Prórroga de un año

Barcelona trata de contener el rebrote de las 'rutas de borrachera' con un nuevo veto en Ciutat Vella

El Ayuntamiento prolonga la prohibición tras el aviso de la Guardia Urbana sobre el retorno de los 'tours' etílicos para jóvenes turistas

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Las rutas de la borrachera para turistas eluden la prohibición en Ciutat Vella y continuan anunciándose por internet

Las rutas de la borrachera para turistas eluden la prohibición en Ciutat Vella y continuan anunciándose por internet / Zowy Voeten

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

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El temor al ‘turismo de borrachera’ no decae en Barcelona: cuando mengua en un barrio, aflora en otro. Aunque no siempre se manifiesta del mismo modo ni sus efectos son imputables solo a visitantes que se desmelenan en la ciudad, la desazón por la versión canalla del viajero del siglo XXI reaparece con asiduidad en la ciudad. El ruido y la masificación -a menudo empapados de alcohol- incordian a los vecinos e irritan a los movimientos que los representan, ya sea en los búnkers del Carmel, encima de las terrazas de Enric Granados, en Gràcia por sus fiestas, el Triángulo Golfo del Poblenou o las calles donde la juerga es rutina en el Poble Sec: allí, algún que otro habitante confiesa que se muda para escapar del bullicio nocturno. 

La zozobra por la versión desmadrada del turismo no la monopoliza un solo flanco de Barcelona. No obstante, sí se ha tratado de preservar en especial a Ciutat Vella, al menos de una de las manifestaciones del fenómeno: las rutas organizadas para extranjeros con ganas de saltar de bar en bar, atraídos por un surtido de bebidas a bajo coste, gratis en la mejor oferta. Se las etiqueta con el nombre explícito de ‘rutas de borrachera’ y el Ayuntamiento las proscribe en el distrito histórico de la ciudad desde 2012

Tras sucesivas renovaciones tanto bajo mandato de Xavier Trias como de Ada Colau, el gobierno de Jaume Collboni propone alargar el veto un año más. Alega riesgo de que ahora puedan rebrotar ese tipo de circuitos consagrados a beber una copa tras otra. En efecto, EL PERIÓDICO ha podido constatar que diferentes páginas web anuncian rutas de este tipo, bajo el nombre de "pub crawl", con tíquets a la venta para cualquier noche de este mes de agosto. Y que las actividades efectivamente se están realizando en Ciutat Vella.

Prohibido organizarlos e, incluso, anunciarlos

Un decreto de alcaldía ha sido el primer paso para prolongar la "prohibición temporal" de los recorridos planificados entre pubs. La propuesta mantiene el horario en que la actividad se restringía hasta ahora, de siete de la tarde a siete de la mañana. La resolución deja claro que se impiden “bajo cualquier modalidad”, también publicitarlos. Se juzgan “incompatibles con la convivencia ciudadana, especialmente por lo que se refiere a la libre circulación de personas y el descanso de los vecinos”. 

Clientes en el interior de un bar del distrito de Ciutat Vella, en Barcelona.

Clientes en el interior de un bar del distrito de Ciutat Vella, en Barcelona. / ZOWY VOETEN

“Connivencia” entre operadores y pubs

El decreto se fundamenta en un informe de la unidad de la Guardia Urbana en Ciutat Vella, que alerta de que existe la “previsión” de un “retorno a la proliferación de las rutas de alcohol para jóvenes turistas”. El dictamen policial asocia los ‘tours’ a “ciertos operadores turísticos con connivencia con determinados establecimientos de ocio nocturno”. No precisa nombres ni ubicaciones de los locales.

Asimismo, la Urbana describe que se trata de una “modalidad de ocio” con un “importante arraigo entre determinadas nacionalidades que visitan la ciudad de Barcelona”. “Esto hace que el turista sea el principal objetivo de la oferta de los establecimientos que se dedican a la promoción y la realización de las rutas de consumo de alcohol”, señala.

Un grupo de jóvenes bebe en una terraza de Ciutat Vella, en Barcelona.

Un grupo de jóvenes bebe en una terraza de Ciutat Vella, en Barcelona. / ZOWY VOETEN

La policía agrega que “las rutas de alcohol, cuando se han producido, han afectado seriamente a la libre circulación de las personas y el descanso de vecinos y vecinas”. Recalca que provocan “concentraciones de grupos de personas en las puertas” de los locales, lo que aumenta “las molestias por ruido y los incidentes en la vía pública de manera exponencial”. 

La propuesta de prórroga se sustenta también en un informe de los servicios jurídicos de Ciutat Vella. Resuelve que las ‘rutas de borrachera’ son “inconvenientes” con “los usos y actividades” de la vía pública “que están por encima de esta práctica”, como el asueto y el sueño de los residentes.