Tras la crisis en Rodalies

Los Mossos amplían el plan de prevención del robo de cobre a toda Catalunya

Aumentará el patrullaje en la red ferroviaria y otras instalaciones y habrá más controles en carreteras y en empresas de reciclaje 

Los ladrones de cobre evolucionan hacia bandas organizadas y con golpes más planificados

Una estación de Rodalies

Una estación de Rodalies

Germán González

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El fenómeno del robo de cobre vive un momento álgido y se ha extendido por toda Catalunya. A principios de febrero las sustracciones en las principales instalaciones ferroviarias, como las de Rodalies, ya hicieron que se activase el nivel 2 del Plan Operativo Específico (POE) 'Metall' en Barcelona, el área metropolitana y en Tarragona. De esta forma se intensificaba la vigilancia con patrullas móviles y drones con cámaras de visión nocturna.

Ahora, tras los asaltos de las últimas semanas, uno de los cuales, en la estación de Montcada-Bifurcació comportó graves consecuencias en el servicio que aún duran en algunas líneas de Rodalies, el Gabinete de Coordinación Central del Programa Operativo LCD-Metal de Mossos, que gestiona los riesgos de este plan operativo, ha considerado que se debe aplicar ese nivel 2 en toda Catalunya. Creen que el aumento de robos de cobre, principalmente en empresas, red ferroviaria e infraestructuras como depuradoras, hace que se deba combatir el fenómeno en todo el territorio.

La policía mejorará la interlocución con la Fiscalía y la coordinación con los operadores ferroviarios

La decisión se tomó este miércoles en una reunión que estuvo presidida por el comisario jefe de Mossos Eduard Sallent y con la participación de los máximos mandos del cuerpo. Además de actualizar el plan operativo y extenderlo por toda Catalunya, la policía catalana ha establecido otras medidas encaminadas a prevenir e investigar estos robos de cobre. 

Por un lado, se aumentará el patrullaje por puntos de la red ferroviaria y otras instalaciones en las que puede haber asaltos, así como en algunos polígonos. Además, se mejorará la prevención con visitas a empresas y diversos operadores para que refuercen la seguridad con cámaras o vigilantes y se les instará a guardar el material dentro de naves industriales o espacios para que no esté a la vista y sea más difícil para el ladrón.

Los Mossos aplicarán estrategias contra la multirreincidencia para maximizar las posibilidades de ingreso en prisión de los ladrones

También se incrementarán las inspecciones en puntos de reciclaje o chatarreros que se dedican a la compra y venta de metales. El objetivo no es solo actuar contra los ladrones de cobre, sino contra mafias más establecidas que se dedican a adquirir y distribuir este metal. Por eso se intensificarán los controles de carretera en puntos cercanos a obras de infraestructuras, como es el caso de Rodalies, en los que hay cobre o su acceso a arterias importantes como la AP-7 o la AP-2.

Adif no es "culpable" de los robos, sino "víctima"

Rafel Comes

— Comisario de los Mossos

La policía también impulsará la interlocución con la Fiscalía para conseguir órdenes de alejamiento de las instalaciones. Y mejorará la coordinación con los operadores ferroviarios a la hora de comunicar los incidentes en tiempo real y derivados de las caídas de tensión de las líneas eléctricas. El comisario de la Prefectura Rafel Comes ha limado asperezas con Adif después de los reproches mutuos tras el caos vivido por el robo de cable en Montcada. Comes ha subrayado que Adif no es "culpable" de los robos, sino "víctima". 

Estrategias contra la multirreincidencia

Teniendo en cuenta que son multirreincidentes, la policía empezará a aplicar estrategias ya desarrolladas en otros planes policiales contra este tipo de delincuencia. El objetivo será maximizar las posibilidades de ingreso en prisión de los investigados o la adopción de medidas cautelares, como por ejemplo órdenes de alejamiento de infraestructuras ferroviarias.

Los Mossos reclaman un abordaje "transversal" que implique mejoras de seguridad y judiciales

Tomadas estas medidas, desde los Mossos d'Esquadra se ha hecho hincapié en que el abordaje de la problemática debe ser "transversal" y no solo policial. Apuntan a los responsables de las infraestructuras y también a la justicia. "La lucha contra este fenómeno pasa también por centrarse, por ejemplo, en la mejora de la seguridad de las instalaciones, en revisar la baja penalidad impuesta en este tipo de delitos y en impulsar medidas de trazabilidad del metal como hacen otros países".

Las cifras

En la rueda de prensa, los Mossos han expuesto cifras que reflejan el fenómeno delictivo y el trabajo policial. Así, desde mayo de 2023 hasta abril de 2024 se han registrado 5.885 incidencias vinculadas a esta delincuencia, frente a las 7.162 denunciadas durante el 2022, entre hurtos, robos con fuerza, daños y actos vandálicos. Admiten que solo se resuelven entre el 8% y el 10% de los casos, ya que la mayoría de detenciones se realizan 'in fraganti'.

Por tipologías delictivas, el 62% son hurtos, un 19% son robos con fuerza y un 19% son daños. Por zonas, las regiones policiales Camp de Tarragona, Metropolitana Nord y Metropolitana Sud concentran el 50% de hechos, situándose en 3.711 hechos denunciados. Por distribución horaria, la acción delictiva se produce en un 41% por la tarde (de las 15.00 a las 23.00 horash), un 39% por la mañana (de 07.00 a 15.00) y un 20% por la noche (de 23.00 a 07.00).

Del total de hechos vinculados al robo de metales, un 3% están relacionados directamente con el robo de cobre en las redes ferroviarias. En este caso, durante el último año (entre mayo de 2023 y abril de 2024) se produce un incremento del 31%, pasando de 263 hechos a 199 denunciados por Adif. En cuanto a la red de Ferrocarrils de la Generalitat, los datos registrados durante el mismo período son 13 hechos.

En cuanto a la actividad policial, si se compara el periodo de mayo de 2023 a abril de 2024 con el año anterior se constata un incremento notable de la actividad policial, con un 77% más de horas destinadas al POE Metal (de 16.473 horas a 29.298), un 38% más de controles policiales (de 2.954 a 4.083), un 74% más de identificaciones (de 5.640 a 9.859) y un 18% más de detenciones (de 229 a 271).

Los Mossos sostienen que el robo de cobro es un fenómeno que "traspasa fronteras con un fuerte impacto internacional" y consideran que está "directamente relacionado" con el precio de este metal que actualmente está en uno de los valores máximos de los últimos años (9,5 euros/kg). "El incremento de robos está directamente relacionado con la fuerte demanda existente y la facilidad en el reciclaje de este metal", han explicado.

Bandas pequeñas y cambiantes

Según han explicado los Mossos, la gran mayoría de ladrones de metal no actúan solos. Suelen formar parte de una extensa red criminal y en cada robo participan entre 2 y 4 personas que no siempre son las mismas, sino que los participantes van cambiando. "Eso dificulta la imputación de grupo criminal a todos los miembros que forman parte y facilita que la penalidad sea menor en caso de ser detenidos", señala la policía.

Los cacos se mueven en vehículos y furgonetas y en muchas ocasiones los titulares de los vehículos son testaferros. La inmensa mayoría de delincuentes han sido detenidos in fraganti y un 75% tienen antecedentes. De estos, 30% acumula más de 10 detenciones.

En los asaltos a las vías ferroviarias, las bandas eligen lugares "de muy fácil acceso por vías de servicio paralelos". Cuentan con que en la mayoría de casos no hay vigilancia ni cámaras. Para robar el cable de catenaria (un cable eléctrico aéreo que forma parte del sistema de alimentación eléctrica de los trenes) suelen utilizar unas pertigas de madera para descolgar el cable y no electrocutarse. Una vez en el suelo lo cortan con una radial por los dos extremos. Este cable no tiene plástico de protección, por lo que no es necesario quemarlo para extraerlo, lo que hace que sea muy aprovechable y fácilmente enrollable.

Otro cable 'deseado' es el de señalización (semáforos y otras señales). Aquí, los ladrones pelan o queman este cableado para eliminar el plástico que lo recubre y que podría tener el logotipo de ADIF. De esta forma es más difícil, en caso de ser interceptados por la policía, demostrar el origen ilícito del cableado.