PLAN DE REINTRODUCCIÓN DE RAPACES EN BARCELONA

La Sagrada Família se consolida como una 'reserva' de halcones

La pareja que vive en una torre ha batido su récord con cuatro pollos esta primavera

Uno de los halcones adultos intenta entrar en su reducto de la torre.

Uno de los halcones adultos intenta entrar en su reducto de la torre.

ANTONIO MADRIDEJOS
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuatro pollos de halcón peregrino de unos 20 días, con el característico pelaje blanco, contemplaron despavoridos cómo tres personas con guantes subían ayer por una de las torres de la Sagrada Família, llegaban hasta su caja-nido, los asían con cuidado y les colocaban en la pata una pequeña anilla que servirá para identificarlos en los próximos años. Los dos progenitores adultos estarán felices por tanta descendencia, un hito en un emplazamiento tan concurrido, pero tal maniobra no les hizo gracia en absoluto y empezaron a volar en círculos y a gritar de forma amenazadora. Si todo funciona como está previsto, los pollos volarán en unas tres semanas. En pocos meses abandonarán a sus padres en busca de un nuevo hogar.

"Es ley de vida --explica el biólogo Eduard Durany, responsable del programa de reintroducción y seguimiento de los halcones en Barcelona--. No sabemos si los nuevos pollos se quedarán en la ciudad o si marcharán lejos, pero lo que está claro es que la Sagrada Família se ha consolidado como un buen hogar para los halcones". No había motivos para esperar lo contrario: la especie Falco peregrinus se adapta bien a los medios urbanos y es relativamente habitual en algunas grandes ciudades. La comida no es un problema en el caso de Barcelona. En la caja nido, por ejemplo, se podían observar muchas plumas de paloma, pero también restos de una cigüeñuela, una limícola y un pico prácticamente entero de una cotorra argentina.

JUNTO A GRÚAS

En los últimos años, los halcones de la Sagrada Família han ocupado varios emplazamientos, pero ahora parecen consolidados en un rincón de difícil acceso situado en una de las torres de la calle de Sardenya. Cerca se alza una grúa que les sirve de mirador. Los dos padres estaban ayer nerviosos. "Es lógico --afirma el biólogo--. No les gusta que nadie se acerque a los pollos". Es la primera vez que sacan adelante cuatro de una tacada.

Aunque los halcones ocuparon el templo hasta los años 50 o 60 del pasado siglo, el éxito actual es resultado del programa de reintroducción puesto en marcha hace 10 años por el Ayuntamiento de Barcelona. Las bellas rapaces reemprendieron la cría en la Sagrada Família en el 2005, pero no han sido siempre los mismos individuos. La actual pareja es un tanto peculiar. El macho, que fue liberado en el puerto de Barcelona en el 2001, es un donjuán alado al que se le conocen al menos nueve hijos de varias hembras. Ella, en cambio, es mucho más joven e inexperta, puesto que empezó a volar en el 2006 en el acantilado del Morrot, en Montjuïc. Para demostrar el éxito del programa, Durany destaca que uno de los pollos nacidos en el 2005 en la Sagrada Família vive actualmente en la térmica de Cubelles.

OTRAS DOS PAREJAS

En Barcelona hay otras dos parejas estables de halcones --tres si se cuenta la instalada en la central térmica de Sant Adrià del Besòs--. La primera, que sobrevive desde hace años en un saliente del Morrot, un lugar plagado de gaviotas, estaba formada por un macho reintroducido en el 2001 y una hembra totalmente silvestre. La reproducción ha sido espectacular, con 19 pollos desde el 2004. "Este año han tenido otros cuatro", dice Durany. La segunda ocupa la Torre Macosa de Poblenou, aunque el plan de reforma de la instalación (se construirá un museo con mirador) amenaza su continuidad. El macho nació justamente en la Sagrada Família en el 2005. "Además de estas parejas --concluye Durany--, hay halcones desparejados, como una hembra en el puerto de Barcelona". Teniendo en cuenta que se trata de un ave muy territorial, no está nada mal.