Colectivos vulnerables

Más de 200 jóvenes migrantes viven en la calle en Barcelona

El Síndic de Greuges de Barcelona pide asesoramiento jurídico y soluciones residenciales para los migrantes que al cumplir los 18 años acaban desamparados

Menas: un niño de la calle duerme bajo una sombrilla en un campamento de la montaña de Montjuïc

Menas: un niño de la calle duerme bajo una sombrilla en un campamento de la montaña de Montjuïc / Albert Bertran

Elisenda Colell

Elisenda Colell

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Unos 200 jóvenes que llegaron a España desde Marruecos y fueron tutelados por la Generalitat están hoy desamparados y viviendo en las calles de Barcelona. Una situación dramática que aún puede ser peor: la de los adolescentes menores de edad que no están cuantificados, pero viven en campamentos en la montaña de Montjuïc. Es la radiografía que el Síndic de Greuges de Barcelona, David Bondia, ha hecho esta tarde en una rueda de prensa en la que ha dado a conocer el estudio 'La situación de los jovenes migrantes sin referentes familiares en la ciudad de Barcelona'. El síndico ha reconocido los esfuerzos del ayuntamiento, pero ha añadido que son "insuficientes" y pide a todas las administraciones que traten a los jovenes migrantes como personas con derechos.

Desde el año 2015, cerca de 9.000 niños, la mayoría procedentes de Marruecos y Argelia y tras una penosa travesía en patera, han llegado a Catalunya. La primera acogida de estos menores se demostró insuficiente, ya que muchos de ellos acabaron durmiendo en el suelo de la Fiscalía de Menores de Barcelona y las distintas comisarías catalanas. A partir de entonces, estos niños han ido creciendo y al cumplir la mayoría de edad se han encontrado con una ley de extranjería que les impedía trabajar legalmente y, en consecuencia, poder regularizar su situación. Hace apenas siete meses el Gobierno central modificó el reglamento de la ley para permitirles el acceso al permiso de trabajo a los 16 años. Pero para muchos de ellos esta regularización les ha pillado tarde. "Han terminado en la exclusión más extrema, sin acceder a ningún derecho", ha subrayado el Síndic.

Según los datos de la Generalitat y de los educadores de calle en Barcelona, en 2020 eran 150 migrantes extutelados entre 18 y 23 años los que estaban en situación de sinhogar en Barcelona. "Un 14% de ellos tienen plaza en albregues municipales, pero muchos otros están en la calle o en lugares insalubres, como naves abandonadas", ha detallado Bondia. Dos años después, son 200 los que se encuentran en esta situación, a pesar de que en la ciudad la Generalitat dispone de 279 plazas de acogida en pisos de inserción para estos jóvenes. "Claramente son insuficientes: estamos hablando de chicos que están atravesados por múltiples vulnerabilidades y necesitan apoyo de las administraciones", ha señalado el Síndic.

Los campamentos en Montjuïc

Estos datos reflejan la realidad de los jovenes extutelados en Catalunya que se encuentran en esta situación. Pero desde la sindicatura afirman que son muchos más. "Sabemos que hay chicos que han sido tutelados en otras ciudades españolas y llegan a Barcelona buscando oportunidades", ha agregado. También destaca la penosa situación de los niños que viven en chabolas en la montaña de Monjuïc, una situación que hace más de tres años que se está cronificando. El síndico tiene previsto visitar estos asentamientos para conocer de primera mano esta realidad.

Aparte de plazas para su acogida, la sindicatura pide varias medidas para acompañar a estos jóvenes hasta la vida adulta autónoma. "Desde el primer momento en el que llegan aqui debemos asumir que son nuestros jovenes, y que tienen los mismos derechos que cualquier otro ser humano", ha insistido el Síndic. Proponen que el Servei d'Atenció a Inmigrants, Emigrants i Refugiats de Barcelona (SAIER) tenga un espacio de asesoramiento jurídico para ellos y piden ayudas específicas para su salud mental. El reto, lograr que tengan sentimiento de pertenencia de Barcelona.