La desalinizadora de Blanes bate en octubre su récord de producción anual

Se intuía que podía ocurrir, pero ahora, desde principios de octubre, ya es una realidad: la desalinizadora de la desembocadura del río Tordera, en Blanes (La Selva), ha batido su récord histórico anual. En 2022, se generaron 13,5 hectómetros cúbicos de agua potable. En 10 meses de 2023, se han producido ya 14,4 hm³, según los últimos datos de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) recopilados por este diario. La sequía severa ha obligado a las dos principales plantas desalinizadoras de Catalunya a redoblar esfuerzos para rendir al máximo.

En lo que llevamos de año se han producido 14,4 hm3, más que los 13,5 hm3 de todo el 2022

Esta desalinizadora envía agua a algunas comarcas de Barcelona, por ejemplo a la parte norte del Maresme, pero sobre todo, abastece al Consorci Costa Brava (pueblos del sur de esta zona como Tossa de Mar, Lloret de Mar, Blanes o Palafolls). Además, parte de la agua producida también se transporta hasta Cardedeu, para mezclarla con el agua del río Ter y enviarla a ciertas comarcas de Girona, de forma indirecta.

Catalunya redobla esfuerzos y ya utiliza agua regenerada también en el río Tordera

La otra desalinizadora de Catalunya, la de El Prat de Llobregat (la más importante de Europa en cuanto al abastecimiento urbano), todavía no ha batido su récord anual, ya que en 2022 estaba rindiendo al máximo. Sin embargo, no se descarta que lo haga, aseguran fuentes de ATL (el ente Aigua Ter-Llobregat). Lo que sí es seguro es que sumando el agua del mar potabilizada en Blanes y en El Prat, cuando acabe el año, se habrá consumido una cantidad de agua desalinizada jamás registrada.

La sequía reduce (por fin) a mínimos el agua del Ter trasvasada a Barcelona

En estos momentos, la Generalitat tiene sobre la mesa la ampliación de esta desalinizadora de Blanes, para redoblar su capacidad de producción, y también la creación de una nueva planta en la desembocadura del río Foix, en Cubelles. Esta última instalación serviría para que el agua desalinizada alcance también las comarcas de Tarragona, que hasta el momento no disponen de este recurso caro y con un consumo energético elevado por el que el Govern ha apostado para superar la situación de sequía.

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