Colectivo vulnerable

A 33ºC y sin aire acondicionado en plena ola de calor: así viven los ancianos de un geriátrico de Barcelona

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Termómetro a 33 grados, el domingo 20 de agosto, a las ocho de la tarde, en la residencia Mossėn Vidal i Aunós.

Termómetro a 33 grados, el domingo 20 de agosto, a las ocho de la tarde, en la residencia Mossėn Vidal i Aunós. / @CooResidencias

Beatriz Pérez

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A las 20.00 horas de este domingo, la residencia Mossèn Vidal i Aunós de Barcelona estaba a 33 grados. En plena de ola de calor, al centro no le funciona el aire acondicionado. "No funciona desde el miércoles pasado y la empresa no puso medidas pese a que sabía que venía una ola de calor salvaje", denuncia María José Carcelén, de la Coordinadora residencias 5+1.

En la residencia Mossèn Vidal i Aunós de Barcelona no funciona la refrigeración desde la semana pasada, pese a la previsión de altas temperaturas

La Mossèn Vidal i Aunós es una residencia pública de la Generalitat y está gestionada por la empresa Onada Serveis. El Departament d'Afers Socials dice que el aparato se estropeó el viernes (la empresa dice que el jueves), no el miércoles. La 'conselleria' asegura también a este diario que este problema "ya se está solucionando hoy [lunes]", mientras traslada la responsabilidad a Onada Serveis, la cual esgrime haber seguido un protocolo de actuación estos días para proteger a las personas vulnerables.

Pese a las explicaciones de la Generalitat y de la empresa, el cabreo es manifiesto entre los familiares. Denuncian que el aire acondicionado lleva días sin funcionar en ninguna de las plantas de la residencia (donde están las habitaciones), a excepción de la planta baja, donde se encuentran el comedor y otras salas. "¿Qué tenemos que hacer: que los ancianos coman y duerman en la planta baja [donde sí funciona el aire]?", se queja Carcelén.

La madre de Carcelén, de 96 años, es una de las afectadas, ya que es residente en este geriátrico. "Ayer por la noche mi madre estuvo vomitando. Los ancianos aquí están todos cansados, sudorosos y les cuesta comer. Tienen la espalda chorreando", asegura Carcelén. En total son unos 112 ancianos, la mayoría de los cuales con un grado tres de dependencia.

"Los ancianos están cansados, sudorosos y les cuesta comer"

María José Carcelén

— Coordinadora residencias 5+1

La Coordinadora residencias 5+1, que lucha por una atención digna en los geriátricos catalanes, insiste en que el aire acondicionado falló el miércoles pasado. Carcelén se quejó a la subdirección el jueves. Un técnico revisó el aparato y parecía que se había arreglado. "Pero el viernes no iba. La Generalitat tiene unas instalaciones que no funcionan, que son de 2003. Esto ya nos pasó una vez antes del covid", denuncia esta mujer.

Como consecuencia, la ola de calor cogió este fin de semana al geriátrico sin aire acondicionado. Carcelén exigió, el sábado por la tarde, que se pusieran aparatos de aire portátiles, pero no le hicieron caso. Con una ola de calor de semejante magnitud, los ventiladores no sirven. "Este aparato de aire acondicionado hay que cambiarlo porque está viejo. Es la segunda vez que nos pasa. A la Generalitat no le da la gana de cambiarlo", insiste.

Para los familiares de estos ancianos, es un tema de "vida". "Estamos hartos de escuchar a Salut decir que hay que tener mucho cuidado porque las altas temperaturas agravan las patologías previas. Esta situación, en personas con una dependencia de grado 3, afecta a su salud", dice Carcelén. Critica que el Departament d'Afers Socials no pusiera una solución a este problema durante el fin de semana.

Los familiares pondrán una denuncia por lo ocurrido. "Queremos que nuestros ancianos estén bien atendidos. No criticamos a la empresa por que se haya roto el aire, sino que no haya puesto medidas alternativas", concluye Carcelén.

Protocolo de actuación

A través de un comunicado, la empresa, Onada Serveis, asegura que "desde el primer momento" puso en marcha el "protocolo correspondiente" para paliar los efectos del calor y que dotó al centro de "diferentes aparatos de ventilación y refrigeración" para reforzar los existentes".

Onada Serveis asegura que activó el protocolo para paliar la incidencia, consistente en ventilación cruzada y aparatos de refrigeración

Según la empresa, las medidas consistieron en la "ventilación cruzada" (abrir puertas y ventanas) en los momentos de menos calor del día, desplazando a las personas de la cuarta planta (la más calurosa) y a las más vulnerables a la planta baja, donde la climatización funciona "perfectamente".

Onada Serveis denuncia la "información errónea" y "desproporcionada" aportada por las familias, que "desmiente categóricamente. Pero la versión de los familiares es que quien miente es la empresa. "El miércoles comunicamos a las trabajadoras que el aire no iba bien. Dimos la voz de alarma. Sorprende que no hicieran nada desde el minuto uno", señala Catalina Ruiz, hija de una residente de 88 años.

Durante el fin de semana, las familias escribieron mails a la empresa. "Nadie nos notificó nada. Fue entonces cuando nos movilizamos las familias", señala Ruiz, que niega que la empresa aportase "refrigeradores". "Simplemente encendió los ventiladores de techo. Hubo familias que trajeron sus propios ventiladores para ponerlos en las habitaciones", asegura.

"Llevamos desde el miércoles sin aire acondicionado", dice también José Luis Olivé, sobrino de una mujer de 82 años que viven en la Mossèn Vidal i Aunós. El sábado volvió a ver a su tía y la situación era la misma. "Fue entonces cuando propuse a la gente enviar quejas para que quedara constancia. Lo único que hizo la empresa fue bajar ancianos de la cuarta planta a la baja. El mantenimiento del edificio es muy defectuoso", insiste Olivé.

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