Un recluso hiere a tres funcionarios en la prisión del Puig de les Basses, en Figueres

Los sindicatos denuncian que en el último año se han producido una docena de incendios en las celdas

FERRAN COSCULLUELA / FIGUERES

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tress funcionarios de la prisión de Puig de les Basses de Figueres (Alt Empordà) han resultado heridos tras la agresión de un preso que, según ha asegurado la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), quemó su celda, arrancó la ventana y la utilizó para amenazarles y agredirles.

La Conselleria de Justicia ha confirmado que tres funcionarios resultaron heridos a raíz de la "conducta violenta de un preso" y fueron atendidos por la mutua de la prisión: dos con lesiones de diversa consideración y un tercero al sufrir una caída tras el incidente.

Según ha explicado el CSIF en un comunciado, los hechos ocurrieron el 18 de septiembre, cuando los funcionarios recibieron golpes y diversos mordiscos que requirieron la intervención de los servicios médicos y la activación del Protocolo de Transmisión de Enfermedades Infecciosas.

Incidentes demasiado habituales

El sindicato ha asegurado que no se trata de un hecho aislado, ya que afirma estos incidentes son "demasiado habituales, haciendo la situación cada vez más insostenible" y poniendo en riesgo a los funcionarios destinados a este centro. Por ello, han exigido la destitución del subdirector de régimen interior de la prisión y sustituirle por "personal bien cualificado".

La sección sindical de CCOO del centro penitenciario de Figueres se ha pronunciado en el mismo sentido y ha denunciado que en el último año se han registrado una docena de incendios en las celdas del módulo de régimen cerrado, que es donde se produjo la agresión.

En esta unidad hay internados una veintena de reclusos que han demostrado que no son capaces de convivir con el resto de internos en condiciones de normalidad. CCOO achaca estos incidentes a la falta de formación específica de los funcionarios sobre los protocolos de actuación en estos casos y a la falta de capacidad profesional del actual responsable de esa unidad.

Celdas antivandálicas

Otra deficiencia que critica el sindicato es el hecho de que las celdas no sean “antivandálicas”, ya que tienen elementos, como los marcos de las ventanas, que son fácilmente desmontables y pueden utilizarse para agredir a funcionarios u otros internos. También resulta fácil bloquear las puertas de acceso, lo que pone en alto riesgo la seguridad, según CCOO.

La prisión del Puig de les Basses se abrió en junio del 2014, cuenta con una plantilla de unos 400 funcionarios y en la actualidad acoge a más de 700 internos