Balance de enero a junio

La contaminación por NO2 cae un 21% en medio año en Barcelona

La contaminación da tres meses de respiro al Eixample de Barcelona

El principal reto del Eixample: la contaminación

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A1-158727780.jpg / ZOWY VOETEN

C. C.

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La primera mitad de 2023 se ha cerrado, finalmente, con una disminución del 21% en la contaminación de dióxido de nitrógeno (NO2) y de un 15% en partículas en suspensión PM10. Son, aunque no exclusivos, los dos contaminantes que más retratan la calidad del aire de una ciudad, sobre todo, en el caso del primero, muy vinculado al volumen del tráfico.

Con estas cifras, el conjunto de estaciones de control certifican que en el acumulado de los últimos 12 meses la contaminación de Barcelona se sitúa por debajo del umbral máximo que establece la normativa europea, de 40 microgramos por metro cúbico. Es una buena noticia, probablemente fruto, entre otras razones, de una meteorología amable, pero como señala Miquel Ortega, responsable de la web que mejor gestiona esta información (contaminación.barcelona), lo es solo relativamente. En primer lugar, porque las cifras están muy lejos aún de los índices que considera oportunos la Organización Mundial de la Salud, y, además, porque la propia UE tiene previstos revisar sus criterios tal vez en 2024, de manera que Barcelona incumpliría las exigencias comunitarias en todos y cada uno de los indicadores posibles.