Vermut

Anna Erra, en la cocina de campaña: "Hay que tratar a Aliança Catalana como a Vox, aunque sean independentistas"

Jéssica Albiach, en la cocina de campaña: "La política es una etapa, la próxima legislatura prepararemos el relevo"

Illa, Aragonès o Puigdemont: ¿Quién será president?

Así están las encuestas de las elecciones en Catalunya 2024

Anna Erra, en la cocina de los candidatos: "Hay que tratar a Aliança Catalana como a Vox, aunque sean independentistas"

ZOWY VOETEN Y BÁRBARA FAVANT

Carlota Camps

Carlota Camps

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Mejillones del Delta del Ebro, carpaccio de lubina, 'llonganissa' de Vic y un cóctel de fresas del Maresme con chocolate y un chorro de tequila. Este es el "curioso" vermut que ha decidido preparar la presidenta del Parlament y número cuatro de la lista de Junts+ Puigdemont x Catalunya, Anna Erra, para la ronda de entrevistas que EL PERIÓDICO ha organizado en la cocina del mercado de La Boquería en motivo de las elecciones catalanas del 12 de mayo.

Un menú de entrantes con mensaje político. Erra busca reivindicar los orígenes y los productos de proximidad, sin esconder que los mejillones son un "guiño" a su líder, Carles Puigdemont. Aunque reconoce que a ella le gustan más hervidos y acompañados de alguna salsa -la que ha elegido para la ocasión es de almendras- que con patatas, como se comen en Bélgica, lugar en el que su jefe de filas ha pasado más de seis años.

Con la comida se decanta por el quilómetro cero, pero su banda sonora tiene mucho más recorrido. En su lista de reproducción podemos encontrar "clásicos" de Police o Queen, música catalana actual al ritmo de Oques Grasses -por influencia de sus hijos- y de Els Amics de les Arts. Incluso ópera.

La cocina del día a día

No es mucho de cocinar, aunque le ha tocado hacerlo en el "día a día" por sus tres hijos. Ahora ya son mayores, dos de ellos viven fuera, y confiesa que en su casa quien concina es su marido. Ella le "ayuda" como una "buena pinche". Pero aunque no le guste cocinar, esto no va reñido con disfrutar de la comida. Sus platos favoritos son la escalivada y los canelones. Cuenta que quien los hacía siempre y "muy buenos" era su madre, pero que hora es su pareja quien ha tomado la batuta. "No hay reto culinario que se le resista, a mí me cuesta más", admite entre risas.

La cocina no es lo que más me gusta hacer en casa. A mi pareja sí. Yo soy un buena pinche y le ayudo con lo que haga falta

Tampoco le puede dedicar mucho tiempo. Cuando ejercía como profesora, un poco más, pero con su entrada en el mundo de la política -primero en el Ayuntamiento de Vic y ahora en el Parlament- los fogones se le resisten. "Tengo la suerte de que cuando llego por la noche la cena está hecha", comenta con cierto orgullo. Y muchas veces lo que sobra lo guarda en una fiambrera y se lo lleva a la Cámara catalana. Lo prefiere así antes que comer siempre fuera de casa.

Su rutina, cuando no tiene compromisos, es almorzar en el despacho con el equipo y bajar a hacer el café en el bar de la institución. Es consciente de que los precios de la cantina no tienen nada que ver con los del Congreso -el menú del día cuesta más del doble-, pero explica que se trata de concursos públicos y bromea con que en Catalunya "todo es más caro". "No nos llega todo el dinero, ni todas las inversiones que deberían", remata, añadiendo falca política.

Los contrincantes políticos

Sea dentro o fuera del Parlament, Erra asegura que iría a comer con "cualquier persona de ERC", "alguna gente de la CUP" y, de forma más "excepcional", también de los Comuns, aunque cree que ellos rechazarían la invitación. "Con un buen café seguro que podríamos contrarrestar cosas y en algo podrían darnos la razón", desliza. ¿Y con el PSC? "Sí, sí, también. Evidentemente", responde.

La actitud colabortiva se agradece en política, creo que es la actitud que tiene que haber en la Mesa del Parlament

En los 10 meses que ha durado su presidencia, Erra ha hecho un buen equipo con las vicepresidentas Alba Vergés (ERC) y Assumpta Escarp (PSC), a quien agradece su "colaboración" desde el inicio. "Es la actitud que tendría que haber más en las Mesas del Parlament", deja caer. No lo dice, pero se hace evidente la diferencia con la etapa liderada por su antecesora, Laura Borràs, marcada por las broncas constantes.

Las competencias en inmigración

De lo que no se ha librado, en cambio, es de las disputas con la extrema derecha de Vox. Reconoce que le ha costado encontrar el equilibrio entre libertad de expresión y "discursos de odio y discriminación". "A veces no eres suficiente rápida o lo eres demasiado. Unos se quejan por poco y los otros por demasiado", confiesa. Lo que tiene claro es que se tiene que ser muy "estricto" con sus vinculaciones constantes entre inmigración y delincuencia. Y, si en las elecciones catalanas Aliança Catalana obtiene representación en la Cámara, considera que se tiene que actuar del mismo modo que con Vox, "por muy independentistas que sean".

El que la hace la paga, sea recién llegado o tenga los ocho apellidos catalanes

En los últimos meses, Junts ha empezado a abordar el fenómeno de la inmigración, pero Erra rechaza que su discurso de "derechos y deberes" vaya vinculado a la expulsión de inmigrantes que delincan. "Nosotros tenemos claro que el que la hace la paga. Sea recién llegado o tenga ocho apellidos catalanes", alega.

El baloncesto y la igualdad

De joven, Erra jugaba al baloncesto. Un deporte que, en aquel momento, aún era más considerado de hombres que ahora. Explica que en Vic costó de "digerir" que el equipo femenino jugara en categorías superiores al masculino y admite que tuvieron que sortear varios "obstáculos". "Solo había un pabellón y, para jugar en la pista buena, teníamos que entrenar a las 11 horas de la noche, porque los hombres les tocaba a las ocho y media", recuerda, mientras acepta que la situación ha cambiado, pero no lo suficiente.

También en el mundo de la política tuvo que romper barreras. Erra fue la primera alcaldesa de la capital de Osona y tuvo que "demostrar que una mujer también era capaz de llevar la ciudad y que no haría ningún disparate". "A las mujeres siempre se nos exige más, se nos mira con lupa", lamenta, mientras reconoce haber tenido que luchar contra "comentarios de algunas generaciones" e incluso "internamente" para no tener "mala consciencia".

Siempre digo que me gustaría acabar mi carrera haciendo de profesora, pero ya se verá

A la pregunta de si repetirá como presidenta, Erra dice que ha sido un "gran honor" y un "privilegio" que no se esperaba, pero ahora, explica que la prioridad es conseguir la presidencia de la Generalitat. ¿Y cómo consellera? Entre risas afirma que no "aspira" a nada y que está a disposición del partido, una respuesta de manual. Añade que le gustaría acabar su carrera profesional volviendo a ejercer de profesora, aunque admite que la política y el Parlament muchas veces también son un patio de escuela. "Ya se verá", concluye.

El vermut

Ingredientes:

  • Mejillones del Delta del Ebro con aceite, ajo, sal, perejil, vinagre, almendras y una pizca de agua de la cocción
  • Carpaccio de lubina con tomate, albahaca y chalotas
  • Cóctel de fresas del Maresme con chocolate de Lluc Crusellas, tequila, azúcar moreno, menta y hielo picado
  • Pan con tomate, 'llonganissa' de Vic y aceite de Les Borges Blanques

La presidenta del Parlament y número cuatro de la candidatura Junts+ Puigdemont x Catalunya, Anna Erra, preparó para EL PERIÓDICO un "curioso" pica a pica con productos de proximidad. Primero hirvió los mejillones y, con la ayuda del minipimer, preparó la salda de almendras. Cortó la lubina en finas lonchas y la aliñó con tomate, albahaca, chalotas y un poco de aceite y sal. Para el cóctel, también usó el minipimer para trocear las fresas y mezclarlas con el azúcar moreno. Le añadió un chorro de tequila, unos trozos de chocolate de Lluc Crusellas -un joven pastelero de Vic que ha sido condecorado como el mejor maestro chocolatero del mundo- y lo decorado con unas hojas de menta. Todo ello acompañado de una 'llonganissa' de Vic. Su preparación no tuvo secreto, pero el sabor era exquisito.

Suscríbete para seguir leyendo