En la campaña de los precandidatos (6)

Víctor Font, en el corazón de la tormenta perfecta

Lleva más de siete años preparando su proyecto

Sus grandes activos (Xavi y Jordi Cruyff) son ahora patrimonio del club

Combate contra el recuerdo de la obra que levantó Laporta

"Nostalgia contra futuro", sostiene Font para suceder a Bartomeu

Vive su primera campaña electoral tras una lenta inmersión en el universo culé

FC Barcelona s presidential candidate Victor Font attends an interview in Barcelona  Spain  November 17  2020  REUTERS Albert Gea

FC Barcelona s presidential candidate Victor Font attends an interview in Barcelona Spain November 17 2020 REUTERS Albert Gea / ALBERT GEA

Marcos López

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No hay ni un socio aún en la sede. Es demasiado pronto. Primera hora de la mañana, pandemia, confinamiento municipal, ciudad atrapada y detenida desde hace meses por un virus que ha cambiado la vida a todos. A él, también. No está físicamente, pero su imagen aparece por todos lados. Un voluntario aguarda tranquilo la llegada de algún aficionado azulgrana para depositar la firma, el tesoro más buscado estas últimas semanas, en apoyo de Víctor Font.

Detrás de una gran cortina gris se esconde la sala de trabajo de un hombre de Granollers (48 años) metódico, perfeccionista, obsesivo y disciplinado, al que todavía no se conoce demasiado, a pesar de que lleva más de siete años elaborando su proyecto. ¡Sí, siete años!.

Se asomó en el 2003 con Soriano, estuvo con Ingla en el 2010 y renunció a presentarse en el 2015 antes de intentar llegar a la presidencia en el 2021

Es un recién llegado a la cima del universo culé, aunque se asomó en el 2003 ayudando a poner en marcha el círculo virtuoso de Laporta. Pero su conexión era más con Ferran Soriano, actual CEO del City Football Group, con quien había compartido aventura profesional. Pero era tan tímida su aportación que no tuvo visibilidad.

Ha vivido en Dubai durante 15 años, donde tenía su empresa de telecomunicaciones, antes de retornar a su Granollers natal

En el 2010, ya con Marc Ingla, se escuchó con más asiduidad su nombre. Pero no había penetrado en el entorno. Ni siquiera cuando en el 2013 acude a una cita con Juli López, exjugador azulgrana, hermano de Gerard y Sergi, que le cambia el panorama. “Ahí, en esa charla, comenzó todo”, recuerda entonces el socio, luego precandidato y la semana que viene, si supera el corte de las 2.257 firmas, será ya candidato.

El hombre que estaba instalado en Dubai desde hacía 15 años, dirigiendo Delta Partners, su empresa de telecomunicaciones, regresó a Catalunya abandonando su otro hogar. "Se podría decir que yo vivo en un avión", recordaba antes de volver al Vallés Oriental, entrando así en el corazón de “la tormenta perfecta”.

Trabajo elaborado

Lleva meses diciendo Font que el Barça está “en una tormenta perfecta por la crisis deportiva del equipo, la económica, el futuro de Messi”, sin reparar entonces que la pandemia iba a dar otro toque más negro a ese escenario tenebroso que sacude al Camp Nou, más que un estadio es ahora un gigantesco fantasma, una inmensa y solitaria mole de cemento que se cae en algunos sitios, castigada como está por sus más de 60 años de vida. No imaginó, sin embargo, Font que él estaría ahora mismo en el interior de ella, sacudido por su virulencia.

Tenía todo preparado y pensado. Todo, excepto que se presentara Laporta

Preparó durante siete años y medio su proyecto, basado en “el talento de Xavi” como eje deportivo, acompañado por Jordi Cruyff en la dirección deportiva, aunque el fragor de la campaña convierta lo que eran “activos suyos” en “patrimonios” del club, capaces de ser absorbidos por su gran adversario en la contienda: Joan Laporta.

Tenía Font trabajado todo. Todo, excepto que el expresidente acudiera a la cita electoral del 2021, pensando que el fracaso del 2015 (el tridente y triplete de Bartomeu tumbó a Laporta) le dejaría ya fuera de la circulación. Y para siempre. En aquello comicios, el empresario de éxito, ejerce de consultor vinculado al sector de las telecomunicaciones, medios y tecnología, oteó el panorama y decidió no acudir. Laporta sí fue y perdió.

El favoritismo de Laporta

Ahora, en cambio, enganchado al recuerdo de su fantástica obra, arropada por Cruyff y sublimada por Guardiola, el expresidente (2003-2010) se ha disparado como favorito. Y Font no tiene obra alguna construida en el Barça. Posee una idea. Pero necesita ganar para plasmarla y tiene enfrente al mejor candidato, que conoce y domina como nadie el escenario, al que le resulta imposible seguir su ritmo.

Errores con Koeman, Griezmann, la selección española en el Camp Nou y el fugaz fichaje de Jordi Majó han marcado su inicio de campaña

No ha empezado la campaña aún oficialmente y los “peajes”, en forma de errores, quedan grabados en esos días de contienda. Desde aquella frase sobre Koeman (“ni aunque gane el triplete se quedará”) a una desafortunada opinión sobre Griezmann (“su fichaje no se debería haber hecho”) pasando por esa pregunta políticamente poco correcta (“¿por qué no puede haber un partido de España en el Camp Nou?”) concluyendo en la extraña e incomprendida incorporación de Jordi Majó, que duró unas horas en su grupo de trabajo, despedido por unos antiguos tuits de posicionamiento político.

Errores de principiante ha cometido Font (es su primera campaña; Laporta lleva tres y una moción de censura contra Núñez en su historial), aunque se apoya en el “equipazo” que lidera, formado “por empresarios que ya son protagonistas en la nueva economía” para provocar el resurgimiento del Barça.

Con ellos, intenta el más difícil todavía: ganar a Laporta (“nostalgia contra futuro”), cuya notoriedad ha vuelto a los mejores índices con una campaña de perfil bajo donde una lona junto al Bernabéu le ha transformado en más celebridad ya de lo que era.

Derrotar a la nostalgia y detener, además, la vertiginosa caída de un club en autodestrucción, que no tiene ni dinero para pagar las nóminas, son los Everest que debe escalar Font. “El Barça es un tren que va a 200 kilómetros por hora que va directo contra la pared, con riesgo de concurso de acreedores y de quiebra económica", recuerda el empresario de Granollers.

A ese tren, que va sin conductor alguno, necesita subirse Font. Necesita pararlo el 24 de enero porque no hay futuro sin presente.

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