Contaminación acústica

Vecinos de varios barrios de Barcelona se movilizan contra el ruido

Raval, Enric Granados, Barceloneta, Gràcia y Poblenou, unidos por el insomnio causado por "la ocupación desmesurada del espacio público de la industria turística y del ocio nocturno", se concentrarán el próximo 16 de junio en Sant Jaume

Manifestación de los vecinos de Ciutat Vella por el derecho al descanso y contra el botellón.

Manifestación de los vecinos de Ciutat Vella por el derecho al descanso y contra el botellón. / ELISENDA PONS

Helena López

Helena López

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Desde su rincón privilegiado en La Repla, Lourdes López no es solo una espectadora de lujo de todo lo que pasa en la Barceloneta -que no es precisamente poco-, sino que es también una suerte de defensora (informal) del pueblo. Todos vienen a su puesto no solo a comprarle un cupón -además de indiscutible líder vecinal, Lourdes es también vendedora de la ONCE- , sino a contarle sus penas, en no pocas ocasiones vinculadas al hecho de no haber podido pegar ojo la noche anterior a causa de la presión turística y del ocio nocturno bajo la que vive el barrio. "Desde febrero estamos en todo el apogeo; otra vez. Aquí no ha habido en ningún momento un parón grande. En febrero ya empezó, en Semana Santa fue apoteósico, y aquí seguimos, aterrorizados con lo que pueda pasar este verano", explica la portavoz de la asociación de vecinos L'Òstia de la Barceloneta, barrio que este martes ha amanecido, además, con la resaca de los Coros.

"Los vecinos del Front Marítim hoy mismo dicen que había tiendas de campaña y todo en la playa -prosigue esta vecina-; y la calle de Almirall Churruca es un avispero. Hoy mismo a las cinco y media de la mañana había una pelea allí, tres coches de mossos...", continúa.

Ambiente en la plaza de la Virreina, en Gràcia.

Ambiente en la plaza de la Virreina, en Gràcia. / MANU MITRU

Por todo ello -"botellones, terrazas, bicitaxis...", L'Òstia es una de las 30 asociaciones que se han sumado a la Xarxa Veïnal Contra el Soroll para convocar una concentración en la plaza de Sant Jaume el próximo 16 de junio a las siete de la tarde, "por el derecho al descanso; por una cuestión de salud".

La nueva red vecinal, y la convocatoria, nació en una asamblea convocada hace pocas semanas en el Ateneu Enciclopèdic. El origen fue la comisión de ruido de la Xarxa Veïnal del Raval, que lleva mucho tiempo preocupada y trabajando el asunto. "En el barrio tenemos detectados tres fenómenos concretos: el ocio y los bares, los botellones y el skate", resume Miquel Prats, miembro de la red y vecino de la calle de Joaquín Costa, "donde en 68 números tenemos 34 bares o similares", denuncia.

Mirando las redes sociales vieron que su problemática era compartida -con infinitas variantes- en muchos otros puntos de Barcelona donde descansar es una utopía y empezaron a tirar cañas: el triángulo golfo del Poblenou, en Enric Granados, en varias plazas de Gràcia... Convocaron una primera asamblea en el Raval y reunieron a 25 entidades y vecinos individuales. Una asamblea pesada, ya que todo el mundo tenía muchas ganas -y muchas veces necesidad- de explicar su caso, su pesadilla, pero en la que vieron claro que era necesario hacer alguna cosa. En la segunda fueron 30.

"El verano pasado fue muy duro. Vivimos encerrados en casa, y ahí también hay una cuestión socioeconómica. Los que nos podemos permitir tener doble cristal en las ventanas y aire acondicionado, podemos encerrarnos en casa y aislarnos, pero en el Raval hay muchos vecinos que no pueden permitirse eso, y los antidepresivos, los ansiolíticos y los problemas de salud mental vinculados a no poder descansar están a la orden del día", reflexiona Prats.

"Peor que antes de la pandemia"

Jordi Badia es otro de los vecinos que no dudó un segundo en acudir a la convocatoria de la Xarxa Veïnal del Raval. Vive en Enric Granados, uno de los puntos de la ciudad con mayor concentración de terrazas. "Tenemos 114 edificios de vecinos y 116 licencias terrazas", resume este miembro de la plataforma SOS Enric Granados, a ojos de quien este año está siendo "peor que el pasado". "Tenemos más ruido que antes de la pandemia. Se han abierto nuevos establecimientos que ya tenían licencias concedidas previamente. Hay tramos en los que es brutal. Provença y Mallorca. No son solo las terrazas y la gente, tenemos ya bares musicales con horario nocturno que cierran a las tres de la madrugada. Cuando a las tres de la madrugada sale la gente de los locales, te puedes imaginar", relata.

"Niveles inaceptables"

Según un estudio de la Agencia de Salud Pública de Barcelona hecho público el mes pasado, el 57% de los barceloneses convive con niveles de ruido inaceptables. 210.000 barceloneses (el 16% de la población) sufren una molestia intensa (afectación emocional, psicológica y social severa) y más de 60.000 padecen un trastorno grave del sueño a causa de la exposición continuada al ruido del tráfico; y el ocio nocturno es el segundo gran foco de ruido; por lo que el Ayuntamiento de Barcelona ha creado una lista de zonas tensionadas acústicamente en horario nocturno: 11 puntos de la ciudad en los que el ocio nocturno genera problemas de salud a sus vecinos.

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