Juicio con jurado

El procesado por matar a tres sintecho en Barcelona acepta 63 años de cárcel

El brasileño Thiago F. G. admite que asesinó a las víctimas durante la pandemia aprovechando que eran vulnerables y estaban desprotegidas

Prisión sin fianza para el asesino en serie de sintecho de Barcelona

El acusado, Thiago F. G., (en primera fila, en el centro) en el banquillo de los acusados este lunes en la Audiencia de Barcelona.

El acusado, Thiago F. G., (en primera fila, en el centro) en el banquillo de los acusados este lunes en la Audiencia de Barcelona. / EL PERIÓDICO

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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Los Mossos d'Esquadra detuvieron al camarerp brasileño Thiago Fernandes, el 28 de abril de 2020, acusado de matar a tres sintecho en Barcelona en pleno confinamiento por la pandemia. Tres asesinatos con alevosía en tan solo 11 días. El primero, el de un joven marroquí, cerca del Auditori, en la calle Lepant. Tras un acuerdo entre la fiscalía, las acusaciones particulares y la defensa, el procesado ha admitido los tres crímenes y ha aceptado la pena. Inicialmente se le reclamaba la prisión permanente revisable, pero ahora se le ha sustituido por 63 años de prisión (20 años por cada uno de los crímenes y un año por cada uno de los tres delitos contra la integridad moral), aunque con un tope de 40 años de cumplimiento.

La primera de las víctimas, de 25 años, recibió un golpe mortal en la cabeza con una barra de hierro. No pudo prever el ataque ni defenderse porque estaba durmiendo. Nadie pudo auxiliarle porque, en pleno estado de alarma por el covid, las calles estaban desiertas. El siguiente crimen se perpetró el 18 de abril cuando, pasada la medianoche, al agresor propinó seis golpes en la cabeza a otro indigente, de 60 años, también con una barra de hierro. La víctima, que estaba durmiendo en la calle Casp, falleció a causa del traumatismo. El último ataque se produjo nueve días después, de nuevo, con el mismo objeto, con el que el asesino golpeó la cabeza de otro sin techo, un hombre francés de 37 años, en la calle Rosselló, sin que nadie le auxiliase. Para las acusaciones, en los tres casos actuó de forma similar, buscando al mismo tipo de víctima: hombres que dormían en la calle, vulnerables y desprotegidos, y en el momento de los ataques estaban solos.

El juicio se celebrará igualmente en la Audiencia de Barcelona para corroborar las pruebas. La fiscal Elena Contreras relató de forma detallada cómo sucedieron los hechos, mientras una de las acusaciones particulares enfatizó que el procesado eligió a sus víctimas, es decir un "colectivo diana", porque eran vulnerables, para cometer un ataque "discriminatorio" y un atentado contra los derechos humanos. La abogada de la fundación Arrels insistió que Thiago F. G. acabó con la vida de las víctimas porque "consideraba que no debían vivir, que debían morir, solo por el hecho de ser pobres y vulnerables". Los asesinó, subrayó, de una forma "brutal". La letrada, que defendió labor de la entidad a la que representa, concluyó: "Vivir en la calle discrimina, vivir en la calle mata".

Huyó en un bus nocturno

La investigación de los Mossos d'Esquadra para localizar en su día al acusado fue ardua. Los agentes recorrieron las calles vacías de la capital catalana y sospecharon desde el primer momento que podría ser un asesino en serie. De ahí que se coordinaran con asociaciones como Arrels para recabar información de otras personas sin hogar que pudieran vivir en la vía pública en la capital catalana. Fue tras el último asesinato y cuando algunos testigos vieron al acusado huir, cuando la policía lo identificó. Se fugó en un bus nocturno.  Se desplazó del cruce de las calles de Sardenya con Rosselló hasta la plaza de Catalunya, una distancia de casi tres kilómetros de calles desiertas por el confinamiento que hizo a pie y que dio tiempo a los agentes de los Mossos  –alertados por los vecinos– a localizarlo mientras caminaba y comenzar así un seguimiento discreto.

Fernandes, que entonces tenía 35 años, vivía en una caravana aparcada en la zona boscosa de Las Planas, en Sant Cugat del Vallès. Un juzgado de Rubí acordó su ingreso en prisión acusado de los tres asesinatos. Una decisión que llegó con la recopilación de imágenes de las cámaras de seguridad de la zona donde se cometieron los crímenes, así como del registro del vehículo donde vivía el acusado. El acusado