La crisis climática amenaza el futuro de las exportaciones agrícolas en Catalunya

¿Cómo es que los embalses pierden existencias a un ritmo menos bajo que en verano, pese a la falta de lluvias? Este fenómeno se explica en buena medida porque la temporada de riego ha acabado en la mayoría de campos de Catalunya. No hay duda de que ha sido un periodo complicado para los agricultores, que han tenido que ser creativos para lidiar contra la falta de agua. Algunas cosechas, como el cereal de secano, se han perdido del todo. Otras, como el arroz del Delta, han salido adelante a duras penas.

Investigadores ya trabajan para crear variedades resistentes a la escasez hídrica

Esta situación pone en cuestión la cantidad de productos que se exportan en Catalunya. En las últimas décadas, la cantidad de dinero obtenida de la venta de productos agroalimentarios al extranjero ha ido creciendo año tras año. "Para continuar aumentándolo, necesitamos que el sistema se actualice y sea competitivo, y para esto necesitamos innovar constantemente", comenta Carmel Mòdol, secretario de alimentación del Departament d'Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural.

"Sin embargo -avisa-, las condiciones climáticas son una amenaza para toda nuestra producción, y tenemos la obligación de adaptarnos a ello para mantener y reforzar el actual modelo". Asegura Mòdol que el sector primario está muy desarrollado en Catalunya. "Precisamente por este motivo, una desgracia como una sequía o una gran helada pueden acabar con muchas ganancias que deberían llegar en Catalunya", apunta. Esto ha ocurrido este 2023 con la escasez hídrica, que ha dejado 50.000 hectáreas sin regar, y sucedió también en 2022, con heladas muy duras que perjudicaron gravemente a las cosechas.

Uno de cada cuatro euros de los que se ingresan en España por la exportación de alimentos acaba en Catalunya

Investigación constante

Uno de cada cuatro euros de los que se ingresan en España por la exportación de alimentos acaba en Catalunya. "Tenemos productos de alta calidad, tanto frescos como elaborados", detalla Mòdol. En el último año, se exportaron productos alimentarios por valor de unos 15.000 millones de euros. En porcentajes, se envía al extranjero un 34% de lo que se produce.

En el último año, Catalunya exportó alimentos por valor de unos 15.000 millones de euros, un 34% de lo que produce

¿Y qué técnicas inovadoras se están aplicando para evitar que fenómenos climáticos extremos mermen la capacidad productiva de los agricultores? Josep Usall, director general del IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria) pone algunos ejemplos: "Trabajamos para crear variedades de frutas resistentes a la sequía. Esta será la forma de producir más con menos agua o en unas condiciones áridas".

La sequía cuestiona el actual modelo agrícola en Catalunya

Su límite prohibido a la hora de perfeccionar genéticamente plantas y árboles son los transgénicos: "No podemos hacer variedades transgénicas, sino que nos basamos en la selección natural. Por lo tanto, tardamos años en conseguir las variedades óptimas".

Anticipar o improvisar: la sequía evidencia las diferencias de gestión de las cosechas entre las cuencas internas y el Ebro

Para lograr una mejora genética más tolerante con la falta de agua en los frutales se requieren unos 15 años. En cereales, entre ocho y 10 años. Este tipo de variedades permiten a los agricultores trabajar con riego de precisión. Aun así, algunos expertos plantean que este tipo de riego deja sin agua a parte de la tierra, ya que lo regado se suele infiltrar en el suelo. El IRTA también investiga variedades resistentes a plagas y enfermedades, para que no requieran tantas sustancias como pesticidas químicas.

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