'Boom' del cannabis

La marihuana exprés, el doble de tóxica y de crecimiento rápido, prende en Catalunya

Las mafias manipulan genéticamente las plantas para aumentar la producción, lo que ha doblado la presencia del THC, el elemento psicoactivo

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Marihuana en Barcelona: se debate el consumo de cannabis

Marihuana en Barcelona: se debate el consumo de cannabis / Manu Mitru

Germán González
J. G. Albalat
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Al laboratorio de la Unidad Central de Química Forense de la División de Policía Científica de los Mossos d'Esquadra cada vez llegan más muestras de marihuana. En los primeros 10 meses del año pasado, los agentes intervinieron en Catalunya 430.000 plantas y se practicaron unas 2.000 detenciones relacionadas con estos cultivos, punta del iceberg de la fuerte presencia de bandas organizadas que se dedican al tráfico de esta droga en territorio catalán por su facilidad para distribuirla por Europa.

Sin embargo, no solo se registra un aumento de las operaciones policiales para desmantelar cultivos, lo que implica más trabajos en el laboratorio, sino que la marihuana aprehendida es más tóxica y supone un riesgo cada vez más alto para el consumidor. Las mafias dedicadas al tráfico de cannabis usan variedades de plantas modificadas genéticamente para conseguir más producción.

En los primeros 10 meses de 2023, los agentes intervinieron en Catalunya 430.000 plantas y se practicaron 2.000 detenciones

Se trata de 'cultivos exprés' en entornos cerrados en los que se controla la humedad, las luces con lámparas específicas o el riego para planificar varias floraciones al año, según los expertos. Esta modificación también incide en la toxicidad de las plantas, ya que contienen más tetrahidrocannabinol (THC), el ingrediente psicoactivo principal de la marihuana. De esta forma, el consumidor no solo se enfrenta a más riesgos para su salud: también al incremento de las posibilidades de adicción. 

Más riesgo para la salud

En este sentido, la sargento Ángela Sánchez, jefa de la Unidad Central de Química Forense de la División de Policía Científica de los Mossos, explica a este diario cómo se ha notado "el incremento del porcentaje de THC" de las plantas que llegan al laboratorio: si antes este compuesto oscilaba entre un 8 y un 12%, en las nuevas muestras incautadas lo hace entre el 20 y el 25%.

La presencia de THC en la planta ahora oscila entre el 20 y el 25%, cuando antes apenas llegaba al 12%

Por tanto, el aumento de esta toxicidad afecta tanto a las plantas como a los productos derivados y tratados como el hachís. De esta forma, un fumador de estas sustancias puede notar sus efectos de forma más potente, lo que incrementa "el síndrome de necesidad de consumo". En algunas edades, como los adolescentes que aún están creciendo, puede tener consecuencias más graves para su desarrollo. "Hay constancia de que el cannabis disponible es hoy mucho más potente, a pesar de la baja percepción que existe sobre los daños que causa", alertan también desde el Colegio de Médicos de Barcelona. 

"El problema es cuando normalizamos el consumo de este tipo de sustancias que tienen un peligro", señala Sánchez. "La planta de marihuana es un ser vivo y se pueden hacer modificaciones genéticas para que los cogollos sean más grandes, más frondosos, lo que también implica aumentar el porcentaje de THC", añade la jefa de la Unidad Central de Química Forense. También recuerda que la intención de los grupos criminales consiste en conseguir más producción que les permita tener un beneficio económico, lo que afecta a "la calidad y la pureza" de las plantas.

Examen pericial

La responsable policial también explica que las intervenciones respecto a la marihuana no terminan cuando se desmantelan las plantaciones y se requisan los cultivos. "Hay mucho trabajo de laboratorio detrás", destaca Sánchez, ya que los mossos reciben una muestra de la plantación estadísticamente válida, según la normativa vigente en España de control de estupefacientes que se debe analizar.

"Hay constancia de que el cannabis disponible es hoy mucho más potente, a pesar de la baja percepción que existe sobre los daños que causa", alertan desde el Colegio de Médicos de Barcelona

De esta forma, se llevan 30 plantas elegidas al azar al laboratorio, en el que trabajan agentes y facultativos especialistas, que son los encargados de estudiarlas. Lo hacen examinando los 20 centímetros de la parte superior cada ejemplar junto con los cogollos y las hojas, ya que en ellas está "el principio activo" de la marihuana. Se realizan 30 analíticas, con mínima humedad y garantías para evitar deteriorar la muestra, con el objetivo de detectar el THC y la pureza de cada una de las muestras. Además, Sánchez remarca que es relevante conocer el peso de la plantación, ya que el Código Penal establece que, cuando superan los 10 kilos, el castigo judicial es más alto, al considerarse "alijos de notoria importancia".

Laboratorio de marihuana de Mossos

Laboratorio de marihuana de Mossos / Mossos

Una vez se concluye este análisis, se redacta un informe pericial que se envía al juzgado. Las muestras quedan archivadas, bajo custodia, en el laboratorio de la Unidad Central de Química Forense de la División de Policía Científica hasta que la autoridad judicial ordena su destrucción, lo que puede hacerse años más tarde.

En el año 2019 este laboratorio tenía 1.800 expedientes abiertos de droga con muestras, mientras que el año esta cifra ascendió a 2.200. En el 75% de los casos se trata de decomisos de marihuana y de derivados, como el hachís, mientras que el resto son de otras sustancias como cocaína y heroína. "Han aumentado muchísimo", afirma Sánchez.

Aumento de las mafias

En su memoria correspondiente al año 2022, la Fiscalía General del Estado alerta sobre el aumento de la presencia de “organizaciones extranjeras” en Catalunya que, “aprovechando una cierta tolerancia social, realizan plantaciones y distribuyen las plantas por toda Europa utilizando diferentes medios de transporte u organizando sistemas de ventas en establecimientos, webs o envíos por correo postal o paquetería”. Además, también señala que existe un “problema” con el retraso en los análisis de las sustancias intervenidas, ya que hay muchos “pendientes”. 

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