El motivo por el que no deberías utilizar utensilios de madera en la cocina

No hay cocina que se precie en la que no haya algún utensilio de madera. Cubiertos, tablas de cortar o espátulas. Para probar el sofrito, remover el arroz o cortar el fuet. De toda la vida. Sin embargo, ¿debe la estética y la tradición anteponerse a la seguridad alimentaria? Los expertos recomiendan desecharlos porque ya no son la mejor opción: son de un material perfecto para que se asienten todo tipo de bacterias y, en consecuencia, pueden provocar una intoxicación alimentaria.

La madera es un material orgánico muy poroso. En otras palabras, esta característica permite que los restos de alimentos y la humedad se queden dentro de esos agujeros diminutos. Ese es el hábitat perfecto para que se asiente y prolifere una gran variedad de microorganismos patógenos que, además de provocar una intoxicación, también se pueden transmitir por contacto directo.

Alerta con el biofilm

La química y divulgadora científica Deborah García hace tiempo que avisó de que se tenía desterrar la madera de las cocinas. En concreto, advirtió de una línea roja: la del biofilm, esa típica capa de mucosa, gelatinosa y hasta pegajosa que se forma por la humedad y falta de limpieza con el paso del tiempo. Cuando aparece, no hay forma de eliminarla definitivamente y, por tanto, los utensilios se tienen que tirar y substituir por otros nuevos.

Las biopelículas son unas colonias de bacterias organizadas por jerarquías que son muy difíciles de eliminar y que tienen riesgo para la salud. Las personas pueden llegar a contraer salmonelosis, listeriosis e incluso botulismo. De hecho, estos tapetes microbianos son más comunes de lo que se puede pensar y también se forman en las bayetas, los estropajos y trapos húmedos.

¿Qué material es mejor?

El tecnólogo de alimentos Mario Sánchez no solo corrobora las afirmaciones de García, sino que pone énfasis en que la madera es "muy difícil" de limpiar correctamente y "cuesta de mantener en buen estado". Los expertos precisan que las mejores alternativas son los utensilios de metal, silicona y plástico de polipropileno porque son más duraderos y seguros.

Además, Sánchez da un consejo respecto a las tablas de cortar: tener varias y de diferentes colores, una para cada grupo de alimentos con el fin de evitar la trazabilidad entre ellos, sean crudos o cocinados.

Por otro lado, en el caso de que te empeñes en seguir usando utensilios de material orgánico, los expertos consideran más seguros los fabricados con madera de nogal, olivo y bambú, ya que son bactericidas.

Cuidado con el lavavajillas

Si te planteas lavar a conciencia los utensilios de madera que tienes por casa, el lavavajillas no es una buena opción. Aparte de estropear la madera, hace que los utensilios sean más inseguros. Muchos salen de fábrica con una capa protectora antimicrobiana que se puede desintegrar en los lavados a máquina. La mejor manera de limpiarlos es sumergirlos con agua hirviendo durante unos minutos y, posteriormente, lavarlos con detergente y agua fría.