¿Quién es Carlota Prado, la víctima de abuso sexual en ‘GH’, y quién su agresor?

Carlota Prado es una malagueña nacida en 1993, aunque vive en Estepona desde los 2 años, que trabajaba como acomodadora de clientes en las mesas de la discoteca Ópera de Marbella y luego pasó a ser la directora de Malavida, otro local de ocio nocturno marbellí. En esa época fue pareja del empresario malagueño Juan Carlos Ferrero.

En febrero de 2017, con 24 años, entró como concursante del ‘reality' 'GH Revolution'. En su ficha de concursante se definía como: "Una mujer muy fuerte por fuera y a la vez muy sensible en su foro interno, honesta, leal, tenaz, emprendedora, apasionada, muy romántica y a la vez muy bruta", así como "cabezota, cero sumisa, retorcida y en ocasiones maquiavélica". Entre sus aficiones destacaban la tocar el piano, escribir poesía, leer y hacer meditación.

En la casa de Guadalix conoció al agricultor José María López, con quien pronto comenzó una relación. En una de las típicas fiestas en las que abundaba el alcohol, según dicta la sentencia, la joven sufrió abusos sexuales por parte de su pareja. No obstante, no supo de los hechos hasta que el programa le enseñó las imágenes, que los telespectadores no vieron y ella no recordaba, ya que había tomado cuatro chupitos de tequila sin haber comido nada y había entrado en estado de embriaguez. En ellas se le veía bajo el edredón diciendo: "No puedo".

Dos años después ese vídeo fue filtrado por parte de 'El Confidencial'. En él se veía a la chica visionando las imágenes y sufriendo un ataque de ansiedad al ver lo que había pasado, sin apoyo psicológico por parte del programa y recordándole que no debía trascender. Posteriormente ella cuenta que hubo un acuerdo de 25.000 euros por guardar silencio.

El episodio le provocó tal trauma que intentó quitarse la vida, según le contó al colaborador de Telecinco Coto Matamoros en abril de 2021, en la primera entrevista que ofreció sobre el caso. Entre 2019 y 2012 mantuvo una relación con el cantante Rypdal y dos meses después se hizo pública su relación con Matamoros, que finalizó en septiembre de ese año, como reconoció el colaborador.

José María López es un joven de 30 años, procedente de Roldán, una pedanía de Torre Pacheco, en Murcia, que cuando participó en ‘Gran Hermano Revolution’ tenía 24 años. Fue elegido por la audiencia, tras una campaña en redes sociales, donde se le mostraba como un tipo peculiar por su aspecto y personalidad. 

En el vídeo de presentación decía que se dedicaba al campo. “He plantado tomates, melones y ahora he hecho una fábrica de abono. Hace año y medio conocí a una chica y hace dos meses y al poco me deja", aseguraba. Y añadía que tenía ganas de enamorarse de nuevo. "Revoluciono la casa seguro, por mi forma de ser, tengo don de gentes", decía, ajeno al significado que podrían tener esas palabras. Asimismo, explicaba que mantenía una dieta muy estricta: "No como carne, no como embutido, no como nada”. Solo patatas fritas cocinadas por él y pan..

En la web del programa se le presentaba, por su parte, como "un chico activo y deportista que consigue caerle bien a todo el mundo”. Entre sus aficiones destacaban: “Le encanta dormir, es muy mal hablado y muy cabezón. Sus aficiones son salir con sus amigos, jugar al fútbol, al pádel, al pinpón y correr, además de ver películas en el cine, dormir y echarse una buena siesta en su sofá". La única polémica que se le conoce fue cuando se alegró de las inundaciones del norte por robarle agua a Murcia.

En el vídeo que le permitió entrar al ‘reality’ hacía hincapié en su carácter pacífico. “Nunca me he peleado, solo he pegado cinco guantazos rápidos, pero eso no es nada. Soy un tipo de campo, no como los de Madrid, gente pija". Enseguida de entrar conectó con Carlota Prado y protagonizaron diversos encuentros sexuales en la casa, ya haciendo el típico ‘edredoning’ (bajo un edredón) o en los de carácter íntimo que les ofrecía el programa fuera de las cámaras.

Cuando se convirtió en el primer concursante expulsado por el programa por la agresión, un episodio que estuvo rodeado de secretismo, apareció en un vídeo, muy nervioso, agradeciendo el apoyo recibido y poder haber cumplido su sueño de participar durante 40 días en 'GH'. Hasta el último momento ha negado cualquier abuso.