Reordenación del puerto

El Port de Barcelona planea "desdoblar" el puente Porta de Europa cuando traslade ferris y cruceros al Adossat

Lluís Salvadó: "Nos arremangaremos para cambiar la percepción de los cruceros"

Barcelona tendrá en 2023 un 58% de cruceristas iniciando ruta en la ciudad

Imagen de archivo del puente Porta d'Europa abierto.

Imagen de archivo del puente Porta d'Europa abierto. / VICENS FORNER

Patricia Castán
Cristina Buesa
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La rotunda transformación que vive el Port de Barcelona, espoleada por la celebración en 2024 de la Copa América de Vela, alcanzará a uno de los elementos más singulares de la infraestructura: el puente Porta d'Europa, que tendrá que ser ampliado en los próximos años para absorber las nuevas necesidades de movilidad hacia el muelle Adossat. Esta construcción basculante inaugurada en 2000 es la mayor del continente de estas características y supone la única forma de llegar por tierra al Adossat, donde atracan los grandes cruceros. El presidente del Port, Lluís Salvadó, afirma a este diario que será un paso necesario para el nuevo caudal de pasajeros de ferris y cruceros, cuando toda la actividad se concentre allí en un plazo de tres años. Para entonces, el puerto tendrá que plantear "desdoblar" esta vía.

El puente consta de una estructura móvil en acero a base de dos hojas a 22,5 metros de altura, apoyadas sobre dos pilastras en la dársena. Se abre por la mitad en plano vertical para permitir el paso de embarcaciones, con un canal de navegación de 100 metros entre ambas. Permite pues el acceso de naves de grandes dimensiones, aunque las de menos de 19 metros de alto pueden traspasarlo sin tener que abrirlo.

Pero su protagonismo crecerá a corto plazo. La concentración de la actividad de pasajeros en el muelle Adossat es el eje del acuerdo alcanzado en 2018 entre puerto y ayuntamiento, para separar el trajín de naves de la primera línea marítima por motivos medioambientales y también para ganar espacio de usos ciudadanos a pie de Ciutat Vella. De ese modo, los cruceros que ahora recalan en el muelle de Espanya o en el de Barcelona (los más pequeños y lujosos) pasarán a operar solo en terminales del Adossat, al igual que sucederá con los ferris.

Ese objetivo, que se ha acelerado con motivo de la Copa América, se traducirá en el trasvase de la actividad de cruceros a finales de este año, y de los ferris en los próximos. De momento, Balearia tendrá una reubicación provisional, pero Salvadó calcula que su nueva construcción en el Adossat, antes ocupada por una terminal multipropósito (de usos mixtos, de contenedores y pasajeros) estará acabada en unos dos años. Cabe recordar que la actividad de ferris alcanzó 1,6 millones de usuarios en 2022, cerca de la cifra de cruceristas (2,3 millones de movimientos, que corresponden en realidad a 1,65 millones de viajeros, por los que acaban e inician ruta).

"Desdoblar" para encajar la nueva afluencia

De ese modo, cuando desaparezca la actividad industrial y se focalice la de viajeros, el volumen de usuarios del puente para acceder al Adossat se multiplicará, pero sobre todo lo hará el de vehículos, ya que buena parte de usuarios de los transbordadores llevan su propio coche. Además de los camiones de mercancías que embarcan para trasladarse a Baleares e Italia, entre otros puntos.

El presidente del Port tiene claro que en un par de años tendrán que "plantear la ampliación del puente", que ya consta en la "planificación del Port de Barcelona". Se hará en un momento "no lejano". Y recuerda que dos años para el puerto, acostumbrado a obras de gran calado, es muy poco tiempo. "Se tendrá que desdoblar", precisa, para evitar la congestión de la movilidad en la zona. No hay presupuesto ni proyecto, pero sí la certeza de que es una ampliación natural para el buen funcionamiento del nuevo epicentro del pasaje.

Cuando hacia 2026 culmine esa concentración en el Adossat, constará de siete terminales, de las que tres son públicas. Habrá finalizado la que construye la naviera MSC, y también la terminal G, que inicialmente abanderaba el grupo Royal Caribbean, pero por la que también se interesaron Norwegian Cruise Line, Viking Ocean Cruises y Virgin Cruises, quienes cuestionaron el proceso de licitación por vía judicial, hasta que el Port lo suspendió hace unos días. Salvadó afirma que están analizando las nuevas bases, donde posiblemente ganará puntos quien garantice más operaciones de inicio y final de ruta (puerto base) en Barcelona, frente a las meras escalas de solo unas horas. El propósito es mantener el calendario previsto. Y recuerda que detrás de cada terminal hay inversiones de más de cien millones de euros entre capital público y privado.

Más competitividad como puerto base

Con siete terminales de última generación y grandes comodidades para el embarque y desembarque de pasajeros con equipajes, Salvador da por hecho que será más fácil avanzar hacia el 75% de la operativa como puerto base, frente al actual 58%. Este tipo de usuarios suelen pernoctar alguna noche en hoteles de la ciudad, realizan un gasto mucho más alto y un turismo mucho menos concentrado en Ciutat Vella, al disponer de más tiempo.

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