Efecto terapéutico

¿Por qué hay que dar abrazos de calidad y más allá de cada 21 de enero?

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Este sábado es el Día Mundial del Abrazo, que se celebra desde 1986, cuando el psicólogo Kevin Zaborney se percató de falta de muestras de afecto

Abrazo

Abrazo / Pexels / Stanley Morales

Alexandra Costa

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Cuando el psicólogo Kevin Zaborney trabajaba en un centro de delincuentes juveniles cerca de Nueva York, allá por 1986, se dio cuenta de que uno de los principales problemas que sufrían los chicos era la falta de muestras de afecto. No solo eso. Comprobó que los abrazos les hacían sentir mejor. Así nació el Día Mundial del Abrazo, que se celebra cada 21 de enero. La duración media de un abrazo entre dos personas es de tres segundos. Sin embargo, eso no es suficiente, según los expertos, que avalan el efecto terapéutico de abrazarse y recomiendan hacerlo mucho más y mejor.

Una persona necesita recibir abrazos y caricias desde los primeros años de vida, comprobaron los científicos de la Universidad de Duke, en Estados unidos. Pero el verdadero hallazgo fue en 2010, cuando otros investigadores descubrieron que un abrazo debe tener una duración determinada para que sea efectivo.

Un abrazo de calidad debe durar al menos 10 segundos

Cuando un abrazo dura más de 10 segundos y a poder 20 segundos, hay un resultado beneficioso sobre el cuerpo y la mente: un estrechón sincero produce oxitocina, también conocida omo la hormona del amor, la misma que se produce cuando las personas se besan. Esa sustancia ayuda, entre otras cosas, a no estar tristes, a relajarse, a sentirse seguros y a calmar temores. También se ha validado que es un antídoto contra la ansiedad, que ya es el problema de salud mental más frecuente en España, así como los problemas cardiovasculares y arteriales.

Efecto parecido al de un analgésico

Por si todo esto no fuera suficiente, dar o recibir un buen achuchón tiene un efecto parecido al de un analgésico. Sin tener que recurrir a ningún fármaco, el impacto tranquilizante también es gratuito y accesible en (casi) todo momento. Se forma cada vez que una persona tiene a otra entre sus brazos, cuando se acuna a un niño o bebé, cuando se aparecía un animal o al bailar. La fórmula y el resultado siempre son los mismos: estar cerca de alguien potencia la hormona del cariño.

¿Existe el abrazo perfecto?

Investigadores de la Universidad de Londres se propusieron responder a una pregunta. ¿Existe el abrazo perfecto? Así que se pusieron a analizar diversos abrazos y en 2021 publicaron sus conclusiones en el diario científico 'Acta Psychologica'. En concreto, pidieron a 48 personas, que no se conocían entre ellas, que abrazaran con los ojos vendados a una de las responsables del estudio. Como ellas no podían ver, era la investigadora la que decía que tipo de abrazado dar (por la cintura, por encima de los hombros, más fuerte o suave, etc.), así como su duración.

Al terminar, se le pidió a cada voluntario que puntuara el nivel de placer que sintieron al ser abrazados y los investigadores descubrieron que el tipo de abrazo no afectaba el grado de satisfacción. La clave se encontraba en la duración: los participantes preferían los abrazos largos, concretamente de entre 5 y 10 segundos de duración. Por contra, los abrazos cortos no les producían mucho gusto.

Otra prueba fue pedir a un centenar de parejas del campus de la universidad, tanto del mismo género o de sexo diferente, que se abrazaran. Lo podían hacer como ellas quisieran, pero después tenían que anotar qué sentían. De nuevo, el tipo de abrazo importaba muy poco, mientras que la duración determinaba el grado de placer. Una vez más, los abrazos largos resultaron más placenteros que los cortos.

Otros estudios del pasado complementan la información obtenida en los experimentos de la Universidad de Londres. El Advanced Telecommunications Research Institute International de Japón descubrió que los adultos necesitan cuatro abrazos diarios. En cambio, la entidad Free Hugs concluyó que los más pequeños requieren de al menos 12 achuchones diarios. Así que ya sabes, abraza mucho. Pero sobre todo, durante 20 segundos. Y no solo este sábado, sino durante todo el año.