Riesgo para la salud

Las nuevas normas europeas obligarán a aplicar medidas para rebajar la contaminación de Madrid y Barcelona

La contaminación da tres meses de respiro al Eixample de Barcelona

17 avisos por ozono: el Govern será más estricto con las emisiones del transporte y la industria

Boina de contaminación sobre Madrid

Boina de contaminación sobre Madrid / David Castro

Guillem Costa

Guillem Costa

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Los niveles de contaminación en Europa exceden de largo el umbral de riesgo decretado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para tratar de armonizar lo que recomiendan los médicos con la realidad, el Parlamento Europeo se ha propuesto exigir reglas más severas que las actuales. Los nuevos límites que se marcarán serán menos permisivos que los actuales, aunque todavía no coincidirán con la recomendación de la OMS. La idea es irse acercando. El problema de este plan es que los nuevos límites, que no se deberán superar en 2035, aún están lejos de la situación en España a día de hoy.

El último informe del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, de este verano, evidencia las carencias de las dos grandes urbes, Madrid y Barcelona y su área metropolitana. En 2022, Barcelona rebasó el umbral de dióxido de nitrogeno (NO2) permitido por Europa después de muchos años cumpliendo. Madrid, en cambio, sí estuvo dentro de los márgenes establecidos, por primera vez después de más de una década sin lograrlo.

En cambio, si analizamos los límites de la OMS y no los que dependen de lo que decide el Parlamento Europeo, casi todas las capitales de provincia presentan unos datos de calidad del aire dañinos para la salud. En cuanto a las partículas en suspensión (PM), el cumplimiento es mucho mayor. De todas formas, hay otros elementos que generan preocupación.

El ozono troposférico sigue mostrando niveles elevados porque la insolación y las altas temperaturas contribuyen a su presencia. "Los nuevos planes de calidad del aire deberán incluir fórmulas para rebajar la cantidad de ozono, que aún supone una asignatura pendiente", advierte Miquel Ortega Cerdà, físico del CSIC y doctor en Ciencias Ambientales, que se encarga del proyecto Contaminació Barcelona. De hecho, el Ministerio ya sentó las bases científicas para un Plan Nacional de Ozono. Y después están los nitratos atmosféricos, procedentes de los purines del ganado, que siguen causando problemas.

La estación de medición del Eixample, según el especialista Miquel Ortega, "el canario de la mina" si de contaminación se trata.

La estación de medición del Eixample, según el especialista Miquel Ortega, "el canario de la mina" si de contaminación se trata. / Ángel García Martos

Europa industrial

Además, obviamente, complican las cosas las emisiones de CO2. El año pasado aumentaron y continuamos lejos de los objetivos de Paris a los que España, como el resto de países, se comprometió. El último informe de la plataforma Ecologistas en Acción es todavía más crítico que lo recogido por los datos oficiales. Sin embargo, fuentes del Ministerio aseguran que España está trabajando intensamente para revertir la situación.

"Otros países europeos tienen más problemas con las PM que con el NO2"

— Miquel Ortega, físico

Ortega considera que hay margen para mejorar en el control de las emisiones: "Se podría calcular más frecuentemente y con más precisión, como se hace con el PIB". Las fuentes consultadas afirman que está en proceso la actualización del Programa Nacional de Control de Contaminación Atmosférica (PNCCA). También se pondrá incidencia en las zonas de bajas emisiones. El Gobierno, de hecho, se propone avanzar hacia los valores de la OMS, ya que la Agencia Europea de Medio Ambiente estima en más de 20.000 las muertes prematuras al año en España a causa de la mala calidad del aire.

La próxima estación de este recorrido a medio plazo será cumplir con el endurecimiento de los límites europeos, que todavía no se armonizarán con los de la OMS (más restrictivos). Desde el ministerio de Teresa Ribera constatan que están alineados con esta propuesta comunitaria. Estos nuevos umbrales todavía no son definitivos. "Algunos países más industrializados tienen más problemas con las partículas que con el NO2. Por lo contrario, España está en peor situación respecto al NO2, ya que los motores diésel", precisa Ortega. "Por lo tanto, es probable que algunos países como Alemania o Italia presionen para no restringir tanto el límite de partículas", añade. Si esto acaba sucediendo, España seguirá teniendo mucho trabajo por delante, ya que está lejos de llevar los NO2 detectados en Barcelona a los nuevos márgenes indicados, de 20 miligramos por metro cuadrado.

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