¿Acabará Laporta abrazado a Tebas y Ceferin?

¿Qué día se dará cuenta Joan Laporta que Florentino Pérez no es un buen compañero de viaje? ¿Qué día se dará cuenta el intrépido presidente azulgrana que el todopoderoso ‘propietario’ (o casi) del Real Madrid está jugando con él, simplemente para que se mantenga como el único apoyo que le queda en defensa de la variante y voluble Superliga? ¿No tiene Laporta la impresión, como tiene buena parte de la afición culé, no me refiero al entregado Camp Nou, no, que muchas de las cosas que le están pasando es por mantener esa postura tan atrevida, que, tratándose del riquísimo y poderoso Real Madrid, podría tener sentido pero que, en el caso del débil y acosado Barça, podría significar la palada definitiva a una situación económico irreversible?

Florentino Pérez, que, digámoslo de una vez, tampoco está disfrutando de la mejor temporada de su presidencia (como sea eliminado mañana en el Camp Nou, igual se queda sin títulos importantes), ya hizo trampa con su postura en el ‘caso Negreira’. Los hay, incluso, que defienden que, en el ‘caso Limak’, se puso del lado de sus colegas (perdedores) de Ferrovial, FCC y Acciona y, cuentan que, tal vez, tuvo algo que ver, dicen, no sé, en el descubrimiento de que la Fiscalía investigaba al Barça. Ya no hay comidas de hermandad en el Botafumeiro, ni en Via Venetto, ni en el lujoso Zalacaín. Buena señal. Laporta va viendo la luz.

'Pit i collons'

Y es que, junto al acoso de Javier Tebas con el tema del límite salarial y demás (hay gente en el Barça que defiende que los números y las pautas que dicta el presidente de la patronal, apoyado por 18 de los 20 clubs que forman LaLiga, son mucho más ciertos y reales que los que defiende Laporta), la aparición de la mano castigadora e imprevisible de Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, que le encantaría tomar al Barça como chivo expiatorio, ha colocado a Laporta en la peor situación posible, mantenga o no su postura inicial de ‘pit i collons’, muy popular, muy demagógica, pero, tal vez, muy poco real.

No hay que ser muy listo para pensar que de la unión con Florentino Pérez, que debe odiar, digo, no sé, supongo, al Barça en la misma medida e intensidad que Joan Laporta desea el fracaso del Real Madrid, no puede salir nada bueno para los culés. La prueba está en que dos personajes de la fuerza y, sobre todo, influencia en el mundo del fútbol (español y europeo) de Tebas y Ceferin, parecen haber decidido apretar, asfixiar, acorralar y amenazar al Barça por tierra, mar y aire en un momento, insisto, en que el club azulgrana no tiene (de momento) defensa alguna.

Ni que decir tiene que si Laporta soltase amarras en su enamoramiento de Florentino (a quien ya hizo caso al rechazar el acuerdo CVC y perdió a Leo Messi, al que ahora ha empezado a rezar mil novenas para que se digne volver gratis o a comisión) y se olvidase del sueño millonario de la Superliga abrazando la Champions, tal vez los que le acosan ahora verían con buenos ojos los próximos fichajes del Barça y, quien sabe, mirarían hacia otro lado por los pagos a Negreira.

No conozco culé alguno al que le guste que Laporta se abrace a Florentino. Ni siquiera que le invite a comer. Y menos pagando el Barça.

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