Infraestructuras

Primer laborable con la R3 de Rodalies cortada: ¿cuál es la opción más rápida para saltar las obras?

La línea vive hoy su primera gran prueba con la afectación entre Mollet-Santa Rosa y Figaró que se alargará durante tres meses

Adif inicia este lunes las obras para mejorar la vía de la R2 entre Vilanova y Castelldefels

El desdoblamiento de la R3 de Rodalies incluye vallar el tramo de vías del atropello mortal en Montmeló

Mollet-Santa Rosa, estación afectada por las obras, el jueves 12 de octubre.

Mollet-Santa Rosa, estación afectada por las obras, el jueves 12 de octubre. / Manu Mitru

Carlos Márquez Daniel

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El viernes 13 de octubre era laborable pero cuenta más bien poco porque pilló a muchos usuarios de la línea R3 de Rodalies de puente. El corte entre Mollet-Santa Rosa y Figaró empezó, un día antes, el 12 de octubre, pero era festivo. Y el fin de semana tampoco sirve para pasar la prueba del algodón. Será este lunes, primer laborable serio desde que empezaron las obras de desdoblamiento de la R3 entre Mollet del Vallès y La Garriga, cuando se podrá calibrar cómo van las cosas, cómo se adaptan los viajeros, cómo responde el transporte alternativo por carretera dispuesto por Renfe y cuántos habituales del tren se pasan al vehículo privado, si pueden, para que su rutina de movilidad se vea lo menos alterada posible. Para cualquier persona que aterrice ahora en el asunto, esto es lo que ya está sucediendo en la línea L'Hospitalet-Vic-La Tor de Querol y esto es lo que pasará durante los próximos tres meses. Este lunes, además, empiezan obras en la R2 entre Vilanova y Castelldefels.

Hasta principios de noviembre, los trenes de la R3 que vengan de Barcelona solo llegarán hasta Mollet-Santa Rosa. A partir de entonces, avanzarán una estación más, la de Parets del Vallès. La línea se corta para poder instalar una vía más, lo que obliga a trabajar sobre la misma infraestructura. La presencia de personal no permite que los trenes circulen, de ahí que sea menester cortar en dos la R3. Puede parecer un engorro, y seguro que lo será, pero el desdoblamiento de la línea es una reivindicación histórica que se entiende al ver que solo pasa un tren cada media hora, limitación que viene dada por el hecho de que precisamente solo haya un carril ferroviario y los convoyes tienen que encontrarse en determinadas estaciones para no chocar. Dos vías significará más eficiencia y menos afectación en caso de que un tren sufra un problema. Ahora mismo, un tren parado implica el corte instantáneo de la R3.

Así las cosas, durante estos tres meses, los viajeros tendrán que ajustar sus tiempos y sus hábitos. ¿Pero cuál es la mejor opción de viaje, sea en sentido norte o sur, si tenemos que saltar el corte? Lo primero, explicar las opciones. Se puede ir en tren hasta Mollet (o Figaró, si bajamos desde Puigcerdà o Vic) y luego seguir en bus alternativo si el destino es alguna de las estaciones sin servicio (Parets del Vallès, Granollers-Canovelles, Les Franqueses del Vallès, La Garriga y Figaró). Si la meta está más arriba, o más abajo, se puede seguir con el tren a partir de Figaró o Mollet (Parets, a partir de noviembre) una vez saltada la afectación con el bus. Hay un bus directo cada media hora desde Mollet hasta Centelles, y viceversa, para luego seguir con el transporte ferroviario si se da el caso.

Renfe también ha dispuesto autobuses directos entre Centelles y la Garriga y Barcelona (Sagrera) entre las 6 y las 9 de la mañana y, de vuelta, entre las 16 y las 21 horas. Sale uno cada media hora. La duda surge sola, con dos variables. ¿Qué es más rápido, eficiente y cómodo, subir en bus directamente hasta la mitad del recorrido y seguir en tren o partir en tren desde el origen y saltar el corte en bus para volver al tren? Vaya por delante que como variable pesa bastante el tiempo que necesitemos para llegar a los buses, que llegan y salen desde la estación de Rodalies Sagrera-Meridiana, situada en el cruce de la Meridiana con la calle de Garcilaso, donde llegan las líneas 1 y 5 de metro.

Le llamaban Trinitat

Luego está el tráfico, porque no es lo mismo llegar o salir en hora punta, con el nudo de la Trinitat echando humo, que pasar las zonas más complidas en un horario menos difícil. El jueves y el viernes, los directos desde La Garriga y Centelles tardaban 35 y 45 minutos, respectivamente, pero esos tiempos se van a ensanchar en un laborable sin trampas. Si comparamos con los horarios oficiales de Renfe, desde Sagrera-Meridiana se tarda 20 minutos en llegar a Mollet-Santa Rosa. Una vez ahí, bajar del tren, coger o esperar el bus, y 45 minutos para llegar a Centelles (unos 80 si se coge el que para en todas las estaciones).

Un tren de Rodalies de Catalunya.

Un tren de Rodalies de Catalunya / El Periódico

En total, algo más de una hora yendo muy bien todo. Así las cosas, todo parece quedar a merced del tráfico, porque aunque el bus se postula como la alternativa más rápida al tren, a determinadas horas puede ser una trampa mortal. En cualquier caso, mejor depender de un solo medio de transporte que tener que ir saltando de uno a otro. Esta opción, recuerden, solo está disponible en horas punta. Es decir, que de nueve de la mañana a cuatro de la tarde no queda otra que la apuesta ferroviaria con el bus solo para saltar el corte.

Si se lo preguntan, el recorrido clásico de Barcelona-Puigcerdà, que sin el corte de la R3 requería cerca de tres horas para recorrer unos 150 kilómetros, con las obras se alarga significativamente. En un cálculo poco científico pero algo aproximado, y contemplados los nuevos horarios de la línea, si toca coger solo tren y recorrer el corte en bus, el viaje alcanza las cuatro horas. Si se opta por el bus hasta Centelles, tres horas y media no nos las quita nadie. Pero ojo los usuarios que vayan más allá de Ripoll, porque solo hay siete trenes al día y hay que trazar muy bien la ruta para que todo cuadre y no nos quedemos tirados o esperando un par de horas a que pase el siguiente convoy con destino a la Tor de Querol. Francia, para bien y para mal, queda ahora un poco más lejos.