se han desplazado hasta la plaza de Sant Jaume, frente al Ayuntamiento. Allí se han concentrado temprano para instar al gobierno municipal del alcalde Jaume Collboni que ordene frenar la construcción y retome los contactos con la inmobiliaria Corp para tratar de que buena parte de la finca se conserve libre de edificación mediante una permuta de terrenos.

Por lo pronto, la plataforma Defensem Can Raventós ha conseguido el compromiso de ser recibida en una próxima reunión con responsables municipales, aún pendiente de fecha. El gerente de Urbanismo del Ayuntamiento, Joan Cambronero, se ha acercado a los congregados en Sant Jaume y ha departido unos instantes con ellos.

La controversia planea sobre Can Raventós desde hace tiempo. El Ayuntamiento aprobó el plan de edificación en 2020, que consagra que se levanten un máximo de 59 pisos catalogados de ‘ecoluxury’. La plataforma presentó un contencioso por presuntas irregularidades en la tramitación del plan urbanístico, pendiente de sentencia. El ejecutivo municipal responde que las obras han empezado porque disponen de licencia y se ciñen la legalidad.

Conversaciones infructuosas

Meses atrás, las conversaciones entre el consistorio y la promotora para intercambiar solares con los que rebajar el número de domicilios a erigir en Sarrià no prosperaron. La tala de un pino canario monumental a mediados de agosto dio el pistoletazo de inicio de las labores para acondicionar la parcela a la construcción de dos bloques.

Se han cortado más árboles dentro del recinto en los últimos días. Los vecinos han alertado en más de una ocasión a la Guardia Urbana en las últimas semanas. Los agentes se han personado y, tras efectuar comprobaciones, han autorizado que la tala siguiera al disponer de los permisos en regla.

Defensem Can Raventós aboga por que al menos parte de la edificabilidad concedida en la masía se traslade a otros descampados de Barcelona. La organización vecinal defiende que el terreno se convierta en un refugio climático, con vegetación abundante y abierto a los vecinos. Por ahora, es un espacio privado y tapiado, inaccesible para los residentes. La plataforma también propone que la masía abra puertas, como un espacio climatizado que dé alivio en jornadas de calor sofocante y aloje equipamientos que den servicio a vecinos y entidades del barrio.