Calor nocturno

Dormir a más de 25 grados: una de cada tres noches de verano han sido tórridas en Barcelona

El calor nocturno de este verano es el segundo más alto registrado en Barcelona en los últimos quince años

Llegan las noches "más que infernales": las mínimas no bajan de 35 grados en varias localidades

Las noches tórridas y tropicales agravan la epidemia de insomnio: "Estoy desesperada"

Habitación con la persiana bajada y las cortinas corridas, ante el intenso calor

Habitación con la persiana bajada y las cortinas corridas, ante el intenso calor / SKYNEXT / 123RF

Francisco José Moya
Valentina Raffio
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Un año más, el verano está siendo excepcionalmente cálido en Barcelona. Desde el pasado 1 de junio, cuando según el calendario metrológico empezó oficialmente esta estación, las altas temperaturas no han dado tregua ni de día ni de noche. Según apunta un análisis realizado por EL PERIÓDICO, el calor nocturno ha sido uno de los más altos jamás registrados en la capital catalana. Una de cada tres noches ha estado por encima de los 25ºC (el umbral a partir del cual, técnicamente hablando, se considera una noche tórrida). Se trata de una de las cifras más altas jamás registradas y, a falta de más de un mes para que acabe el verano y en vísperas del inicio de otro pico de calor extremo, podría pronto convertirse en un nuevo récord.

Según los datos recogidos por la estación meteorológica del Raval, situada en pleno centro de Barcelona, prácticamente todas las noches de este verano han sido muy cálidas. El 90% han estado por encima de los 20ºC (el baremo a partir del cual se considera noche tropical) y cerca del 30% han estado por encima de los 25ºC (noches tórridas). En los últimos quince años, desde que existen registros de esta estación automática, lo habitual era registrar entre un 60% y un 80% de noches tropicales y entre un 5% y un 15% de noches tórridas a lo largo del verano. Las cifras de este año, a falta de quince días para que acabe el mes de agosto, ya son las segundas más altas registradas en la capital catalana.



"En ciudades como Barcelona hay que tener en cuenta que, más allá de lo que marquen los termómetros, factores como la humedad y el viento pueden aumentar considerablemente la sensación térmica. Así que es muy posible que el calor nocturno haya sido todavía más elevado respecto a lo que indican estas cifras", comenta Xavi Soler, técnico de predicción y vigilancia del Servei Meteorològic de Catalunya. Desde que empezó el verano, la Generalitat ha activado al menos ocho avisos por calor extremo nocturno en las comarcas del litoral y el prelitoral catalán.

Noches de calor extremo

La noche más calurosa de este verano fue la del pasado 24 de julio. Ese día, los termómetros no bajaron de los 26ºC ni siquiera en el momento más 'fresco' del día. Si a esto le sumamos que, por aquel entonces, la humedad relativa estaba por encima del 70% y apenas corría el viento en la ciudad, todo apunta a que esa noche la sensación térmica rozaba los 30ºC en Barcelona. Esta cifra prácticamente equivaldría a lo que conocemos como noche infernal; el umbral hasta ahora más alto para describir el calor nocturno (y un baremo que ya se está superando en varios puntos de España donde, sin ir más lejos, esta semana se han registrado noches por encima de los 35 ºC).

Este verano solo ha habido seis noches con temperaturas inferiores a los 20ºC en Barcelona. Cinco de estas tuvieron lugar a principios de junio y una a principios de agosto. Durante el resto de jornadas, los 1,5 millones de habitantes de Barcelona han estado de forma constante muy por encima de los 20ºC. Según explican los expertos, cuando los termómetros superan esta cifra resulta particularmente difícil conciliar el sueño. El aumento de noches tropicales y tórridas se relaciona con un aumento de los casos de insomnio, así como de problemas para descansar en el grueso de la población (que, a su vez, derivan en incremento de la irritabilidad, el estrés y el malestar emocional).

Los pronósticos apuntan a que la recta final del verano volverá a disparar los termómetros en toda Catalunya. "Entre el lunes y el miércoles se espera un aumento de las temperaturas tanto diurnas como nocturnas. Este aumento de los termómetros se producirá en unas jornadas en las que apenas habrá viento y con condiciones de humedad relativamente bajas. Todo esto podría aumentar aún más la sensación de bochorno", comenta Soler. "También se espera que el calor nocturno vuelva a estar por encima de los valores habituales", añade el meteorólogo sobre las noches de calor extremo que podrían llegar en los próximos días. 

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