La presión policial en el sur de España traslada el tráfico de hachís a Catalunya

Hace meses que los Mossos d’Esquadra vienen detectando un aumento del tráfico de hachís en Catalunya para proveer a países europeos, que se suma al ‘boom’ de producción y transporte de cánnabis que se detecta en la comunidad desde 2015. Este martes, el cuerpo ha hecho balance de las operaciones de los últimos cinco años en los que, año a año, han ido incrementándose los decomisos, las desarticulaciones de redes criminales y las detenciones. 

En los últimos cinco años, los Mossos han decomisado 40 toneladas de esta droga valoradas, una vez en la calle, en 250 millones de euros

"Las organizaciones que introducen hachís por España con destino al mercado europeo últimamente han elegido la vía terrestre y la costa catalana para introducir esta droga", ha alertado el jefe del área de investigación de crimen organizado de los Mossos, Antoni Salleras. "¿Por qué motivos entra más por la costa catalana que antes? -ha planteado el mando policial- Podríamos pensar que las operaciones que el Estado español ha hecho en el Campo de Gibraltar y la Línea de la Concepción a partir de 2018 provocaron una presión tan grande que las organizaciones decidieron introducir el hachís por otras vías".

"La costa catalana no es la principal vía de entrada de hachís, sí la principal vía de paso de la droga hacia Europa"

Antoni Salleras

— Mossos d'Esquadra

Salleras ha concretado que la policía catalana se ha incautado de 40 toneladas de esta sustancia estupefaciente en los últimos cinco años, valoradas en 84 millones de euros. Una vez ya preparada para el menudeo en la calle, el coste estimado asciende a unos 250 millones.

El responsable de Mossos ha señalado que no es una cantidad superior a la de otros puntos de desembarco en España. “La costa catalana no es la principal vía de entrada de hachís, sí la principal vía de paso del hachís" en el país hacia Europa, ha distinguido el jefe policial. Asimismo, ha aclarado que "la mayoría" de la droga que penetra desde Marruecos "no es para consumo del mercado español, sino de la Unión Europea".

Entre enero y septiembre de este año, la policía ha detenido a 912 personas y decomisado 11,5 toneladas, más que en todo 2022

Desde enero y hasta el pasado mes de septiembre, los Mossos han detenido a 912 personas vinculadas con el transporte de hachís. La cifra se acerca al total de arrestados en todo 2022, cuando se apresó a 1.076 personas.

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En lo que va de 2023, ya se han desarticulado más grupos criminales vinculados a este tipo de droga en Catalunya que en cada uno de los dos últimos años. Hasta octubre, la policía ha desmontado 15 redes organizadas, más que las cinco que logró desbaratar en 2021 y las 10 de 2022. La cantidad decomisada también ha ido en aumento: fueron 5,5 toneladas en 2021; 7,5 toneladas en 2022 y 11,5 toneladas en lo que va de 2023.

Las lanchas montadas en Catalunya aseguran una carga de entre 2.500 y 4.500 kilos de droga por embarcación

La escalada también se extiende a los delitos violentos que la policía asocia a los grupos que trasiegan con hachís. Salleras ha declarado que se han doblado en un año, al pasar de siete a 14 agresiones, con uso de armas de fuego en la mitad de los casos.

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En todo caso, el mando ha remarcado que a los Mossos les sigue preocupando más la violencia vinculada al negocio ilegal de la marihuana. Lo ha ejemplificado detallando que los robos de sustancias estupefacientes entre bandas -los llamados 'vuelcos'- se han limitado a siete episodios con el hachís entre medio, mientras que alcanzan la sesentena en el caso del cánnabis. Además, la policía no aprecia ningún homicidio por ahora en torno a los canales de distribución de hachís.

Talleres clandestinos de embarcaciones

El fenómeno del desembarco de hachís procedente de Marruecos en Catalunya no es nuevo. "Bajó a partir de 2011 o 2012 y se ha reactivado a partir de 2019", ha comentado Salleras. El jefe de investigación de los Mossos ha subrayado que las bandas que transportan hachís no son recién llegadas a Catalunya. "Ya estaban aquí hace tiempo y han recuperado la logística que tenían", ha diferenciado, para recalcar que sí han dado un paso hasta ahora inédito.

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"Ahora detectamos el uso de talleres clandestinos para ensamblar las embarcaciones que usan para el tráfico de hachís", ha revelado. Las narcolanchas que se emplean son semírrigdas, de "entre 8 y 15 metros" y con "motores muy potentes, de hasta 1.200 o 1.500 caballos, que permiten el traslado de Marruecos a Catalunya en un margen de tiempo no muy grande", ha precisado Salleras.

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El mando ha explicado que las lanchas montadas en Catalunya aseguran una gran cantidad de carga, "entre 2.500 y 4.500 por embarcación", ha concretado. "Si vienen dos o tres a la vez, se tiene que multiplicar", ha remarcado. 

Hasta 700 kilos por coche

Salleras ha calculado que el 66% del hachís confiscado este año proviene de desembarcos en la costa. Ha añadido que la introducción por vía terrestre también se ha incrementado, sobre todo a través de la AP-7, la gran vía de conexión que une el sur la Península Ibérica con Europa a través de Catalunya. Los narcotraficantes emplean "coches de gran potencia, cargados con 600 o 700 kilos y un vehículo que les precede par avisar de controles policiales, o escodiendo la mercancía ilícita entre las lícitas de vehículos de transporte, o escondidos en cantidades más pequeñas en coches", ha enumerado el jefe policial.

"De Marruecos, entra por mar y por tierra", ha destacado Salleras. No obstante, ha asegurado que se fletan "aeronaves pequeñas que aterrizan hachís", si bien ha añadido que se trata de un supuesto "residual". "En Catalunya no hemos detectado ninguna, aunque sabmos que existen", ha avisado. Los Mossos han empezado a practicar controles con escáner para tratar de descubrir drogas escondidas en vehículos.