Empleo: Bonificar los contratos a menores de 30 es discriminación

Hay un argumento que se suele aducir en contra del feminismo de forma desmedida y que gran cantidad de neomachistas escupen cada vez que se les habla de igualdad. Se trata, por supuesto, de la muy prolija y cansina costumbre de desprestigiar cualquier medida política, jurídica o social que se tome en favor de la mujer, alegando airadamente que es injusto que se privilegie a las mujeres, lo importante es la persona o que las cuotas o la paridad son tonterías.

No voy a entrar a explicar cómo estas racionalizaciones suponen una forma de defensa de la hegemonía mantenida durante siglos por el género masculino o de lo necesarias que son las acciones positivas para corregir la desigualdad en el punto de partida. No. Mejor aún, voy a proponer un símil que creo humildemente aclara la cuestión y reduce al absurdo las protestas neomachistas.

En estos últimos años y a causa de la crisis y de las altas tasas de desempleo, sobre todo en la población juvenil, se han llevado a cabo medidas extraordinarias para fomentar el empleo. Algunas de estas medidas han consistido en bonificar a las empresas que contraten a menores de 30 años. Hasta aquí todo correcto. ¿O no?

Ahora que lo preguntas, estoy pensando que por qué los jóvenes merecen eso y no los mayores de 30. Que por qué a ellos se les están concediendo estos privilegios sólo por el hecho de ser jóvenes. Que injusticia, no debería ser así. Lo importante es la persona, no la edad. Estas leyes la hacen "viejistas" que odian a los mayores de 30, seguro.

Porque en realidad somos todos iguales. ¿O no?