Tasa en ascenso

El Casal dels Infants alerta de la pobreza infantil desatada en 23 barrios de Catalunya

Informe PISA: Los resultados entre alumnado no migrante y migrante se igualan si se resta el 'factor pobreza'

El Govern estudia por qué las ayudas públicas no atajan la pobreza infantil (y sí alivian la de adultos)

Una niña en una escuela catalana.

Una niña en una escuela catalana. / JORDI OTIX

ACN

ACN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Casal dels Infants ha alertado este lunes de que 23 distritos de 19 municipios de Catalunya tienen una tasa de riesgo de pobreza entre los niños igual o superior al 45%, y en 14 distritos de 13 municipios tienen riesgo de pobreza severa más del 25% de los menores. La asociación ha señalado que, aunque la proporción de niños en riesgo de pobreza ya es "alarmante" en el conjunto de Catalunya (el 27,5% en 2022), es necesario poner el foco en los territorios donde la cifra sube. "Tendemos a destacar una foto global sobre la pobreza infantil, pero para darle la vuelta hay que hilar fino y centrar más esfuerzos y recursos en aquellos barrios que concentran las situaciones de vulnerabilidad más graves", ha valorado la directora general de la entidad, Rosa Balaguer.

Los distritos con más niños en riesgo de pobreza son el de La Mina de Sant Adrià de Besòs (el 57%); el núcleo antiguo de Lloret de Mar (54%); el distrito de Fondo de Santa Coloma de Gramanet (53%); el pueblo de Constantí (52%); el barrio del Culobret de Figueres (51%); la zona norte cercana al polígono de Montornès del Vallès (51%) y centro de Salt (51%). En cuanto a la pobreza severa entre menores de edad, el barrio de La Mina de Sant Adrià de Besòs (32%), el pueblo de Constantí (31%), el Culubret de Figueres (29%) y el barrio de Sant Cosme de El Prat de Llobregat (28%) son los que tienen las tasas más altas.

Los datos de niños en riesgo de pobreza son de 2021 y corresponden al porcentaje de menores de 18 años que viven en hogares con ingresos por unidad de consumo inferiores al 60% de la mediana de todo el estado. Por lo que respecta a la pobreza severa, es la que se da en hogares con ingresos por unidad de consumo inferiores al 40% de la media estatal. Hay que tener en cuenta que la mediana de ingresos por unidad de consumo en el conjunto del estado es inferior a la de Catalunya. Por tanto, si se calculara la tasa de riesgo de pobreza y la de pobreza severa en los niños teniendo en cuenta la mediana de Catalunya, como hace la Encuesta de Condiciones de Vida, en estos distritos ambas tasas serían incluso más elevadas.

Más inversión allá donde es urgente

Balaguer ha recordado que la Ley de los Derechos y las Oportunidades en la Infancia y la Adolescencia (LDOIA) del Parlamento de Catalunya, aprobada en 2010, establece que es necesario actuar de forma preferente con planes de intervención social preventivos y comunitarios en los barrios y entornos territoriales en los que se detecte una concentración de desigualdad económica, escolar, cultural y de indicadores de riesgo para los niños y adolescentes. “Los datos territoriales de pobreza nos demuestran que en estos 13 años no se ha invertido lo suficiente en el fortalecimiento de redes comunitarias que garanticen el bienestar de los niños y niñas donde más es necesario. Detrás de las cifras hay situaciones graves que las entidades que actuamos a pie de calle detectamos día a día”, ha opinado.

Por otra parte, la directora general de la entidad ha apuntado que estos datos tienen mucho que ver con las desigualdades educativas que constata el último informe PISA: “La pobreza condiciona todos los ámbitos de la vida de los niños, y evidentemente también aprendizaje. El hecho de que se concentre en determinados barrios es el origen de las desigualdades educativas que nos indican los resultados académicos, agravando con factores como la segregación escolar y la falta de inversión suficiente en educación”.

Garantizar servicios de apoyo educativo y social

El Casal dels Infants impulsa servicios de apoyo educativo y social en algunos de los distritos con mayor riesgo de pobreza infantil en Cataluña, como el de la Mina de Sant Adrià de Besòs; el de Fondo y el del Raval y Santa Rosa de Santa Coloma de Gramenet; el de Ciutat Vella en Barcelona (en el barrio del Raval), Llefià y Sant Roc y todo el municipio de Salt. La asociación también actúa en los barrios del Besòs y el Maresme de Barcelona, el del Besòs de Sant Adrià de Besòs y el de Santa Eugenia de Girona.

La asociación ha reivindicado el papel de estos servicios que acompañan a niños, adolescentes y familias en riesgo de exclusión, clave en la prevención, detección y atención de situaciones que ponen en peligro el desarrollo de estos niños y niñas. "Vemos la falta de cobertura de necesidades básicas, como la alimentación o la vivienda, y buscamos soluciones coordinándonos con los servicios sociales, los centros educativos y otros recursos de cada barrio. Garantizamos apoyo educativo a los chicos y chicas fuera de el horario lectivo, en todas las etapas, y fortalecemos las competencias de sus familias. También somos una red de relación y apoyo mutuo muy importante, un espacio seguro y de confianza", ha valorado Balaguer.

En este sentido, Balaguer ha insistido en la necesidad de que las administraciones garanticen la financiación y los recursos suficientes a estos servicios para que den cobertura a todos los niños y adolescentes que necesitan su uso.