Educación en Catalunya

Clases de romaní en el instituto: "Les sorprende saber que 'chaval' es una palabra de origen gitano"

"Estudiar nos hace más gitanos"

Cuando el futuro académico depende del color de tu piel

Marinela Isuf, profesora de romaní en el IE El Gornal, en L'Hospitalet.

Marinela Isuf, profesora de romaní en el IE El Gornal, en L'Hospitalet. / RICARD CUGAT

Helena López

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Marinela Isuf se presenta como "gitana de Albania". Tiene 32 años y llegó a Barcelona en el 2017 para sumarse, con toda la ilusión del mundo, al proyecto de recuperación de la lengua romaní que había elaborado su hermana desde la asociación Rromanipe's (anteriormente conocida como Asociación de Jóvenes Gitanos de Gràcia). La iniciativa empezó con un proyecto piloto por las tardes en el local de la asociación con cuatro niñas gitanas del barrio y funcionó. Tanto que lo presentaron al Plan Integral del Pueblo Gitano, donde gustó y les ofrecieron financiación para la iniciativa de clases de inglés y romaní al alumnado del IE Gornal, en L'Hospitalet, que llevan seis años realizando.

El instituto Gornal de L'Hospitalet lleva seis años ofreciendo con éxito una clase que combina inglés y romaní

El pasado 5 de noviembre, Día Internacional de la Lengua Romaní, celebraron todo el camino recorrido durante este tiempo con 'Seripen' (Memoria en romaní), una exposición en la que han colaborado los alumnos de ESO recogiendo su historia, que a su vez han compartido con los más pequeños.

-¿Inglés y romaní en una misma clase?

-Sí, el inglés es muy importante para ir por el mundo, para encontrar trabajo, y el romaní es muy importante también porque es nuestra identidad. Mi primera lengua es el romaní, después el albano. El romaní tiene mucha diversidad; en nuestro dialecto, en Albania, tenemos palabras del turco y del griego. En España se perdió por siglos de persecución, y para nosotros es importante recuperarlo. Como mínimo que los alumnos conozcan su existencia, que lo escuchen, que identifiquen palabras... El idioma gitano tiene como 60 dialectos, pero la raíz es la misma. El idioma varía mucho en función del país en el que vives. Aquí nosotros cogemos palabras caló. Cuando dices algo, a veces te dicen '¡esta palabra la conozco!'. Por ejemplo, 'chaval' es una palabra gitana, y yo lo escucho mucho aquí en niños no gitanos. Nuestra clase sirve para que conozcan ese origen; y eso se les queda.

"La lengua es memoria y para los gitanos es importante recuperarla"

-¿Cómo lo hace?

-Con canciones, juegos, talleres... puede parecer que enseñamos poco, pero para nosotros este poco es mucho. Hay veces que hago solo inglés, si tienen un examen pronto, y otros días solo romaní, en función de como estén. Son niños, hay que adaptarse. A veces están cansados. Pero me emociona cuando, desde otra clase, escucho que están cantando los números o las presentaciones, que yo les enseño con una canción para que se les quede. El proyecto de 'Seripen' ha sido muy bonito porque de nuestra memoria podemos aprender. No solo cultura y tradiciones, también la lengua. Porque al final la lengua es también nuestra memoria. Nuestro idioma antes era solo oral y en los últimos 10 años estamos intentando escribirlo para que perdure. Si tú realmente quieres aprender el idioma no lo aprendes con el cerebro, lo aprendes con el corazón. Tienes que sentirlo en las venas.

-¿Está logrando que los niños lo sientan?

-Cuesta mucho porque no tienen información. En España, además, hay gente que dice que el caló no es romaní, ¡y el caló es romaní!

Hacen falta profesores gitanos en las escuelas, los niños necesitan referentes dentro del colegio

-En estos seis años de experiencia en una escuela con un número importante de niños gitanos, ¿qué ha echado en falta? ¿Qué cree que haría falta para evitar el abandono escolar temprano, por ejemplo?

-Cuando tienes cerca a alguien de tu familia te sientes cómoda, ¿verdad? Eso pasa con la escuela: si tienes a una maestra gitana piensas 'ella es como nosotros'. Y es un buen ejemplo para los niños. Urgen más maestros o más voluntarios gitanos en la escuela. Cuando yo les dijo a mis alumnos que tengo tres carreras se quedan '¿Tres carreras? ¿Una gitana con tres carreras?'.

-¿Y qué les responde?

-Que sí, que por qué no. Y me preguntan si no estoy casada y les digo que no. Y me dicen, '¿y no quieres hijos?'. Y yo, 'sí, quiero hijos'. Las escuelas que tienen un gran número de alumnado gitano necesitan referentes dentro del aula. Claro que pueden establecer un vínculo con una maestra no gitana, pero no es lo mismo. Yo eso lo noté mucho en El Prat. Yo iba con el pelo corto, rojo y por mi manera de vestir, no pensaban que era gitana, pero cuando hablaba y les explicaba mis costumbres, que son tan parecidas a las suyas, entendían que yo soy una de ellos. Pero es muy difícil.

-¿Es difícil porque el contexto hace que cueste que lleguen a la universidad?

-Sí que hay que llegan a la universidad, pero no estudian para maestro. Y sería muy importante, porque un referente gitano en el colegio es un referente no solo para el alumnado, también para las familias. El proyecto de romaní termina en diciembre y no sé ni cómo me iré del colegio. Me iré llorando, me da mucha pena.