Estudio de movilidad

El RACC avisa de que el plan de ejes verdes de Barcelona traerá un caos circulatorio

Según esta entidad, las colas crecerán un 55% en en Eixample cuando el proyecto de supermanzanas esté terminado en 2030. El club automovilístico pide coordinar el calendario de pacificación de calles con las mejoras en Rodalies

tráfico

tráfico / Manu Mitru

Carlos Márquez Daniel

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hay pocas cosas tan sagradas como el modo de moverse por la ciudad. Sagradas y rocosas, porque cuando un hábito se ha adquirido, no es nada fácil modificarlo. Son rutinas que marcan el día a día, que permiten calcular los tiempos y, en definitiva, organizar la vida. Por eso cuando se abre una ventana de cambio, son muchos los que intuyen un peligro. Sucede que con el diseño de los 21 ejes verdes en el Eixample, que deben desplegarse entre 2023 y 2030, muchas calles que hoy forman parte de la red básica de circulación pasarán a ser lugares de paso para vecinos y servicios. Y la pregunta es inevitable: ¿Podrá el resto de la ciudad absorber toda esa cantidad de tráfico derivado? El ayuntamiento considera que sí, porque el tránsito hacia medios de transporte más sostenibles es una realidad creciente en los últimos años, a pesar de la pandemia. El RACC, que este jueves ha presentado un estudio, considera que de ninguna manera. Es más, según el club automovilista, ahora reconvertido en un 'mobility club', se viene un atasco monumental.

Según los cálculos de esta entidad, las colas en el Eixample crecerán un 26% a partir de 2023 (cerca de 18,5 kilómetros de longitud frente a los 14,6 actuales en hora punta), pero la cosa será peor en 2030, cuando el plan de supermanzana Barcelona esté completamente desplegado. Según el RACC, entonces el incremento será del 55%, con casi 23 kilómetros de atascos. Las calles que más sufrirían, siempre según este análisis, son Comte Urgell y su continuación en avenida de Sarrià, Gran Via y Consell de Cent. En menor medida, la Diagonal y Aragó.

Ambiente en la supermanzana de Sant Antoni, este jueves de nubes y tiempo regulero

Ambiente en la supermanzana de Sant Antoni / Ferran Nadeu

El estudio se basa en la intensidad media diaria de vehículos (paso de coches en un tramo concreto) y traslada el flujo, en base a los cortes de tráfico que irá generando la mancha de 21 ejes verdes, al resto de la malla de circulación que no sufrirá modificación alguna. Para entendernos, la idea es que la misma agua que baja por un río, si se corta el cauce, busca y ocupa otros espacios. El estudio, sin embargo, aunque aporta datos sobre la evolución de la cuota modal (el análisis del medio que usamos para movernos), que no es precisamente para lanzar cohetes, parece no tener en cuenta que en esta década está previsto terminar, entre otras cosas, la línea 9 de metro y la conexión del tranvía por la Diagonal. Lo primero debería ser una realidad en 2029, tal y como avanzó en diciembre de 2020 el entonces 'conseller' de Territori, Damià Clavet. Lo segundo tiene prevista para el año que viene la obra de conexión entre Glòries y Verdaguer, para cometer después lo que queda hasta Francesc Macià.

Demasiado optimismo

Lo que sí pone de manifiesto el RACC, y de ahí debe partir buena parte de su desconfianza, es el exceso de optimismo municipal de los últimos años en materia de movilidad sostenible. El plan de movilidad 2013-2018, por ejemplo, prometía reducir en un 21% el uso del automóvil. Apenas se llegó al 1%. Pero hay luces, como el récord histórico de validaciones en el transporte público en 2019, antes de la pandemia, al lograr 627 millones de viajes, un 2,1% que el año anterior. El bus fue el que más creció, un 4%, seguramente porque por fin estaba completamente desplegada la red ortogonal de autobuses. También Ferrocarrils registró su mejor marca personal. A todo ello hay que añadir el crecimiento que está experimentando el uso de la bicicleta y el patinete (los ciclistas, por ejemplo, fueron en septiembre un 22,5% más que los registrados el mismo mes de 2020).

Pasajeros y un informador de Rodalies junto a un tren, en la estación de Sants.

Pasajeros y un informador de Rodalies junto a un tren, en la estación de Sants / SERGI CONESA

A favor de la tesis del RACC, la encuesta que acompaña su estudio y que aporta un dato revelador: el 80% de los vehículos que circulan por el Eixample vienen de fuera de Barcelona. Así que por mucho que dentro de las rondas se presuma de mejoras vinculadas al transporte público, la cosa no está ni mucho menos tan clara para los que llegan desde el área metropolitana o más allá. Por eso el automóvil club reclama al ayuntamiento "coordinar su calendario" de despliegue de ejes verdes con las mejoras previstas en el plan de Rodalies 2021-2030, que prevé una inversión de 6.346 millones de euros en el ferrocarril de Catalunya. Solicitar esto, y aunque no lo han vocalizado durante la rueda de prensa de este jueves, equivale en la práctica a pedir que el plan de ejes verdes se retrase 10 años, siempre en el caso de que el Estado haya cumplido su palabra, cosa que ya es mucho pedir si se tienen en cuenta la retahíla de promesas incumplidas en materia de trenes a este lado del Ebro.

Zonas confrontadas

A favor también del RACC el estudio que la semana pasada presentó el Barcelona Supercomputing Center sobre contaminación en las calles. Según este organismo, citando textualmente su dictamen, "sin una reducción significativa del tráfico, el impacto de medidas como las supermanzanas o el urbanismo táctico tienen un efecto rebote en las zonas confrontadas". Es decir, la polución apenas varía en las zonas pacificadas pero se dispara en las calles receptoras del atasco. no lo ve igual el consistorio, que a principios de septiembre presentaba un informe sobre humos en la supermanzana de Sant Antoni, con estos resultados: reducción del 25% de presencia de NO2 y del 17% de partículas en suspensión (PM10).

Como solución, el RACC también propone impulsar 'park&rides' en estaciones de trenes cercanas a Barcelona o impulsar un nuevo método de reparto de mercancías para evitar, entre otras cosas, que la mitad de los transportistas vayan con la furgoneta vacía. Pero en resumidas cuentas, imploran que no se avance en la pacificación de calles sin resolver antes las alternativas al vehículo privado. El consistorio echará una ojeada al estudio, pero nada parece indicar que vaya a poner el freno de mano a su plan de ejes verdes. Cómo evolucionará el tráfico, que ya está en niveles prepandemia, es una incógnita. Para el RACC y para el ayuntamiento.