¿Dónde está la Champions?

Ver el Roma-Barça en TV fue ayer una auténtica odisea que puso a prueba el ingenio y la paciencia de particulares y bares. La falta de acuerdo entre Mediapro y Telefónica y la poca presencia del resto de plataformas llevó a mucha gente a cruzar la frontera de la legalidad. Algunos sufrían por perderse el partido, pero muchos propietarios de bares se desesperaban pensando en el dinero que podían perder.

Paco, dueño del Butyklan de la calle Aragón, calculaba que habría dejado de ganar unos 500 euros al no poder emitir el partido. Mientras lo explicaba la puerta se abrió. «¿Qué, tenéis partido hoy? ¿No? Ostras, si ya no lo podemos ver en el Butyklan...», se lamentaba Joel Joan. A media hora del inicio del Roma-Barça, el actor buscaba, como muchos otros culés, algún sitio donde poder verlo.

«Tendremos que apuntarnos a Orange, Vodafone o donde sea. Porque sino pierdes los clientes, no solo para ese día, sino que se van a otro sitio igual les gusta y ya no vuelve», asumía Paco. «Para el próximo haré lo que haga falta».

Su tocayo Paco, del Xapako, también compartía su resignación, ya que, pese a pagar 275 euros al mes para poder televisar fútbol en su local, se había quedado sin poder darlo. «Tendríamos que darnos de baja de Movistar, dar la alta de Vodafone, cambiar el sistema de reproducción... Entre que te lo ponen o no igual tardan 15 días. Además, Vodafone nos exigía una permanencia de año y medio. Y si la semana que viene lo han arreglado, ¿qué? Si hubiera sido un Barça-Madrid habría hecho lo que fuera».

80% de recaudación en juego

El Tapas y Birras, el antiguo Wembley, había preferido no esperar. Sitio de peregrinación de los aficionados culés, no podía decepcionar a la parroquía culé . «Tenemos Movistar y hemos contratado esta mañana Total Channel porque era la mejor opción para nosotros -comenta María José-. Si no lo hubiéramos hecho habríamos perdido el 80% de la caja. De hecho, lo tenemos todo reservado y nos faltará espacio». La responsable del local agradecía la comprensión de los aficionados en esta situación tan excepcional. «La gente ha estado genial; cuando se ha cortado y se ha vuelto a reanudar nos ha aplaudido». Eso sí, la resolución de Total Channel, que para tableta era más que suficiente, no lucía igual en una pantalla gigante.

Nada que ver con la nítida imagen que se podía ver en otro popular bar de deportes, en el que se pudo seguir el debut del campeón de la Champions pero sin comentario en español. Su propietario tiene contratado el servicio de Sky en Inglaterra y lo pudo ofrecer a sus clientes de su célebre taberna de Barcelona gracias a un decodificador inglés.

En otro local del Eixample, ante la excepcionalidad de la situación, decidieron cruzar la frontera de la legalidad. «Como yo tengo contratado Orange, me lo he conectado aquí. Si no lo hubiera hecho habría perdido 2.000 euros», contaba el propietario de este bar, que reclamaba que se pusieran de acuerdo de una vez Telefónica y Mediapro. Si él había tenido que recurrir puntualmente a esta solución, en un bar de Sants ya hace tiempo que viven instalados en la ilegalidad. Después de asegurar a este diario el martes que no ponían nunca el fútbol, ayer los gritos volvían a inundar la calle.

Abocados a la ilegalidad

Pero los gritos que más se oyeron, más allá de por el gol de Luis Suárez y por la vaselina que se comió Ter Stegen, fueron de desesperación de los culés. No solo por el hecho de que se viera el encuentro con un minuto de retraso y obligara a abandonar las radios, sino ante los cortes continuos de señal. Una sensación que ya conocían los que se alguna vez se habían conectado en la web Roja Directa, plataforma en la que ayer resultaba imposible conectarse.

Muchos azulgranas que tienen Movistar+ en casa tuvieron que recurrir también a la ilegalidad. Jonatan lo pudo ver bien sin cortes ni problemas pirateando la señal de Bein Sports francés con comentarios del exazulgrana Giuly. «Ojalá lleguen a un acuerdo Movistar y Mediapro de una vez para poderlo ver en condiciones».