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"Me reventaron la puerta de casa a patadas"

Ambiente a la salida de una discoteca de la zona denominada Marina Village, el pasado verano.

Ambiente a la salida de una discoteca de la zona denominada Marina Village, el pasado verano. / ARCHIVO / RICARD CUGAT

Fernando Prieto Cuadrado

Dicen algunos 'iluminados' que los restaurantes y locales nocturnos dan vida al barrio. Los hay a patadas. Tanto restaurantes y locales nocturnos como 'iluminados'. Dicen también que la vida nocturna proporciona seguridad ya que la calle está más concurrida. Es verdad, hay gente a patadas. Y así es, precisamente, como me reventaron la puerta: a patadas.

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Vivo en una calle perfectamente iluminada y en la que hay 15 restaurantes y/o locales nocturnos en apenas 150 metros. Ya no hay un zapatero, ni una tienda de muebles, ni dos granjas/bocadillería, ni una lavandería, ni una charcutería, ni una tienda de calzado, ni una oficina bancaria, ni una tienda de ropa deportiva, ni la señora Juana... No. Hay 15 locales que fomentan esa vida nocturna tan sobrevalorada y que destroza otra vida: la de los vecinos.

Por suerte, no consiguieron entrar, pero ¿y si lo hubieran conseguido? Porque yo estaba dentro, aunque tampoco pude salir; la puerta se había atascado. ¿Os imagináis la situación? En fin. ¿Cómo podríamos llarmarlo?: ¿Vandalismo? ¿Allanamiento? ¿Intimidación? ¿Mobbing?

Cuando te despiertas sobresaltado y la causa es que están tirándote la puerta abajo a patadas, ¿importa el nombre?

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