Marc Simón: «La pobreza infantil, el envejecimiento poblacional y el proceso de final de la vida son tres de los grandes retos sociales»

La exclusión social, el envejecimiento poblacional y el acompañamiento psicológico a las personas con enfermedades avanzadas y sus familias son las prioridades que tenemos que afrontar como sociedad. Marc Simón explica el modelo transformador que desarrollan desde la Fundación “la Caixa” en colaboración con entidades sociales y administraciones.

Marc Simón, subdirector general fundación La Caixa.

Marc Simón, subdirector general fundación La Caixa. / Zowy Voeten

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Reducir las desigualdades es uno de los principales retos que tenemos como sociedad. El mundo global actual se ve afectado por situaciones que cada vez están más a la orden del día como la pobreza infantil, la desigualdad o la soledad de los mayores. Estas son las prioridades de la Fundación “la Caixa” que desde hace cerca de 120 años trabaja para mejorar el bienestar de las personas, poniendo el foco en los colectivos más vulnerables. su trayectoria -que en unos inicios empezó siendo la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros de Cataluña y Baleares- ha ido desarrolándose en paraleloa los cambios sociales, siendo la entidad a que más continuidad ha dado al espíritu de las cajas de ahorros. Y, a día de hoy, no es la Fundación de un banco, sino al revés: la Fundación ”la Caixa” es la cabecera del grupo “la Caixa”, estructura ideada por su actual presidente, Isidro Fainé, para blindar la acción social y que ha sido clave para convertirse en la primera fundación de España y una de las fundaciones más relevantes del mundo. 

Marc Simón, subdirector general de la Fundación “la Caixa”, participó en una conversación con Albert Sáez, director de EL PERIÓDICO, en la que explicó la evolución de la Fundación y cómo podemos hacer frente a los potenciales retos sociales a los que nos tendremos que enfrentar en un futuro próximo. “Ponemos el foco en el crecimiento de las personas para transformar la sociedad. Llevamos a cabo una acción social pionera y diferencial, en red con entidades e instituciones, para acompañar a las personas de forma integral durante distintos procesos vitales. Hemos llegado a todas las provincias de España y, mediante la anticipación y la innovación, desarrollamos proyectos con un impacto duradero”.

En 2008, año en que se incorporó Marc Simón a la Fundación, esta tenía 500 millones de euros de presupuesto y “nunca hemos bajado de esta cifra; este año contamos con el mayor presupuesto de nuestra historia, casi 540 millones de euros, y un 60 % del mismo (320 millones) se destina al desarrollo, expansión y consolidación de nuestros proyectos sociales”. El punto de inflexión para apostar por la dimensión social fue a principios de los 2000, con el aumento de ingresos y la creación de programas transformadores, que apuestan por empoderar a las personas para que puedan coger las riendas de sus vidas.

Charla de Alber Saez con Marc Simón, subdirector general fundación La Caixa.

Charla de Alber Saez con Marc Simón, subdirector general fundación La Caixa. / Zowy Voeten

Previsiones

Las desigualdades sociales, en distintos ámbitos y edades, son una de las máximas preocupaciones de la Fundación. Una acción que realiza directamente desde la Fundación de la Esperanza y a través de su larga lista de programas sociales, tales como: CaixaProinfancia, Incorpora, Personas Mayores, Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas, entre otros, que ayudan a las personas a atravesar etapas de dificultad. “Para escoger las intervenciones sociales, primero identificamos la necesidad, y aplicamos metodologías científicas contrastadas y equipos cualificados. Y, por último, evaluamos el resultado de cada programa para, así, poder llegar al mayor número de personas posible a través de una sólida red de entidades e instituciones del territorio. La Fundación trabaja siempre en colaboración con entidades, eso implica, en algunas ocasiones, que “mucha gente no conozca lo que hacemos porque estamos detrás de ello”. Para poder abordar todas las necesidades que puedan ir apareciendo, se realizan estudios para prevenir o anticipar posibles crisis o cambios sociales. “Pudimos detectar la crisis del 2008 y situaciones de clara vulnerabilidad como la desigualdad, la pobreza infantil, el acceso al trabajo, el cambio de la pirámide de población…”. Esta previsión sirve para definir las actuaciones que realizará la Fundación. “Para nosotros la persona siempre está en el centro, apostamos por la individualización y personalización de cada ayuda, tenemos una visión territorial y evaluamos los programas para que tengan un impacto duradero”. La Fundación trabaja en colaboración con las administraciones, pero siempre teniendo muy claro que “hacemos mucho más que dar dinero a las entidades”. Simón quiso destacar que este trabajo conjunto es muy productivo en la mayoría de ocasiones, ya que “intentamos no dar dinero a la administración, sino canalizarlo siempre a través de las entidades”. 

Cada año se reciben más de 5.000 propuestas de entidades para sacar adelante proyectos sociales y de ellos, unos 1.500 son impulsados por la Fundación. “Una parte importante del presupuesto se destina a las convocatorias sociales para poder ayudar a las entidades interesadas”. Uno de los programas destacados es Incorpora, que se dedica a la inserción laboral de personas en situación de vulnerabilidad. “Funciona desde 2005 y cada año conseguimos muy buenos resultados. En total, más de 400.000 contrataciones”. Justo en este sentido, Simón quiso destacar que algunos de los casos de éxito se encuentran en los programas de exclusión social o laboral. “Tenemos un programa especial para empoderar a mujeres jóvenes dentro de la Fundación de la Esperanza, que nos ha permitido, por ejemplo,ayudar a mujeres víctimas de matrimonios forzados a que puedan tirar adelante y acabar sus estudios”.

«Las desigualdades sociales, en distintos ámbitos y edades, son una de las máximas preocupaciones de la Fundación»

Otro de los retos a los que se enfrenta nuestra sociedad es el envejecimiento de la población. Se prevé que en 2050 las personas mayores representen el 36% de la sociedad española y, hoy día, casi tres millones de ellas viven en soledad. En Fundación “la Caixa” se trabajan programas dedicados a este segmento de la población. “En 2015 ya teníamos una previsión de cómo sería el cuidado de las personas mayores en un futuro y vimos que debía ser un proyecto esencial a trabajar”. Desde la Fundación distinguen cuatro líneas de trabajo en el envejecimiento activo: la brecha digital, los hábitos saludables, el papel activo de los mayores y el desarrollo personal en la vejez. También se ha empezado a trabajar para atender la vulnerabilidad que sufren muchas personas mayores. “Tenemos el número más grande de hogares donde vive una persona sola, la mayoría mujeres. Es el colectivo más grande de hogares unipersonales”. El programa de Personas Mayores se dedica a atender cada año a dos mil personas para hacer frente a las situaciones de soledad. “En un estudio vimos que a partir de los 65 años se tendía a dejar lazos de amistades y a confiar más en la familia, ahora intentamos recuperar los lazos sociales para mejorar su autonomía”, explicaba Simón. Hace poco, la Fundación lanzó el lema: “La soledad no se ve, se siente” para reivindicar la necesidad de erradicar este problema. “La gente que se queda sola es precursora de ser dependiente en poco tiempo, debemos evitar esto”. La entidad también desarrolla el programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas, que ofrece una atención de calidad a los pacientes que se encuentran en situación de final de vida y trabaja para que la atención psicosocial sea un derecho para todas las personas. Su misión es complementar el modelo actual de atención sanitaria para lograr cubrir tanto la esfera emocional, social y espiritual del paciente y su familia como la atención al duelo y el apoyo a los profesionales de cuidados paliativos, en hospitales, domicilios y residencias. Desde su puesta en marcha en 2008, en el global de España el programa ha atendido a más de 650.000 personas, 290.181 pacientes y 372.630 familiares.

Análisis

Simón analizó las tendencias sociales a corto plazo. Relacionado con la vejez, quiso alertar que la economía en este sector de la población. El subdirector quiso resaltarlo como un reto que tenemos como sociedad. La situación de los mayores no es el único indicador preocupante en nuestro país. España ha sido uno de los que han salido en peor situación de la Covid-19 y esto ha provocado un problema de desigualdad.

Momentos de la conversación entre Marc Simón y Albert Sáez.

Momentos de la conversación entre Marc Simón y Albert Sáez. / Zowy Voeten

“Debemos intervenir de forma global porque puede generar un conflicto”. Simón opinó que se debe empezar por dar herramientas a los niños que se encuentran en situación de pobreza infantil para romper el círculo hereditario de la pobreza. “Este año, acompañamos a cerca de 40.000 familias y a 65.000 niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad”. No obstante, aún no es suficiente. “Cerca del 20% de familias de nuestro programa, son personas con trabajos fijos, pero que no pueden subsistir”. Según Simón, esto provoca desigualdades sociales que se convierten en la “asignatura pendiente más importante”. El programa Incorpora se encarga de buscar trabajos dignos para personas que necesiten esta ayuda. “Nuestro modelo se distingue por la personalización. Estamos trabajando en esta línea para la orientación y la formación porque cada uno tiene capacidades diferentes”. 

Gracias a los estudios que se realizan desde la Fundación “la Caixa”, se pueden detectar fenómenos y necesidades que poco a poco van a afectar de forma significativa a nuestra sociedad. “Ahora mismo vemos tendencias que se dirigen hacia la brecha tecnológica y hacia la necesidad de acompañamiento para realizar trámites en algunos colectivos”. Los fondos Next Generation son una oportunidad para implementar programas dirigidos a esta problemática digital. Con los fondos europeos también se está trabajando en espacios acondicionados para las familias con hijos de entre 0-3 años, “para mejorar las competencias parentales, compartir experiencias e inquietudes, y fomentar el desarrollo psicomotor, cognitivo y social de los más pequeños”. Simón avisó de que, si no se pone freno a estas problemáticas, habrá una parte de la población que no podrá progresar. “Estos temas, junto con la búsqueda de proyectos de vida con sentido para las personas mayores y los nuevos modelos de vejez más heterogéneos, son los grandes retos de la sociedad”.