Los funcionarios desbloquean las cárceles tras mantener a 1.200 presos confinados por las protestas

Un total de 1.200 presos se han encontrado confinados en sus celdas de tres cárceles catalanas a lo largo de la jornada del sábado, las que aún mantenía el bloqueo por las protestas de los funcionarios de prisión desde el asesinato, el pasado jueves, de la cocinera de Mas d'Enric. A última hora del sábado, los funcionarios tanto la prisión de mujeres de Wad-Ras como la de Quatre Camins han decidido levantar el bloqueo como "gesto de buena voluntad" y permitirán que el domingo se recupere la normalidad en la prisión, y con ello las visitas familiares a los presos, según han explicado fuentes de los trabajadores, que remarcan que se trata de un gesto de buena voluntad y, recuerdan, que la reivindicación no es contra los internos. Aun así, los funcionarios avisan que el lunes volverán con las protestas.

A pesar del desbloqueo de los tres centros penitenciarios, los funcionarios siguen pidiendo la dimisión de la consejera de Justicia, Gemma Ubasart, después del asesinato de una cocinera de la prisión Mas de Enric.

De esta forma, las visitas de familiares se podrán llevar a cabo este domingo, y los internos podrán salir de las celdas. Este sábado, los presos han estado aislados durante todo el día, puesto que a primera hora ha empezado el bloqueo con neumáticos y ramas quemando en la entrada del centro, que comparte acceso con la prisión de Joves.

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La consellera Gemma Ubasart, en una comparecencia a los medios este sábado de urgencia, pidió a los sindicatos que se sentasen a negociar con la conselleria para "reconduir" el conflicto. La consellera, y el secrerario del Departament de Justícia habían advertido a los protestantes la "peligrosidad" y el "riesgo elevado" que provoca "alterar la convivencia" en el sistema penitenciaro.

Los funcionarios de prisiones mantenían las protestas en tres centros penitenciarios catalanes desde el pasado jueves. El que más preocupaba a la conselleria era la de la prisión de mujeres de Wad-Ras, en Barcelona, donde un centenar de internas ya superaban las 48 horas de encierro en sus celdas. Pese al desbloqueo de Wad-Ras, los funcionarios siguen pidiendo la dimisión de la consejera de Justicia.

En Quatre Camins (Granollers), la falta de personal tampoco permitía mantener la vida ordinaria ni las tan ansiadas comunicaciones de los fines de semana. Y en la cárcel de Jóvenes, adyacente a Quatre Camins, dos de los cuatro módulos tampoco han podido hacer salir a los internos de sus celdas porque no se podía mantener la normalidad del centro ante la falta de personal. Los presos que hasta el final del sbábado estaban confinados y no podían interactuar con sus familiares, eran el 15% del total de reclusos en Catalunya. El viernes fueron el 52%.

Riesgo de peligrosidad

"La afectación de las personas encerradas en celdas es un criterio de peligrosidad que puede derivarse de esta situación, todos debemos poner nuestro grano de arena para reconducir esta situación", advirtió la consellera Ubasart en la rueda de prensa. "Si se altera la normalidad de la vida en la cárcel, si se altera a la convivencia, es un riesgo que todos los profesionales conocemos", añadió Armand Calderó, secretario de medidas penales del Govern.

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En este sentido, los responsables de la consellería han insistido en ofrecer su mano tendida para abrir negociaciones con los representantes sindicales de las cárceles. "Sus reivindicaciones son legítimas y sus condiciones laborales son una prioridad para nosotros. Estamos dispuestos a hablar de todo, pero antes debemos sentarnos en una mesa", insitió Ubasart. La consellera no quiso hablar de dimisiones, pero tampco de posibles intervenciones policiales. "Estamos gestionando un caso muy complejo y necesitamos a todo el equipo a pleno rendimiento", insistió la consellera. "Pedimos responsabilidad: dar un vuelco definitivo al sistema penitenciario catalán aplicando mejoras", subrayó Ubasart.

Más personal

En este sentido, la consellera prometió la incorporación de 800 nuevos funcionarios. Un centenar ya estaban previstos para incorporarse el este marzo. Había 407 nuevos trabajadores más que debían hacerlo este 2024 en el marco de un programa de unidades compensatorias para reos vulnerables y descompensados que viven en módulos ordinarios. "Estamos trabajando ya en esta dirección y ya consta en los acordes del Govern, sólo nos falta desplegarlo", añadió Ubasart.

Sobre el asesinato de Núria, la cocinera de la cárcel de Mas d'Enric, cometido el pasado jueves, Ubasart no quiso hacer autocrítica pero sí explicó que la conselleria sigue trabajando en el expediente informativo que han iniciado a raíz de este caso. "Estamos estudiándolo para ver si ha fallado algo. Si hay que aplicar algún cambio, se aplicará", explicó la consellera.

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Los sindicatos, decepcionados

El portavoz de UGT de Prisiones, Xavier Martínez, consideró "muy decepcionante" la comparecencia de la consellera de Justicia, Gemma Ubasart. Martínez, desde Quatre Camins, insistió en que la mano tendida la tienen siempre, pero que para empezar a negociar es necesario el "cese inmediato" del secretari de Mesures Penals, Armand Calderó. El portavoz aseguró que Calderó ha hecho "mucho daño" a la institución y es una persona "a la que se le ha acabado el crédito". Si se produce este cese, Martínez aseguró que su sindicato se sentaría a negociar. Si esto no ocurriese, Martínez avanzó que las protestas continuarán la próxima semana y lo harán con más fuerza.

El sindicato ACAIP es el que está liderando la protesta en Wad Ras. "A nosotros nadie nos han reclamado sentarnos, pero igualmente si lo hicieran no nos parece que sean los interlocutores básicos, han puesto al mismo nivel el asesinato de una compañera que el sucidio de su asesino", insiste Marta R. Martínez, que ha afirmado que todo lo que pueda ocurrir en el interior de las prisiones es responsabilidad de Ubasart y, por extensión, del Govern y de su president. "El conflicto sólo termina con la toma de decisiones valientes y la consellera debe tomarlas", ha manifestado.