IDEAS

El regreso de Verhoeven

RAMÓN DE ESPAÑA

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El cineasta holandés Paul Verhoeven tiene una carrera francamente excéntrica cuya muestra más reciente es 'Elle', esa película que ha rodado en Francia con la inmensa Isabelle Huppert -ha habido críticas muy positivas en la prensa francesa- y que presenta un día de estos en el festival de San Sebastián festival de San Sebastián. Nuestro hombre se hizo célebre muy pronto con 'Delicias turcas', una de esas películas erótico-festivas que los barceloneses de la época iban a ver a Perpinyà  porque al caudillo no le parecían adecuadas para la mente de sus súbditos. Antes de emigrar a Estados Unidos, Verhoeven rodó la que es probablemente su única obra maestra, 'El cuarto hombre', una historia delirante de sexo, muerte y cristianismo protagonizada por un Jeroen Krabbé en estado de gracia.

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Ya en América, el señor Verhoeven se comportó en su primera película allí, 'Robocop', pero enseguida se le fue la olla y empezó a rodar cosas como 'Instinto básico' y, sobre todo, 'Showgirls' y 'Starship troopers', dos ejemplos de cómo reírte del país que te alimenta sin que se note en exceso, ya sea burlándote de su idea del sexo ('Showgirls') o de la épica patriótica ('Starship troopers'): nadie como Verhoeven ha mordido con tanta saña la mano que le daba de comer. Hasta que tuvo que volverse a Holanda, claro, pues hasta su guionista de referencia, el demencial Joe Eszterhas ('Showgirls' parece escrita por un crío de 12 años, rijoso y dado a las poluciones nocturnas), empezaba a caer en desgracia. Allí rodó 'El libro negro', pero volvió a darse el piro una vez más, recalando en esa Francia que le ha financiado 'Elle'.

Hay serias dudas sobre si Verhoeven es un cineasta cabal o simplemente un gamberro de la tercera edad. Dado a los excesos de forma y fondo, en Estados Unidos no le quedó más opción que volverse loco, gracias a lo cual pudimos disfrutar de 'Showgirls' y 'Starship troopers', dos de las mejores películas malas de toda la historia del cine. Intuyo que nunca recuperará el cuajo que le permitió rodar 'El cuarto hombre', pero por lo que he leído de 'Elle', todo parece indicar que aún puede dirigir antes de diñarla algunas obras en las que su visión estrambótica de la realidad pueda aplicarse a historias que la gente tenga ganas de ver. En cualquier caso, yo de él guardaría las distancias con Joe Eszterhas, quien ahora, por cierto, es un cristiano renacido.