Fauna amenazada

El 'boom' de la escalada amenaza el halcón peregrino, una especie protegida

Halcón peregrino: una bala voladora a casi 400 km/h

¿Un futuro sin golondrinas?: la sequía complica su llegada

EL PERIÓDICO acompaña a los agentes rurales durante un día de anillamiento entre acantilados

El 'boom' de la escalada amenaza el halcón peregrino, una especie protegida

FOTO Y VIDEO: RICARD CUGAT

Guillem Costa

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El halcón peregrino, como otras rapaces, se dedica a buscar brechas y orificios en las paredes montañosas para instalar su nido. Es una elección importante porque tanto la hembra como el macho pasarán como mínimo dos meses merodeando y cazando en los alrededores de la zona escogida. Cuando la pareja ya ha decidido dónde construirá la casa de sus futuros polluelos, llega la hora de la puesta y la incubación.

Y este es un momento crucial. "Cualquier molestia, por poca que sea, se puede llevar por delante la cría", advierte Marco Antonio Barba, naturalista y anillador autorizado por el Institut Català d'Ornitologia (ICO). Esto es lo que ha pasado en un nido del Baix Llobregat. La presencia de escaladores trepando por una zona rocosa no autorizada ahuyentó a una pareja de peregrinos que decidió abandonar el nido.

Barba ha quedado justo delante de este nido fracasado con tres agentes rurales para recuperar los huevos desamparados e intentar saber exactamente cuándo los pájaros desistieron de criar. Así se podría iniciar una investigación y descubrir quién rompió una cinta protectora y después incumplió lo que dictaba un cartel informativo.

La sequía también complica la época de nidificación de varias aves, que ha empezado estos días

"La fiebre por abrir nuevas vías de escalada causa mucho daño", comenta Carles Barés, coordinador del Grupo de Apoyo de Montaña del Cuerpo de Agentes Rurales de la Generalitat. Las restricciones son "quirúrgicas", solo en puntos donde se tiene constancia de la existencia de nidos. Además, duran poco tiempo: "Durante el resto de meses, cuando no es época de cría, no hay limitaciones y se puede escalar tranquilamente. Solo hay que cumplir lo reglado, en la web se puede consultar qué paredes están permitidas y cuáles no".

Agentes rurales anillan halcones peregrinos en el Penedès

Una de las paredes donde hay un nido de halcones, con una cuerda de escalada al lado. / RICARD CUGAT

Éxito en el Penedès

Después de recoger las muestras de este nido abandonado, los tres agentes y el naturalista se dirigen hacia otra zona de cría, en el Penedès, donde se ha detectado un nuevo nido. EL PERIÓDICO los acompaña. Primero, paran el vehículo y estudian la montaña con los prismáticos para saber qué cuerdas necesitarán. Durante este chequeo, observan indicios de que se ha escalado ilegalmente en la zona, algo que les preocupa.

"La fiebre por abrir nuevas vías de escalada causa mucho daño a los halcones"

— Carles Barés, agente rural

A continuación, siguen conduciendo hasta la parte más alta de la sierra y ahí se empiezan a equipar: guantes, casco, mosquetones y bolsas de ropa para introducir a los polluelos.

Agentes rurales anillan halcones peregrinos en el Penedès

Agentes rurales inician el descenso hacia el nido. / RICARD CUGAT

Cuando Barés empieza a descender, modo rápel, el vuelo veloz y poderoso de la hembra de halcón peregrino interrumpe la escena. Cruza por delante del agente rural con aleteos nerviosos y un griterío escandaloso: "¡Wiaaaa wiaaaa!". Junto al macho, es la encargada de alimentar a las crías y vigilar el nido, por lo que siente la amenaza de la presencia humana.

Suspendido en el acantilado, el agente rural introduce sus manos dentro de la cornisa donde las aves construyeron el nido y saca primero un polluelo y después a otro. Los mete dentro de las bolsas y empieza a escalar hacia arriba. Vuelve a la parte alta de la montaña, cansado y sudado, y entrega las bolsas a Barba, que comprobará el estado de salud de los pequeños halcones y los anillará.

Agentes rurales anillan halcones peregrinos en el Penedès

Barba saca de la bolsa el polluelo de halcón y le pone una caperuza. / RICARD CUGAT

Los polluelos chillan sin descanso y se estresan. Se resisten moviendo sus pequeñas garras ya afiladas. Para tranquilizarlos, Barba les coloca una caperuza en la cabeza que les impedirá ver. "Os presento al animal más rápido del mundo", proclama el especialista mientras sostiene a una de las crías. El proceso es rápido: se les fija en la pata la anilla que los identificará a partir de ahora y después vuelven dentro de la bolsa.

Más amenazas

Los agentes rurales bajarán de nuevo hasta el nido (colgado en las rocas) para retornar a los polluelos a su casa y no estorbarlos más. Sus padres los seguirán alimentando con las presas que capturan. "En esta zona, se alimentan de zorzales, oropéndolas, palomas torcaces. En algún caso se aventuran a liquidar otras rapaces que les hacen competencia, como los alcotanes europeos", detalla el anillador del ICO.

Agentes rurales anillan halcones peregrinos en el Penedès

El momento de introducir la anilla en la garra del halcón peregrino. / RICARD CUGAT

"En algunos puntos, los halcones peregrinos han criado menos que en años anteriores"

— Marco Antonio Barba, naturalista

En unas semanas, si todo va bien, los pequeños halcones peregrinos se atreverán con sus primeros vuelos. Más adelante, tendrán que buscar un nuevo lugar para criar. La pareja que se ha instalado en esta zona nació en la ciudad de Barcelona, donde años atrás se puso en marcha un proyecto de reintroducción de esta especie para luchar contra la plaga de palomas.

En algunos territorios, esta temporada de cría no está siendo especialmente positiva. En el País Vasco, por ejemplo, algunos polluelos no han crecido lo suficiente, puede que por falta de alimento. En Catalunya, todavía faltan datos para concretar cómo ha ido la temporada. "Pero sí se sabe que en Montserrat, por ejemplo, algunos nidos habituales no se han ocupado", avisa Barba. En el macizo del Montsant ocurre algo parecido.

Agentes rurales anillan halcones peregrinos en el Penedès

Agentes rurales con las bolsas para devolver los polluelos al nido. / RICARD CUGAT

"Para nosotros, el seguimiento de estas especies protegidas es importante. Son un bioindicador de la calidad de nuestros ecosistemas", afirma Barés. La sequía, según cuenta, afecta a todas las especies, pero algunas, como el halcón peregrino, pueden trampear la catástrofe porque modifican su dieta: "Se pueden alimentar de muchas presas distintas".

"El del halcón peregrino es importante porque actúa como bioindicador del ecosistema"

— Carles Barés, agente rural

Cuando el Grupo de Montaña de los rurales nació, más de 20 años atrás, empezaron colaborando con el anillamiento de quebrantahuesos en los Pirineos y águilas perdiceras en el Garraf, dos aves en declive en aquella época. "Cada vez trabajamos con más especies de rapaces y carroñeros: alimoches, culebreras, buitres o búhos reales, por nombrar a algunas", celebra Barés.

Su grupo, de 21 miembros, se organiza para responder a solicitudes de universidades, investigadores o asociaciones como el ICO. Está formado por agentes rurales que dominan a la perfección las técnicas de escalada. Durante el mes de mayo, les esperan unas semanas de trabajo frenético. Es un mes de cría y tienen que censar y anillar a tantas aves como sea posible.

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