La colonia de halcones peregrinos crece en el Port de Barcelona

Cuatro nuevas parejas de halcones peregrinos se han establecido en el Port de Barcelona, 13 años después del inicio del programa de reintroducción de este ave en Barcelona. Las parejas de halcones, que han hecho nidos en los edificios del puerto y en los espacios naturales de la zona como los acantilados de Montjuïc, han disparado el número de nacimientos de estas aves de presa, que llegaron a una decena en 2021.

Los halcones peregrinos desaparecieron de Barcelona en 1973 con la pérdida de la última pareja reproductora establecida en Santa Maria de Mar. Este crecimiento de la población de halcones reafirma el éxito del proyecto de reintroducción del halcón peregrino en Barcelona, impulsado en 1999 por el Ajuntament de Barcelona y la entidad Galanthus Natura, que incluyó hasta 12 liberaciones en el recinto del Port de Barcelona. Esta primera docena de halcones participó en la aparición en 2004 de las primeras parejas reproductoras establecidas en Catalunya, concretamente, en Tarragona y Barcelona.

Desde 2004 han nacido 75 halcones en el Port de Barcelona y 30 de ellos en los últimos cuatro años lo que confirma, según datos ofrecidos por el Port, una "clara tendencia al alza" de la población de esta especie en la zona, que desapareció de la ciudad hace cinco décadas. Según fuentes del mismo Port de Barcelona, el entorno portuario de la ciudad se ha revelado como "un espacio óptimo para la cría del halcón peregrino, convirtiéndose en un punto clave del proyecto de reintroducción de esta especie en la ciudad" debido a sus amplios espacios y la presencia de las principales presas de estas aves, las palomas y las tórtolas.

Los halcones tienen importantes beneficios ecológicos, incluso para una ciudad como Barcelona. Desde el Ayuntamiento, insisten en los "importantes beneficios ecológicos" que podría comportar su reintroducción en un contexto de crecimiento de la presencia de palomas en la ciudad, puesto que, como señalan, una mayor presencia de halcones podría ayudar a regular la superpoblación de las diferentes aves urbanas que habitan en la ciudad.

Durante más de una década, de las parejas establecidas en Barcelona, solo la asentada en Montjuïc hizo un nido en el espacio portuario hasta el 2017, cuando otra pareja de halcones se instaló en la zona. Hace tres años, se establecieron dos parejas más, una en el teleférico de Montjuïc y otra en el muelle de la Energía. La falta de espacios adecuados para la nidificación se muestra como el principal factor limitante para el establecimiento de nuevas parejas en la zona, por lo que, según afirman fuentes del Port, se está trabajando en la colocación de cajas-nido en los espacios más adecuados para que puedan instalarse nuevas parejas de halcones y consolidar esta tendencia.