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Antonio Ortiz: "La idea de internet como alternativa al capitalismo ha fracasado"

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Carles Planas Bou

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"El futuro de Internet es también el futuro de la democracia, de la humanidad". Con estas palabras, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, celebraba en mayo del año pasado haber impulsado una declaración global sobre el rumbo de la red. Estados Unidos, la Unión Europea y un total de 70 países firmaron una propuesta que pide que sea "libre, abierto, global, interoperable, creíble y seguro".

Sin embargo, lo que debería ser no es no siempre lo que realmente es. Predecir el futuro es imposible, pero analizar las dinámicas actuales puede servir para empezar a vislumbrar cómo será el Internet del futuro. Es por eso que EL PERIÓDICO ha charlado con el escritor y divulgador tecnológico Antonio Ortiz.

¿En qué dirección cree que irá internet?

Es difícil hablar de internet como algo distinto del mundo físico. Lo que pasa en lo virtual importa en muchas facetas de nuestra vida, desde lo más íntimo a lo más social. Las visiones tecnopotimistas y utópicas de los 90, que creían que internet sería una alternativa al sistema socioeconómico capitalista, han sido ampliamente derrotadas. Internet ha sido dominado y centralizado por las grandes corporaciones capitalistas de EEUU y eso ha producido un gran desencanto. Internet ha sido un mundo de posibilidades, pero también lleno de externalidades negativas como la polarización. Ese manifiesto en realidad no quiere un internet más libre, sino más controlado, regulado y menos asalvajado. El internet del futuro no estará apartado de la sociedad, dependerá de las corrientes ideológicas y dinámicas sociales que se impongan.

Antonio Ortiz.

Antonio Ortiz. / Álex Zea

Ahora hay tres tipos de internet. El chino, con una muralla de control. El de EEUU, con sus gigantes tecnológicos. Y el de la UE, de mayor exigencia reguladora. Si Bruselas sigue abrazando ese rol de sheriff tecnológico tendremos un internet diferente.

Las visiones utópicas de los 90 que creían que internet sería una alternativa al sistema capitalista han sido derrotadas. Internet ha sido dominado y centralizado por las grandes corporaciones.

Se ha hablado del metaverso como el futuro de internet. ¿Triunfará la propuesta de Mark Zuckerberg?

El internet ha cambiado en las últimas dos décadas porque se ha hecho móvil. Y ahora hay una guerra por descubrir el siguiente gran cambio. El móvil tiene signos de agotamiento, porque ya todo el mundo tiene uno y porque sus tecnologías parecen haber tocado techo. La visión de Zuckerberg cree que el futuro pasa por una mayor inmersión. Hemos evolucionado del texto a experiencias de imagen y de vídeo después. Pero a mi ese razonamiento me genera muchas dudas porque creo que el motor del cambio no ha sido la inmersión, sino el conectar mejor con otras personas. Y los avatares del mundo virtual generan un poco de repelús.

Además, tecnológicamente aún estamos muy lejos para tener una experiencia realista con gafas de realidad virtual o realidad aumentada. Mi impresión es que esa tecnología irá dando pasos, pero que no habrá un nuevo momento iPhone que despliegue una adopción masiva de las gafas. Será mucho más lento y discreto. La experiencia virtual es sospechosa.

La realidad virtual no tendrá un 'momento iPhone' que despliegue una adopción masiva de las gafas

La inteligencia artificial sí parece generar mucho más consenso como herramienta de futuro

Mi apuesta es que la IA es la tecnología de la década. Pasará como con la electricidad: Mucho del valor que se genere con la IA estará detrás de productos y servicios que a nuestros ojos no serán muy distintos de lo que ya usamos ahora. Se ha invertido tanto dinero que sabemos que habrá muchos proyectos. Las inversiones parecen indicar que el gran negocio estará en modelos de lenguaje como el que usa ChatGPT, que pasará a ser una plataforma como en su día lo fue la App Store. Habrá una carrera para que los desarrolladores usen esos modelos.

El gran negocio de la IA estará en modelos de lenguaje como ChatGPT, que pasarán a ser una plataforma para desarrolladores como la App Store

No obstante, esos modelos también responden información errónea que dan por buena. Los expertos apuntan a que crecerá la información sintética 'contaminada' y que ello dañará al ecosistema informativo digital

Así es, pero mi impresión es que las marcas potentes con credibilidad informativa se verán beneficiadas. Si empieza a haber sobreinformación, especialmente en fotografías o vídeos que antes nos creíamos solo con ver, vamos a tener que desarrollar un mayor sentido del escepticismo. Creo que minusvaloramos cómo la sociedad se defiende y combate la desinformación. Nos tomarán el pelo, pero seremos más escépticos. El gran problema, como hemos visto en los desnudos fake de Almendralejo, es cuando eso suceda en el ámbito más íntimo.

Se habló mucho de la llamada web3 (criptomonedas, blockchain, NFT...), pero esa fiebre parece haberse esfumado...

El escepticismo es muy dificil de mover, porque ¿qué productos servicios han creado que hayan mejorado la vida de la gente? La promesa de generar valor del mundo cripto no ha sido tal. Mientras eso no suceda será un reducto de creyentes y una capa de especuladores y estafadores. Hay algunas ideas interesantes en la web3, son esas capas las que han roto el juguete.

Ideas como la voluntad de una mayor descentralización en internet donde el poder se concentra en grandes empresas con más fuerza que países enteros. ¿Es esa una dirección posible?

Soy muy pesimista en ese sentido. Soy partidario de la descentralización porque la centralización genera muchos problemas. Por ejemplo, que Instagram prohiba colgar imágenes de pechos femeninos ya limita tu obra artística. Las grandes empresas tienen un peso enorme en la conversación pública de masas, condicionan qué se puede decir y quién ve cada mensaje. La centralización también tiene aspectos positivos, como aportar valor de alcance, descubrimiento y monetización. Las iniciativas descentralizadas acaban pecando por ofrecen peor experiencia de usuario, como vemos con los rivales de X (Twitter). Son muy complejas para que todo el mundo las entienda. Me gustaría pensar que hay una posibilidad de internet descentralizado, pero hoy por hoy no hay alternativa a las grandes plataformas.

Las grandes empresas tienen un peso enorme en la conversación pública de masas, condicionan qué se puede decir y qué alcance tiene cada mensaje

Todos estos propósitos chocan contra una realidad creciente como es la balcanización de internet. Países con su propia red cerrada para controlar su funcionamiento y a los usuarios, como China. ¿Será tendencia?

El mundo de grandes medios de comunicación del siglo XX era mucho más controlable. La dificultad de entrar en ese mercado hacía que, así en general, los medios fuesen más moderados. Como internet quita muchas barreras de entrada para el individuo para comunicarse también rompe el efecto moderador. Cuando internet se centraliza y añade algoritmos que dan visibilidad a lo que más emociones genera tenemos un cóctel interesante. La opinión pública cambia mucho, se le disputa al gran medio e introduce un nuevo opinador con un alcance equiparable a los medios tradicionales que puede adoptar posturas más extremistas. Eso hace que los países autoritarios opten por un control férreo de internet.

El manifiesto global del que hablábamos en el inicio de esta charla proponía interoperabilidad, lo mismo que exigen las nuevas leyes europeas. ¿Podremos escribir un mensaje en WhatsApp y que lo reciba un amigo en Telegram?

Las empresas son muy abiertas cuando empiezan y se cierran cuanto más poder tienen. Lo hemos visto con Facebook, Youtube o TikTok. La falta de interoperabilidad entre servicios hace prácticamente imposible competir con esas compañías. Forzar a los gigantes a cambiar para permitir la competencia me parece algo muy bueno, que se desafíe a las grandes empresas y haya alternativas.