INICIATIVA PARA EVITAR COLAS EN LOS CENTROS SOCIALES

BCN crea una Visa para «dignificar» la distribución de comida solidaria

Proyecto de la futura «Visa solidaria».

Proyecto de la futura «Visa solidaria».

HELENA LÓPEZ
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El objetivo es claro: «dignificar» la recogida de alimentos -por un lado- y evitar las colas que se producen en algunos puntos de distribución de alimentos de la ciudad, tanto en crudo -en los bancos de alimentos-, como cocinados, en los comedores sociales «esporádicos». En esa línea, el Ayuntamiento de Barcelona presentó ayer la creación de la tarjeta solidaria de alimentos que, a partir del mes de julio, sustituirá al cheque o a la transferencia con los que los servicios sociales de la ciudad hacen efectivas las ayudas económicas para cubrir necesidades de alimentación de las personas sin recursos. Una Visa Electrón recargable ligada a una cuenta municipal con la que los usuarios de los servicios sociales podrán comprar los alimentos básicos en cualquier establecimiento y no será válida en tiendas que no sean de alimentación.

La teniente de alcalde de Calidad de Vida, Maite Fandos, presentó ayer la tarjeta monedero, de la que los servicios sociales municipales prevén repartir más de 3.500 unidades. Fandos insistió en que la tarjeta monedero «dignifica más y estigmatiza menos al usuario» y contribuirá a evitar las colas en los puntos de distribución solidaria de alimentos -algo que preocupa mucho en el consistorio- porque quienes la utilicen irán a adquirirlos a establecimientos convencionales.

DESCUENTOS ESPECIALES / Además, la intención es que la nueva tarjeta permita contar con la colaboración de otras entidades sociales que quieran utilizarla como medio para hacer efectivas sus ayudas económicas y de establecimientos que quieran hacer descuentos a personas vulnerables sin recursos dando un trato preferente a sus portadores con descuentos en los productos básicos.

En la misma rueda de prensa, en la que participaron representantes del Banc dels Aliments, Càritas y Creu Roja, se presentó el primer mapa de los 234 puntos de distribución solidaria de alimentos a los que las entidades calculan que acuden a buscar comida hasta 46.000 familias (sin contar los puntos municipales). Es difícil averiguar la cifra exacta, ya que el ayuntamiento solo tiene cifrados los usuarios de los servicios públicos, y los datos de las entidades que realizan esa misma tarea no pueden cruzarse, con lo que es posible que muchos de los usuarios de Càritas también lo sean de la Creu Roja, con lo que pueden contar dos veces en los cálculos estimados.

En paralelo a la instauración de la «visa solidaria», el nuevo modelo de distribución de los alimentos en el que trabaja la ciudad apuesta por la agrupación de las diferentes entidades que la realizan y por hacer una distribución que toma como referencia modelos como el proyecto DISA implantado en Nou Barris, conocido como el supermercado de los pobres. Ya se está trabajando en la apertura de dos centros similares, uno en el Poble Sec y otro en el Eixample, para mejorar la eficiencia de esta tarea, sumando los recursos humanos y físicos de las entidades.

Este modelo requiere el trabajo conjunto de las distintas asociaciones para poder realizar el servicio, y el ayuntamiento se compromete a asumir el precio del alquiler de un espacio adecuado, «a pie de calle».

La portavoz del Banc dels Aliments aprovechó la rueda de prensa para alertar de que de los 138.000 usuarios del servicio, 8.000 son menores de 2 años, y el representante de Càritas apuntó que es necesario abordar las causas de la crisis, además de sus consecuencias, la principal, el hambre.