Obras de verano en Barcelona: el avance del tranvía por la Diagonal estrangulará la circulación en València y Aragó

Lo bueno de las obras previstas en Barcelona para este verano es que la más gorda, la que más puede afectar a los que se queden en la gran ciudad -o la visitan-, ya está en marcha desde el 26 de junio. Se trata de los cortes en la L4 de metro y la T4 del tranvía, dos líneas que dan acceso a la playa y que disponen de servicio alternativo de autobuses. Pero habrá otras actuaciones en la vía pública con capacidad para complicar el tráfico: cuidado con Gran Via (vertiente Llobregat), la Diagonal y el corte previsto en Ferrocarrils del 12 al 20 de agosto entre las paradas de Gràcia y Sarrià. En cualquier caso, un poco lo de siempre, aprovechar que la movilidad se reduce sustancialmente durante los meses estivales para llevar a cabo trabajos que deben mejorar la fiabilidad de la red de comunicaciones.

En total son 56 las actuaciones de verano, nueve de ellas, pavimentaciones. No se incluyen las que ya están en marcha, como los cuatro primeros ejes verdes o Via Laietana. Lo primero está en la fase final. La obra debería estar terminada a finales de julio y solo quedará un tramo de Girona, entre Mallorca y Diagonal, cuya cinta podrá cortarse a finales de año. En total, y sin contar lo que invertirán FGC o TMB, la ciudad se gastará este verano algo más de 16 millones de euros en obras.

El carril bici de Via Augusta estrangula la entrada de coches a Barcelona desde el Vallès

Política y urbanismo

Las obras del verano tienen una curiosa interpretación política, pues algunos de los proyectos en marcha -el carril bici de Via Augusta o el tranvía por la Diagonal- han protagonizado muchos de los debates de la pasada campaña electoral. La conexión ferroviaria ha afectado hasta ahora básicamente a la gran avenida, pero este verano tocará mancillar las calles del Eixample que cruzan la arteria. Es el caso de València, Mallorca y Aragó, que perderán carriles en su choque con la arteria para poder trabajar en el avance del ferrocarril urbano. En el caso de València, por ejemplo, entre el 30 de julio y el 10 de septiembre, es decir, con las escuelas ya empezadas, solo habrá un carril de circulación (se pierde el de bus y otro más para coches). La mejor opción durante esos días -o la menos mala-, bajar a Gran Via. O, directamente, no cruzar por el interior de la ciudad si no es imprescindible.

También Aragó padecerá momentos de estrés importante por el avance de las vías. El más relevante, entre el 16 de julio y el 3 de septiembre, cuando el eje pasará de cinco a dos carriles entre Marina y Nàpols, manteniendo un tercero para el transporte público y el vial ciclista, que sufrirá desvíos puntuales. Del mismo modo, las obras del tranvía afectarán a Sicília, Sardenya, Marina, calles que también tendrán cortes de tráfico y pérdidas de carriles en su maridaje con la calle más larga de la capital catalana. Pensarán que al otro lado de la ciudad las cosas estarán mejor. Pues no.

La Gran Via, en su entrada por el Llobregat, tiene prevista la pavimentación del carril bus, desde la la calle de la Química (casi la plaza de Cerdà) y la calle de Sant Germà (casi la plaza de Espanya), donde el peso de los vehículos de TMB ha creado tremendos surcos en el asfalto que causan no pocos sustos a las motos que invaden este vial. Por ahí deben pedalear los participantes de la Vuelta a España de este año. La etapa 7, para ser exactos, de 136 kilómetros de distancia y origen y final en la ciudad. Los ciclistas volverán a Barcelona tras una enorme vuelta metropolitana y usarán la Gran Via, que entre el 11 y el 16 de julio se quedará con un solo carril. En esta misma calle, y hasta finales de septiembre, se mantienen en marcha las obras para generar un nuevo carril bici en los laterales.

Ya veremos

Durante los meses de canícula, el consistorio trabajará en distintos tramos de ocho carriles bici: paseo de Maragall, Mallorca, Gran Via, Diagonal, Via Augusta, Independència, paseo Marítim y Còrsega. El de Via Augusta se podrá usar de punta a punta, desde la Diagonal hasta la calle de Dolors Monserdà, a nada de Collserola, el 15 de julio. Oriol Altisench, nuevo ingeniero jefe del Ayuntamiento de Barcelona, ha señalado este lunes, durante la presentación del catálogo de obras estivales, que este controvertido carril ciclista se mantiene por ahora tal y como estaba previsto. Aunque, ha añadido, "se evaluará una vez se ponga en funcionamiento".

Además del corte ya explicado en las líneas L4 de metro y T4 de tranvía, también Ferrocarrils se quedará sin servicio del 12 al 20 de agosto entre las paradas de Gràcia y Sarrià (S1, S2 y L6), que tendrán servicio de bus alternativo. Causa: renovación de las vías. También es negociado de Ferrocarrils todos los trabajos asidos a la prolongación de la L8, desde Espanya hasta Gràcia, con afectaciones en el tráfico del entorno del Clínic, sobre todo Villarroel, además de Urgell y Còrsega. Por último, una obra simbólica, la pavimentación de la plaza del Cinc d'Oros, la confluencia de la Diagonal y el paseo de Gràcia, con afectaciones en el tráfico entre el 27 de julio y la primera semana de agosto.

Al margen de lo que sucederá solo en verano, la ciudad mantiene abiertas y en marcha las zanjas en calles como Pi i Margall, la Meridiana o Via Laietana. Esta última, para poder dejar sitio al bus lanzadera que suple el corte de la L4 de metro, prolonga ligeramente su calendario de finalización de la primera fase, desde Urquinaona hasta Antoni Maura. Estará terminada a finales de septiembre, momento en que se espera que empiece la segunda fase del proyecto hasta el paseo de Colom.