DERECHO A LA VIVIENDA

Activistas de Vallcarca reabren el edificio de Francisco, el anciano desahuciado de forma ilegal

Pese a que hasta el Supremo declaró nulo el desahucio de Francisco Sánchez, hombre de 80 años que hacía 40 que vivía en la finca, este no pudo volver porque el fondo propietario había destrozado la vivienda.

El Sindicat de l'Habitatge de Vallcarca ha hecho pública este jueves la ocupación del bloque para rehabilitarlo, devolverle su casa a Francisco y habilitar el resto de pisos de la finca a familias vulnerables.

Activistas custodian la vivienda de la calle de Maignon, 6.

Activistas custodian la vivienda de la calle de Maignon, 6. / LAURA GUERRERO

Helena López

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El 6 de la calle de Maignon es una de esas direcciones que han pasado a la historia de la lucha por el derecho a la vivienda en la ciudad, como Hospital, 99, o Entença, 151. El edificio, relativamente bajo, situado en una calle estrecha pocos metros por encima de la plaza de Lesseps, acogió durante 40 años el hogar de Francisco Sánchez. Nombre que es también ya un icono en la batalla por el derecho a la ciudad. Un hombre de 80 años que fue desahuciado sin previo aviso tras la compra por parte de un fondo inversor del piso en el que llevaba viviendo décadas. Un desahucio declarado nulo por la justicia, sentencia ratificada por el Tribunal Supremo.

Este jueves la finca ha vuelto a ser noticia, no porque Francisco haya podido volver a casa, sigue en Madrid, donde vive junto a su hermano tras no encontrar alternativa en la ciudad tras su expulsión, pero sí porque le han abierto la puerta para que, si lo desea, pueda hacerlo. 

Los encargados de dar el paso -y la patada- han sido los miembros del Sindicat d’Habitatge de Vallcarca, quien han hecho publica la ocupación –“la expropiación”, según sus términos- del edificio, en estado de absoluto abandono desde que echaron a Francisco, antes de la pandemia, ya que la intención del fondo inversor propietario fue siempre derribarlo para sustituirlo por una construcción de pisos de lujo, como pretendía hacer también en el solar de al lado, que en este caso sí llegó a derribar, aunque nunca a construir. De hecho, tras las chapas que lo rodean, hace algunas semanas aparecieron algunas barracas.

“El Sindicat d’Habitatge de Vallcarca ha entrado en el edificio para decirle a Francisco que puede volver a vivir a su casa cuando quiera y para realojar, en el resto de viviendas, a familias vulnerables del barrio que actualmente están en situación de infravivienda. El Sindicat hace lo que no ha sido capaz de hacer ni el ayuntamiento ni la justicia: devolverle la casa a Francisco”, ha leído frente al edificio una portavoz del colectivo.

Rehabilitación en marcha

Por delante tienen varios retos. El primero es afianzar la ocupación. Por el momento, hasta este lunes no habían hecho pública la ocupación, no les han venido a identificar. El segundo es ir rehabilitando piso a piso para poderlos abrir a las familias que los necesitan. De hecho, uno de los motivos que alegó la propiedad para no devolverle el piso a Francisco después de que la justicia declarara el desahucio nulo fue el mal estado del mismo. Unos destrozos que, por otro lado, causó la propia propiedad precisamente para evitar que el piso fuera ocupado una vez lo había vaciado de vecinos.

Hemos entrado al edificio con arquitectos que colaboran con nosotros y nos han confirmado que el edificio no tiene daños estructurales. Tenemos una opinión técnica que nos confirman que el edificio es habitable”, indica la portavoz del colectivo, que ha estado arropado en la presentación por algunos de los vecinos de Francisco, no del bloque, donde ya habían sido todos expulsados, sino de las fincas de al lado. En el Sindicat d’Habitatge de Vallcarca son manitas y están acostumbrados a arreglar casas con sus propias manos, ese no será para ellos el principal problema a afrontar.