Ampliar el parque de la Sagrera y soterrar vías de tren: las recetas de la FAVB para recoser el Besòs

'Recoser' es un verbo que se conjuga mucho en el borde norte de Barcelona, el que concentra barrios de renta baja que se desbordan más allá de los límites de la ciudad y cruzan el Besòs. Se habla mucho de recoser fracturas a un lado y otro del río, pero aún se practica poco en ese reverso de la metrópolis en permanente espera. Al menos así lo siente el movimiento vecinal, vigilante y aún escéptico sobre la efectividad de los programas, compromisos y decálogos que se suceden desde hace años para tratar de rescatar una franja que acumula tanto síntomas crónicos de pobreza y otros déficits por resolver.

“A todo el mundo se le llena la boca diciendo que el Besòs tiene que pasar a ser una prioridad política, pero de pasar a ser una prioridad solo verbal a tener los presupuestos para serlo en realidad hay un trozo muy importante”, ha distinguido el presidente de la Federació d’Associacions de Veïns i Veïnes de Barcelona (FAVB), Camilo Ramos. Para tratar de precipitar que de las palabras se pase a los hechos, la federación ha reclamado “un pacto entre todas las fuerzas políticas” para aliviar un territorio caracterizado por la “alta vulnerabilidad”, ha recordado Ramos, y que incorpora los barrios de Ciutat Meridiana, Torre Baró, Vallbona, Bon Pastor y Baró de Viver, entre otros.

Montcada cifra en 17,1 millones de euros anuales el coste de acoger infraestructuras y pide un régimen singular

Como potencial catalizador de la entente que pretende, la FAVB ha extendido una propuesta de plan estratégico urbanístico ante la inminente campaña de las elecciones municipales. Todos los partidos con representación en el Ayuntamiento de Barcelona acudieron a la llamada de la federación para examinarlo, excepto el PSC y el PP. El documento plantea posibles mejoras de las conexiones entre los barrios y los municipios que envuelven la desembocadura del río, fracturados y separados por polígonos industriales, carreteras y vías ferroviarias que enlazan con la urbe. 

Cuatro ejes

La propuesta de los colectivos vecinales de los barrios de la capital en el entorno del Besòs y sus homólogos de Montcada i Reixac y Santa Coloma de Gramenet se sintetiza en cuatro grandes ideas. La primera es ampliar el parque lineal de cuatro kilómetros que se desplegará sobre la losa que encajona las vías de la Sagrera hasta más allá del río para alcanzar Can Zam, en Santa Coloma. 

“Es urgente crear una mesa de reflexión sobre el parque lineal para recoser esa gran área con barrios que quedan separados. El parque es clave y no debe contribuir a separar más”, ha avisado Salvador Matas, arquitecto de la comisión de urbanismo de la FAVB. La federación también apremia a elaborar un estudio de movilidad del ámbito. “La reconexión es prioritaria”, ha blandido Matas. 

A su vez, el tejido vecinal aboga por unir los barrios de una margen y otra del río con sendas que prioricen a los peatones. La propuesta contempla también ampliar la rambla Prim hasta el mar y alargar el soterramiento de la red ferroviaria largamente pendiente en Montcada para cubrir tramos de la R2 y la R1 en Barcelona. A su vez, exhorta a desviar las vías del tren que atraviesa el litoral de Sant Adrià y Barcelona hacia el interior y sepultar las vías. “Es una necesidad. Los trenes no podrán pasar por la costa en 2050 a causa del cambio climático”, ha manifestado Ramos.

Otra línea de actuación que la FAVB defiende romper el aislamiento entre los barrios de montaña de un lado y otro del Besòs, distanciados por las grandes vías que los cruzan. Aparte de mejorar pasos existentes y perforar un túnel entre el polígono de Can Cuiàs y Vallbona, la federación sugiere recuperar los tres tramos inconexos del acueducto entre Ciutat Meridiana y Torre Baró. “Permitiría recuperar un patrimonio importante y generar conexión entre los dos barrios, que ahora no existe”, ha esgrimido Lisa Marrani, arquitecta colaboradora de la FAVB.

Por último, la federación pide remodelar los polígonos industriales que rodean al río. Por un lado, piden reformarlos para deshacer barreras que arrinconan a Bon Pastor y Baró de Viver, “encapsulados entre áreas industriales”, enfatizan. Por otro, apuesta por “regenerar los tejidos productivos más obsoletos” para dar oportunidades laborales y de formación, destaca Marrani.

“Son territorios que, en muchas ocasiones, están pendientes de actuaciones y las requieren con urgencia”, ha observado la arquitecta. “Cada vez que se produce una crisis económica, la situación social empeora mucho en estos barrios", resalta Ramos. Hay causas que tienen que ver con el nivel de rentas o el nivel de estudios, pero también marcan las fracturas urbanas y las infraestructuras que cortan los barrios entre sí, dentro de la misma ciudad, y en la conexión entre ciudades”, analiza.