El Govern contrata jardineros para podar la marihuana intervenida por los Mossos

La Conselleria d'Interior ultima la contratación de una empresa de jardinería para que los trabajadores de la misma se hagan cargo de la marihuana que los Mossos d'Esquadra intervienen en Catalunya. Solo en 2022, la policía catalana requisó más de 600.000 plantas y unas 26 toneladas de cogollos.

La tarea de estos jardineros será desplazarse hasta el lugar en el que se ha producido cada operación policial y hacerse cargo de podar las plantas y meterlas en bidones. También deberán trasladar esos bidones hasta el almacén de Nou Barris (Barcelona) que actuará como depósito único de la droga a partir de este mes de septiembre.

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Tal como ha avanzado EL PERIÓDICO, esta próxima semana entrará en funcionamiento ese almacén de marihuana que estará ubicado en la comisaría del distrito de Nou Barris de Barcelona. Los jardineros asumirán una tarea que hasta la fecha han llevado a cabo los propios agentes –la de cortar y trasladar hasta las comisarías las plantas de marihuana– pero su trabajo finalizará con la entrega de los bidones en el depósito.

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La gestión de ese almacén será un encargo que, dada su delicada naturaleza, recaerá exclusivamente en los propios Mossos. La comisaría de ese distrito ha sido reforzada y destinará agentes a custodiar un almacén que puede acumular centenares de miles de plantas de marihuana hasta que, transcurrido un mes y si no consta orden judicial en sentido contrario, pueda procederse a su destrucción.

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Este servicio de jardinería externo y la entrada en funcionamiento del almacén de Nou Barris forman parte de un plan piloto que se aplicará únicamente en la Regió Policial Metropolitana Nord. Cuando se constate que funciona adecuadamente, subrayan fuentes de Interior, se extenderá al resto de regiones policiales.

El traslado

En los últimos años, la poda y traslado de las plantas de marihuana hasta las respectivas comisarías ha supuesto un problema para la policía catalana. No únicamente porque las áreas básicas no disponen de un espacio lo bastante grande y seguro para tanta marihuana, sino porque en ocasiones las plantaciones, como ocurre con los viveros de montaña, están en lugares de muy difícil acceso que dificultan su traslado.

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Para evitar esa carga a policías que, en algunos casos, han ascendido entre el bosque vistiendo pesados uniformes antitrauma, los jueces han accedido recientemente a proceder a la destrucción de la marihuana en el mismo lugar de la plantación. Sin embargo, esa medida, que se seguirá tomando, no está exenta de complicaciones.

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Esta semana, sin ir más lejos, un vecino de Tarragona ha subido a Instagram un vídeo en el que aparece eufórico recogiendo marihuana en una plantación que acaba de ser desarticulada por los Mossos en las montañas de Prades. La policía catalana ha calificado de 'fake news' el vídeo porque insiste en que el cannabis fue destruido y que lo que el vecino se lleva son plantas que ya no contienen droga. Pero otras fuentes policiales admiten que es muy complicado destruir todos los cogollos que produce un vivero de 4.000 plantas de casi dos metros de altura como el de Prades.

Las imágenes del vecino cargando plantas enormes y asegurando en redes sociales que podrá fumar gratis durante un año, se ajusten o no a la realidad, han ejemplificado nuevamente el problema de la gestión de la marihuana intervenida por parte de los cuerpos policiales. El depósito único de Nou Barris y el servicio externo de jardinería deberán ser útiles para ahorrar horas de trabajo –y disgustos– a policías que podrán dedicarse a otras tareas.

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