La crisis climática en las ciudades

Badalona y Castelldefels reflotan el soterramiento de la C-31 en pleno debate sobre el decreto catalán de Zonas de Bajas Emisiones

Las ciudades lo esgrimen como medida que paliaría la contaminación contra la que el Govern proyecta un decreto

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Retenciones en la C-31 a su paso por Badalona, en una imagen de archivo.

Retenciones en la C-31 a su paso por Badalona, en una imagen de archivo. / Josep Garcia

Manuel Arenas

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El aterrizaje local en las ciudades del área metropolitana de Barcelona de la lucha contra la contaminación atmosférica de los vehículos no va a ser precisamente sencillo. A la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de las rondas de Barcelona habrá que sumar ahora las ZBE que pongan en marcha los municipios de más de 20.000 habitantes a través de una ordenanza propia. Todo ello en el contexo de que el nuevo decreto catalán de ZBE entrará en vigor en los próximos meses y que, además, pesa el precedente del revés judicial a la ordenanza de Barcelona.

En pleno debate entre los consistorios que han alegado contra el citado decreto, a los que se ha sumado el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), y el Departament d'Acció Climàtica de la Generalitat, las ciudades han puesto encima de la mesa una cuestión que da cuenta de la complejidad de la discusión: hasta qué punto las restricciones locales paliarán la contaminación cuando están rodeadas por transitadísimas carreteras competencia de la Generalitat contra las que poco pueden hacer desde la autonomía local.

A ello se refieren con especial énfasis desde Badalona y Castelldefels. "Durante este mandato queremos mover ficha para activar el soterramiento de la autopista C-31 a su paso por Badalona", afirma el teniente de Alcaldía de Sostenibilidad de Badalona, Daniel Gracia (PP). Desde la asociación Arc Metropolità, que agrupa a grandes ciudades como Sabadell, Terrassa o Mataró, también mencionan la misma problemática con respecto a transitadas -"y necesarias", recuerdan- vías del entorno como por ejemplo la C-58.

El edil badalonés menciona reivindicaciones análogas en otras ciudades, como el soterramiento de un tramo de la Granvia de L'Hospitalet de Llobregat, y apunta al consenso entre ayuntamiento y entidades vecinales de Badalona para promover la reforma. También aboga por el soterramiento de la C-31 Manu Reyes (PP), alcalde de Castelldefels. La ciudad del Baix Llobregat, de hecho, ha apelado en sus alegaciones contra el decreto catalán de ZBE a la competencia de la Generalitat sobre la C-31 y C-32 como vías contaminantes.

De hecho, la alternativa que propone la Taula per la Mobilitat de la Federación de Asociaciones Vecinales de Badalona (FAVB), informó este diario en marzo, pasa por el derribo de la infraestructura elevada, la potenciación del transporte público colectivo, el desplazamiento de la vía del tren y la conexión mediante tranvía desde la plaza de las Glòries, en Barcelona, hasta el Maresme. “Permetiría la creación de una gran zona verde con equipamientos de ciudad y de país”, explicó a este diario el coordinador de la Taula per la Mobilitat, Diego Guerrero.

El último estudio (2023) de la Diputación de Barcelona (DIBA) sobre el estudio del dióxido de nitrógeno en Badalona corrobora en sus conclusiones que "los valores más elevados [de dióxido de nitrógeno como contaminante atmosférico] se encuentran en zonas cercanas a vías interurbanas", aunque el valor más alto estudiado se halló en la C/Dinamarca (cerca del IKEA Badalona), muy cerca de la B-20 (Ronda de Dalt).

El soterramiento, una de las alegaciones al PDUM

No únicamente Badalona y Castelldefels han reflotado el soterramiento de la C-31. También lo hizo la Federación de Asociaciones Vecinales de Barcelona (FAVB) en el marco de las alegaciones al nuevo Plan Director Urbanístico Metropolitano (PDUM).

En el escrito, las entidades vecinales barcelonesas critican que en el PDU "no queda claro" si se pretende el soterramiento completo, coberturas parciales o una reducción del tráfico, de modo que piden que "se contemple la necesidad de transformación y pacificación" de la C-31 en el tramo que pasa por Barcelona y se "definan las actuaciones concretas a realizar" en el tramo que pasa por Badalona. Todo ello con el objeto de "convertir el actual trazado de la C-31 en una 'Gran Avenida' que se convierta en una calle estructuradora del tejido urbano de Badalona", reza el tenor literal de la argumentación vecinal.

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