INICIATIVA DE EMPODERAMIENTO ESCOLAR

"Estudiar nos hace más gitanos"

Un grupo de gitanos, en el Institut Escola Sant Adrià de Besòs

Un grupo de gitanos, en el Institut Escola Sant Adrià de Besòs / JOAN CORTADELLAS

Helena López / Sant Adrià de Besòs

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los nombres y el legado de personalidades como Neil Armstrong, Rosa Parks y Martin Luther King estuvieron este lunes muy presentes en el patio del Institut Escola Sant Adrià de Besòs en la jornada Referentes gitanas y gitanos por un futuro de éxito en La Mina (sí, primero ellas). Bajo un sol de aúpa, 10 gitanos que han estudiado, estudian o están a punto de estudiar en la universidad se dirigieron a los alumnos del centro -el único colegio del barrio- y, sobre todo, a sus familias, con un objetivo claro: que mesas como aquella en breve no tengan ningún sentido porque que un gitano vaya a la universidad se haya convertido en algo normal.  

Aunque la más citada en el emotivo y aún muy necesario acto fue otra mujer, crucial en la historia del barrio: la Tía Emilia. Y no solo, aunque también, por una de sus nietas, la "minera", como se definió, Aroa Vargas, futura estudiante de Magisterio y una de las 10 personas gitanas que llenaron el escenario con sus historias de superación, a quien le da "mucho coraje" cuando un niño gitano le dice "¿pero yo para qué voy a estudiar, si soy gitano?". 

"No se trata de que todos tengamos que ser universitarios, sino de que podamos elegir nuestro camino, que puede ser acabar la ESO"

Daniel Martínez

— Primer gitano de La Mina con formación superior

"La educación no nos apaya, sino que nos hace más gitanos. La revolución educativa será gitana o no será", fue una de las frases más célebres de Emilia Clavería -la abuela de Aroa-, quien fuera presidenta de la asociación gitana de mujeres Drom Korar Mestipen y vicepresidenta de Mujer en la Federación de Asociaciones Gitanas de Catalunya. La eligió para cerrar el encuentro Manuel Fernández, el Lolo, quien tras 15 años en el camión de la chatarra, después de dejar de estudiar en primero de ESO, decidió retomar sus estudios y ahora cursa Ciencias Políticas en la UAB. 

"Me da mucho coraje cuando un niño me dice 'yo para qué voy a estudiar, si soy gitano'"

Aroa Vargas

— Futura estudiante de Magisterio

Citándola explícitamente o simplemente parafraseándola, su mensaje caló, ese "estudiar no nos apaya" fue uno de los mensajes que todos los ponentes quisieron transmitir a los niños de La Mina y, casi con mayor ahínco, a sus familias. Otra de las coletillas repetidas por casi todos que definía a la perfección la idiosincrasia del acto fue el "la mayoría ya me conocéis", repetido en cada presentación. Esa era la gracia. Se trataba de que gitanos de La Mina hablaran de igual a igual con otros gitanos de La Mina, para decirles, claro, que "sí se puede", el último gran hit de la mañana. 

"El Paco no era un fuera de serie"

"El Paco no era un fuera de serie. El Paco era solo un niño que se creyó a sus profesoras cuando le dijeron que él podía", señalaba emocionado Paco Vargas, alumno de la última promoción de bachillerato de La Mina, quien aprovechó el micrófono para reivindicar que los estudios posobligatorios vuelvan al barrio [el Institut Escola ofrece hasta la ESO y ciclos formativos, pero para cursar bachillerato tienen que salir de La Mina]. "Mi mensaje para los niños es que se nos pone la vida muy difícil, sin estudios. Y, a las familias, les digo que tenemos que animar a nuestros hijos a que estudien. Además de con las maestras, yo tuve mucho suerte con mi padre, que siempre me decía 'Paco, tú no vales para trabajar'", concluye el joven, sentado junto a su hermano Alberto, técnico de Farmacia. 

"No puede ser que los gitanos llevemos más de cinco siglos en España y un niño gitano abra un libro de Historia y no se vea representado"

Nieves Heredia 

— Educadora Infantil

Al otro lado de la mesa de referentes está Daniel Martínez. 33 años y padre de tres hijos. Graduado en Criminología por la UB y el primer titulado universitario gitano de La Mina. "No se trata de que todos tengamos que ir a la universidad, sino de que podamos escoger y elegir nuestro camino. Que puede ser acabar la ESO o estudiar un ciclo formativo", señalaba Martínez, actual responsable del Casal Cívic del barrio, quien reivindicó también la figura de su hermana, entre el público, "economista y con un máster en ESADE". "Tenéis el 'casal' abierto. No me veáis como un referente. Vedme como un hermano", animó al joven auditorio antes de cerrar su discurso con un "sobre todo, sed libres para soñar".

Todavía invisibilizados

Otro de los parlamentos más emotivos fue el de Nieves Heredia, "gitana de La Mina de 28 años, casada, con una hija de cinco años -se presentaba- y que empezará la universidad tras el verano porque quiere ser maestra". "Yo he hecho muchos mercadillos. Sé lo que es estar bajo la lluvia. Lo que es comerse el género... y quería otra cosa. ¿Por qué los gitanos solo podemos aspirar a la chatarra o al mercado?", reflexiona. Como Paco Vargas al reivindicar el regreso del bachillerato al barrio, Heredia apunta también los deberes pendientes de la administración (obviamente no toda la responsabilidad está en las familias). "No puede ser que llevemos cinco siglos en España y un niño gitano abra un libro de historia y no se sienta identificado, que no se vea representado", denuncia la mujer, quien también señala la baja autoestima que muestran muchos niños gitanos. 

"Esta misma mesa podría estar hablando en el patio de una escuela de Sant Gervasi. Europa y el mundo necesita de nuestro sentido de la paz y de la libertad"

David Cortés

— Estudiante de Pedagogía

Heredia -quien tiene el ciclo formativo de grado superior de Educación Infantil, pero no quiere quedarse ahí, por eso está a punto de empezar en la facultad- sabe de lo que habla. Hace años que trabaja en la Fundación Pere Closa dando clases de refuerzo escolar a niños gitanos. "Que nadie nos ponga barreras", termina. 

De la resiliencia a la excelencia

"Esta misma mesa podría estar hablando en el patio de una escuela de Sant Gervasi. Estas personas son referentes mucho más allá del barrio. No se tienen que exponer estos ejemplos desde la resiliencia, sino desde la excelencia. Es necesario gitanizar la universidadgitanizar. Europa y el mundo necesita de nuestro sentido de la paz y de la libertad", reivindica David Cortés, estudiante de Pedagogía.